Al-Hasan ibn Muhammad al-Wazzan, ese era su nombre cuando nació en la difícil Granada de finales del siglo XV (hacia 1486). Los reyes cristianos se acercaban a la ciudad nazarí y el Emirato veía su final. El mundo estaba cambiando.
Hasan, el hombre que será León el Africano
Pero hasta en los tiempos difíciles la vida sigue, es más, como dice la máxima: “tiempos difíciles crean hombres extraordinarios”. Y extraordinario fue Hasan, al menos es lo que se cree, ya que su existencia fue puesta (y aún es) debido a las imprecisiones que sobre su propia vida refleja en sus escritos.
A pesar de eso se han encontrado numerosos datos dispersos sobre él de autores europeos contemporáneos suyos e incluso se han encontrado anotaciones en algún que otro libro de la Biblioteca Vaticana: “Este libro lo ha examinado de principio a fin al-Hasan b. Muhammad b. Ahmad al-Wazzan al-Fasi” (al-Fasi hace referencia a Fez y al-Wazzan se cree que significa “el pensador”). Anotaciones similares han aparecido en la Biblioteca del Escorial, en las que a veces firma como “Yuhannà al-Asad al-Garnati” (Juan León de Granada).
Así, donde los africanos sean afrentados diré que yo nací en Granada y no en el África, y cuando mi patria chica sea la vituperada, aduciré en mi favor que me crié en tierra africana y no en Granada. (Descripción general del África, tr. Fanjul, 137).
Exilio en Fez
Su familia se fue de la ciudad en 1492, en dirección a Fez, mismo reino que eligió Boabdil un año después tras vender los derechos sobre Laujar (Almería) y el resto de tierras que los Reyes Católicos le habían asignado en las Alpujarras.
El Reino de Fez, gobernado entonces por los wattásidas, de origen bereber, estaba en pleno apogeo económico y cultural. A pesar de las invasiones españolas y portuguesas del norte de sus dominios tenía acuerdos interesantes con los reinos ibéricos, uno de ellos (firmado en 1485) garantizaba la seguridad de su flota en el Mediterráneo a cambio de no intervenir en la Guerra de Granada.
Tras la compra de unos terrenos en el Rif de los que cobraban una renta y establecidos en la ciudad de Fez, de forma desahogada, el joven Hasan realizó sus estudios en la Madrasa de Qarawiyyin (actual Universidad de Al-Karaouine), una mezquita y escuela religiosa fundada en el 859 por dos mujeres tunecinas pero que con el paso del tiempo se convirtió en el centro cultural y educativo más importante del mundo conocido. Dentro sus preciosas paredes se impartían, además del Corán y el fiqh (jurisprudencia islámica), la gramática, la retórica, la lógica, la medicina, las matemáticas, la astronomía, la química, la historia, la geografía y la música .
Al término de sus estudios obtuvo el título en jurisprudencia islámica (alfaquí) y accedió al cuerpo diplomático del sultán Muhammad al-Burtuqali, junto a su tío. Con este realizará numerosos viajes por el norte de África o el Cercano Oriente. También ejerció de secretario en el hospital de foráneos y enajenados de Fez.
A la muerte del sultán al-Sayj, padre de al-Burtuqali, Hasan, regaló a uno de los hijos del soberano (posiblemente al propio Burtuqali) un pequeño libro manuscrito en el que había recopilado los epitafios más hermosos de toda Berbería, especialmente los encontrados en los cementerios de Fez, con el ánimo de que le sirviese de consuelo. Se cree, no sin grandes dudas, que rondaría los 19 años entonces.
Las misiones diplomáticas de Hasan al-Wazzan
En 1505, en una de estas misiones diplomáticas, llega a la ciudad de Tombuctú, entonces parte del Imperio Songhai y gobernada por el askia Muhammad Turé (r.1493-1528), uno de los mayores imperios islámicos de la historia.
Se dice que fue el primer europeo que entró en esta mítica ciudad; habría que esperar más de 300 años para que un europeo no musulmán pudiera llegar a las murallas de Tombuctú, el explorador escocés Alexander Gordon Laing en 1825. El siguiente “hispano” en llegar a Tombuctú fue Cristóbal Benítez, miembro de la expedición trans-Sahariana de Oskar Lenz. Él mismo afirma también haber visitado Babilonia, Persia, Armenia y Tartaria. Estos viajes no estaban exentos de penalidades y peligros, no eran viajes de lujo, aunque siempre era bien recibido allí donde llegaba, al igual que su tío.
En cierta ocasión, muy cerca de Marrakech, los habitantes de una kabila tenían la curiosa costumbre de exponer sus problemas a todo forastero que se encontraban por allí a fin de que los resolviese. Por culpa de esto fue retenido durante nueve días en contra de su voluntad, viéndose obligado a solucionarles el problema a modo de juez de guardia.
Hacia 1513 regresa a Tombuctú y continúa su viaje hasta el sur, llega a Nubia pasando por varios lugares de la actual Mauritania. Se cree que este viaje pasa por Egipto, en donde es recibido por la corte del sultán mameluco Qansawh alGawri, poco antes de que el Imperio Otomano (Selim I) conquistara su trono y le quitara también la vida.
En 1517, parte hacia otra misión diplomática, esta vez hacia Constantinopla, en su camino pasa por numerosas poblaciones del norte de África. Hace noche en Argel, en casa de un embajador que había sido enviado a España y a cuyo regreso trajo consigo “unos tres mil manuscritos árabes comprados en Játiva”. Presenció en su largo camino como Jeireddín Barbarroja ponía sitio a Bugía.
Ese mismo año, al llegar al puerto de Roseta, se encontró con la sorpresa de que Selim había conquistado Egipto. Desde El Cairo remonta el Nilo hasta Asuán, atraviesa el desierto hasta el mar Rojo donde hacia la Península Arábiga (Yambu) y de allí a Yedda, desde donde presumiblemente iría a La Meca.
Hasan al-Wazzan es capturado por españoles
En 1518 fue capturado por naves de guerra cristianas, concretamente por el corsario español —y caballero de la Orden de Santiago— Pedro de Cabrera y Fernández de Bobadilla, cerca de la isla de Creta. Fue llevado a Roma, debido a su rango diplomático (embajador del rey de Fez) e inicialmente encarcelado en el Castillo de Sant’Angelo. Allí pasa los días leyendo libros de la Biblioteca Vaticana junto al guardián del castillo, Giuliano Tornabuoni, obispo de Saluzzo, con el que seguro establece una gran amistad.
Según la historia popular, sus captores, impresionados por sus conocimiento y cultura, lo llevaron a la presencia del Papa León X. Pero realmente consideraron a Hasan un herramienta clave para frenar la invasión que parecía estar planeando el Imperio Otomano contra Sicilia y el sur de Italia y lo llevaron ante el Papa a fin de buscar información y ayuda sobre los Imperios de África del Norte.
“Nace” Juan León el Africano
En 1520 fue liberado y bautizado en la Basílica de San Pietro. Su nombre al bautizarse, como hacían muchos conversos de la época, fue el de su padrino, en este caso Giovanni Leone di Medici. Pronto se le conoció como Leone (o Leo), il africano, es decir, León el Africano. En español Juan León, en árabe Yuhannà al-Asad.
En Italia pasa tiempo corrigiendo libros, como alguna traducción que había al latín del Corán y traduce al árabe varias epístolas cristianas.
Tras prestar servicio en la corte del Papa León X se fue de Roma y pasó los siguientes cuatro años viajando por Italia. Estuvo en Bolonia donde escribió un diccionario médico árabe-hebreo-latino, del cual solo se ha conservado la parte árabe. En Bolonia también escribió un libro sobre gramática árabe, del cual solo quedan ocho páginas. Regresó a Roma en 1526 quedando bajo la protección del Papa Clemente VII.
Della descrittione dell’Africa et delle cose notabli che ivi sono (Descripción de África).
En Roma, el 10 de marzo de 1526, termina su obra cumbre, su libro Della descrittione dell’Africa et delle cose notabli che ivi sono, en donde describe la geografía del norte de África a modo de relato de viaje. Lo firma como “compositore Ms Joan Lione Granatino”, Juan León el Granadino.
Al año siguiente se sabe que publica un par de libros, pero a partir de ahí la pista del granadino se pierde. Es muy posible que se fuera de Italia alrededor de 1528. Recordemos que en 1527 el Saco de Roma, por las tropas del emperador Carlos V, no dejaron a Roma en muy buenas condiciones. La mayoría de mecenas se fueron y seguramente los artistas e intelectuales con ellos.
Enlaces externos:
Mapa interactivo con los viajes de León el Africano
Libro de la Descripción de África en su versión online
Fuentes:
Penelas, Mayte (2012). Artículo “al-Wazzan, al-Hasan” publicado en Lirola Delgado, J. (ed.), Biblioteca de al-Andalus, 7, Almería, Fundación Ibn Tufayl de Estudios Árabes.
Domingo Malvadi, Arantxa (2011)Bibliofilia Humanista en tiempos de Felipe II: la biblioteca de Juan Páez de Castro.
Jean-Léon l’Africain (1956). Descripción de l’Afrique: Nouvelle édition traduite de l’italien par Alexis Épaulard et annotée par Alexis Épaulard, Théodore Monod, Henri Lhote y Raymond Mauny (2 Vols) . París: Maisonneuve.
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