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Sofonisba de Cartago y los reyes númidas

¿Quién era Sofonisba de Cartago? La historia de los reyes númidas Masinissa y Sifax

Sofonisba (en púnico Saphanbaʿal,), fue una noble nacida en Cartago, hija de Asdrúbal Giscón, que vivió durante la Segunda Guerra Púnica. Se cree que nació hacia el año 218 a.C.

Su padre la había comprometido con el rey númida Masinissa (de Numidia Oriental, los masilios), que durante aquella guerra se posicionó del lado cartaginés y combatió con sus hombres las legiones romanas en y-spny, la Hispania Cartaginesa. Tras la victoria en la Batalla de Cannas parecía que Cartago iba a triunfar y este sería un matrimonio que fortalecería las relaciones númido-cartaginesas, puesto que unos necesitaban de los otros para mantener su status quo en el futuro.

Sofonisba de Cargato, la “manzana” de la discordia

Sin embargo, cuando el senado de Cartago se fue dando cuenta de que la situación de Aníbal en Italia no mejoraba, se interpuso ante la palabra de Giscón prometiendo a la joven Sofonisba a Sífax, el otro rey númida (en este caso de Numidia Occidental, los masesilos) que estaba combatiendo junto a los romanos para atraerlo a su causa.

Sofonisba
Sofonisba ante Masinissa. Giambattista Zelotti

Según nos cuenta Apiano, Sífax selló una alianza con Cartago tras serle prometida Sofonisba, aunque sin el consentimiento de su padre ni Masinissa por estar luchando en Hispania. Pero lo que no se imaginaban es que se estaban ganando un enemigo mucho peor: Masinissa.

Otros autores, descartan que fuera Sofonisba la causa por la que Masinissa cambió de bando, y aseguran que se le ofreció la mano de la hija de Giscón a Sífax, precisamente porque Masinissa había pactado con Roma y necesitaban un nuevo aliado.

Sifax se casó con Sofonisba en el 206 a.C., abandonando su alianza con Roma y convirtiéndose en el mayor aliado de Cartago. Ese mismo año, Masinisa, que no tenía más opciones, contraía un acuerdo secreto con Junio Silano lugarteniente de Escipión, tras la aplastante victoria romana en la batalla de Ilipa.

Masinissa, aliado clave para Roma

Tras regresar a sus tierras, Masinissa, se vio involucrado en guerras ocasionadas por Sífax, y sus generales, por toda Numidia. Esto no era extraño para los númidas, puesto que llevaban ya varias generaciones luchando entre los dos reinos, buscando unificar Numidia bajo un solo trono.

La Batalla de los Grandes Campos

Masinissa fue derrotado en varias ocasiones, pero finalmente y con la ayuda romana, las tropas de Escipión llegaron a África e incendiaron el campamento de Sífax. Se produjo así una afrenta que desembocaría en la poco conocida Batalla de los Grandes Campos, un combate que fue decisivo para que Aníbal regresase a Cartago.

En este combate la caballería romana y numida de Masinissa aplastaron a la infantería cartaginesa, dejando a sus aliados celtíberos sólos en el campo de batalla. Todos los cronistas coinciden en algo: los celtíberos, a pesar de que estaban en un país que no era el suyo y en una guerra que no era la suya, decidieron resistir hasta el final en el combate y aguantaron hasta la tercera línea de ataque de las legiones de Escipión, todo un logro para estas tropas provenientes del sur de la península ibérica. Casi todos los celtíberos cayeron en combate.

La derrota de Sifax

Tras la derrota, Sifax huyó, pero Masinissa y el “almirante” Cayo Lelio salieron en su persecución. Finalmente le dieron alcance cerca de Cirta, donde improvisó un ejército con soldados inexpertos para tratar de defenderse. Pero fue derrotado.

Lo hicieron prisionero, y Masinissa recibió de Roma el respaldo para convertirse en el nuevo rey de Numidia. Solamente cometió un error, arrebatarle la mujer a Sifax, Sofonisba de Cartago, la que según algunos historiadores le estaba prometida.

escipion masinissa
Lazzaro baldi, Escipión entrega Numidia a Masinissa

La muerte de Sofonisba de Cartago

Esto se convirtió en error, como decimos, cuando a Escipión no le gustó este matrimonio y exigió al nuevo rey de Numidia que le entregara inmediatamente la joven cartaginesa, para llevarla como trofeo a Roma.

Masinissa, que sabía que no iba a poder defenderla de las garras de Roma, ofreció a su esposa un cuenco con veneno preguntándole si prefería morir como una verdadera noble cartaginesa. Aquella misma mañana Sofonisba bebió el veneno sin dudarlo, algo que indignó a Escipión, pero que respetó y no tomó represalia ninguna. Era el año 203 a.C., Sofonisba murió con apenas 15 años.

ofonisba tomando veneno, 1743
Andrea Casali – Sofonisba tomando veneno, 1743

Fuentes utilizadas:
Aragón Gómez, Manuel. SIFAX, EL REY NÚMIDA MASAESILIO EN LOS PASAJES DE TITO LIVIOTito LivioApianoPolibioDiodoro

Miguel Ángel Ferreiro

Militar de carrera, autor de "La Segunda Columna" (Ed.Edaf), director de este proyecto e Historiador del Arte (UNED). Entre África y Europa, como el Mediterráneo.

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