La tumba, descubierta en 2015, pertenece a un guerrero de la Edad de Bronce, intacta durante 3.500 años, ha aparecido junto a su ajuar funerario. El hallazgo se ha producido al suroeste de Grecia gracias al trabajo en la zona de un equipo perteneciente a la Universidad de Cincinnati.
Sharon Stocker y Jack Davis, responsables de la excavación, estaban trabajando cerca del Palacio de Néstor (mencionado en la “Odisea”) restos que descubrió Carl Blegen en 1939, también junto a la financiación de la Universidad de Cincinnati.
En primera instancia, los arqueólogos, supusieron que habían tropezado con una casa de la Edad de Bronce construida bajo el refugio de los muros del palacio. A medida que continuaban la excavación fueron extrayendo decenas de piezas de oro, bronce, armas y joyas; pronto se concluyó que se trataba de una tumba solitaria de un importante guerrero micénico, enterrado siglos antes del surgimiento de la cultura griega clásica.
Oro macizo y piedras preciosas
Cuatro anillos de oro macizo, labrados con preciosos motivos, fueron encontrados en la tumba cerca de los restos del guerrero. Los investigadores dicen que se trata del mayor ajuar funerario encontrado en una tumba particular en toda Grecia.
También fueron halladas más de 1.000 cuentas de piedras preciosas con sus respectivas perforaciones. Estaban hechas de cornalina, amatista, jaspe, ágata y oro. Muchas aparecen cosidas a una especie de sudario de tela, del cual se ha conservado un pequeño fragmento.
Armas a su izquierda
Una espada, de casi 1 metro de largo, con mango de marfil y decoraciones en oro, estaba depositada sobre el pecho del guerrero. Bajo la espada había una daga con incrustaciones en oro.
Otras armas, hechas de bronce, incluyendo otra espada y una punta de lanza, fueron depositadas a sus pies, y los restos de una armadura de bronce se encontraron en la parte superior.
Sellos de piedra
Elementos de aseo: peines y un espejo
Seis peines de marfil finamente dentados, en su mayoría intactos y cerca de 15 cm de largo, fueron descubiertos en la tumba. Cuidadosamente decorados y acompañados de un espejo de bronce con mango de marfil.
Según los arqueólogos, es muy importante el enterramiento pertenezca solamente a una persona, ya que, en el pasado, se descubrían fosas comunes y no sabían determinar a qué persona pertenecía cada pieza del ajuar. Surgiendo siempre las mismas dudas: ¿Son los collares y peines de las mujeres? ¿Las armas de los hombres?
Ya que es sólo un cuerpo, sabemos que todos estos objetos era para esta persona.
Vasos, cuencos y jarras de bronce
La mayoría de las tumbas de esta época estaban llenas de cerámica y piezas de gres. “Este tipo era muy, muy rico”, dice Stocker.
Sus huesos indican que era “fuerte y robusto … bien alimentado”, dice ella, “y de unos 30-35 años”. Pudo haber pertenecido a la realeza, o incluso podría haber sido el fundador de una nueva dinastía que residiría en el mismísimo Palacio de Néstor.
Pudo haber sido también un guerrero que partió hacia la Isla de Creta y volvió con el botín, con el que fue enterrado. O incluso un comerciante que adquirió los bienes a través del comercio.
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Me sorprende que vuestros artículos me llegan el domingo por la noche, para mi es buen momento, en la cama leyendo de Marinetti y el futurismo y de pronto viaje en el tiempo hacia los orígenes de la historia del arte, me encanta la arqueología no se mucho de ella así que leo todo lo que pillo al respecto, gracias y buenas noches desde El faro de Hopper
Muchas gracias Fareros, un placer formar parte de vuestras lecturas nocturnas. Se publica en los huequitos que podemos ;)
un abrazo !