El 18 de mayo de 1804, se sucede en Francia un hecho totalmente inusual. Napoleón somete a referéndum la propuesta de los diputados de nombrarle Emperador de los Franceses. Referéndum que evidentemente ganó. En pleno proceso de “Revolución Francesa” se dio una década del llamado Primer Imperio.
Contexto
Nos encontramos en la Primera República Francesa (1792-1804). En este período de tiempo revolucionario, Francia experimentó tres formas de gobierno diferentes en busca de una estabilidad imposible. El primero de estos tres gobiernos fueron la Convención Nacional, más conocida como El Terror.
Convención Nacional (Terror)
Gobernada entre girondinos y jacobinos, predominó la violencia extrema, también fue la asamblea que condenó a muerte a Luis XVI. Todo esto de manera muy resumida, los periodos de gobierno son mucho más complejos y profundos.
Esta etapa está marcada por la inclusión en la sociedad de los valores liberales de la época, como la educación pública, por ejemplo. A pesar de haber dicho que hubo elecciones, en la práctica no tenían apenas valor, ya que en los 3 años que duró este período hubo una represión enorme contra la oposición y terminó en un golpe de estado.
Directorio
El segundo gobierno fue el Directorio, quizás el más democrático de la Revolución (sufragio censatario). A pesar de esto, hacia el final estaba derivando hacia posturas autoritarias anulando los resultados electorales en zonas contrarias.
Este periodo estuvo dominado por la moderación, en comparación con el Terror —que dejó decenas de miles de muertos por toda Francia—. A pesar de esta moderación, es importante destacar que el directorio también fue implacable con las revueltas favorables a la monarquía siendo duramente reprimidas.
Lo que marca esta época es la guerra constante que mantienen contra las naciones monárquicas. Derrocaban los gobiernos e imponían gobiernos liberales fieles a Francia. Es durante estas campañas en Italia, Austria y Egipto que empieza a cobrar más y más importancia, a la par que fama, un jovencísimo oficial francés de unos 30 años llamado Napoleón Bonaparte.
Consulado
El directorio terminó con un golpe de estado de Napoleón, que se había consolidado como el mejor y más popular general de Francia. Este período duró 5 años y terminó con uno de los episodios más estrambóticos de la historia europea.
Este consulado estaba formado por 3 cónsules, pero rápidamente Napoleón se ocupó de legislar para nombrarse cónsul vitalicio a través de la Constitución —ampliamente refrendada por el pueblo de Francia y apoyado con el prestigio logrado en la guerra—. Su popularidad solo fue a más con su política de pedir la paz en la guerra contra la Segunda Coalición, paz que acabó imponiendo con sus victorias y pacificando la región rebelde de la Vendée.
Napoleón empezó a centralizar la administración y poderes en París que la revolución había repartido. A pesar de eso Napoleón introdujo y reformó muchas de las instituciones francesas con características y valores liberales basadas en la separación de poderes como el sistema judicial, por ejemplo. A nuestros ojos estas reformas no parecen tales a causa de nuestra influencia actual de nuestro modo de vida, pero hay que ser conscientes que en esa época todo eso era enormemente revolucionario y fuera de lo común.
Gracias a la paz impuesta por Napoleón, y a las reformas económicas, Francia vivió unos años de prosperidad y reformas urbanísticas de saneamiento construyendo en sus principales ciudades las primeras redes de alcantarillado modernas.
Emperador por soberanía popular
En mayo de 1804, el Senado propuso el título de Emperador a Napoleón para garantizar la sucesión del cónsul vitalicio en caso de su muerte y evitar el retorno de los Borbones. Napoleón se mostraba reacio a aceptar ese cargo ya que estos títulos provenían del derecho divino y eso era contrario a la revolución.
Lo lograron persuadir en cuando el senado le dio la legitimidad dada por el pueblo en elecciones. Es decir, ya no era por la gracia de Dios, era por la gracia del pueblo. Aun así, Napoleón quiso que su título fuese votado en referéndum para obtener doble legitimidad. La de los representantes y la del pueblo directamente.
El referéndum, se celebró a finales de 1804 ganando por una inmensa mayoría de los votos, un 99,93%. A pesar de la acaparadora victoria, cabe decir que, de los siete millones de franceses llamados a las urnas, la mitad de los franceses se abstuvieron de ir a votar.
Consecuencias
Napoleón salió reforzado como autoridad absoluta en Francia, también su familia. No desarrollaremos ahora todo el imperio francés ya que no es el objetivo de este artículo. A partir de ahí, se inició una década marcada por el retorno de cinco Guerras de Coalición de las cuales tres las ganaría Francia de forma aplastante. Las otras dos serían las que supondrían sus dos destierros, primero a la isla de Elba y luego a Santa Elena donde moriría.
Su muerte está sin esclarecer, hay debate entre la teoría del envenenamiento o un cáncer de estómago, pero basándonos en la ciencia todo indica que no fue envenenado, la mezcla del desconocimiento médico de la época, sumado al cáncer y a su precario estado de salud fueron el causante de su muerte. (Esta última versión es la que hay más consenso).
Napoleón, el Emperador, ha despertado fascinación entre los historiadores por ser uno de los más brillantes políticos y genios militares de su época. Dejándonos un legado muy polarizado (según el país) y revolucionando para siempre el concepto de Europa. Aun sintiéndonos fascinados la historia tardará en reconocerle por falta de perspectiva, (murió hace apenas 200 años) el enorme impacto que tuvo sobre la geopolítica europea.
Fuentes:
Esteban Canales. La Europa Napoleonica(1792-1815). 2008
Journal of the Royal Society of Medicine (https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC1079564/)
Constiución Francesa 1804 (https://www.conseil-constitutionnel.fr/les-constitutions-dans-l-histoire/constitution-de-l-an-xii-empire-28-floreal-an-xii)
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