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Agosto de 1944: alzamiento y masacre en Varsovia

El episodio que arrasó la capital del Vístula hasta sus cimientos

Es bastante conocido el episodio del Levantamiento de Varsovia en 1944 contra los alemanes, pero se suele pasar por alto la dura represión que sufrieron los insulgentes.

MASACRE POLONIA WOLA
Personas reunidas en el lugar de uno de los asesinatos de la masacre de Wola

A medida que avanzaba el ejército alemán controlanto la situación se produjeron sucesos como la “Masacre de Wola” o la “Masacre de Ochota”. La de Wola, bastante desonocida, está considerada por algunos historiadores como la peor masacre de civiles ocurrida en la Segunda Guerra Mundial.

Otra herida en la historia polaca

Mateusz Morawiecki, primer ministro de Polonia (2020) escribió:

Auschwitz, Majdanek, Treblinka, Sztutowo: estos nombres son conocidos en todo el mundo.

Son símbolos del genocidio perpetrado en nombre de la ideología totalitaria del nazismo criminal. A estas monstruosidades, pertenece la ‘Masacre de Wola’, cuando en el transcurso de 10 días (2-12 de agosto de 1944) los alemanes asesinaron a unos 65,000 residentes de Varsovia durante el Levantamiento de Varsovia.

El monstruoso genocidio, cometido contra los residentes de Varsovia, debe ser recordado y documentado.

A algunos los quemaron vivos, a miles se les ordenó sujetar tablas de madera antes de dispararles para que las pilas de los asesinados ardieran más rápido en los patios y plazas, transformadas en crematorios.

Antecedentes

El 1 de agosto de 1944. Varsovia, tras cinco años de ocupación fascista, se levantó en armas en lo que se registraría como el mayor alzamiento popular jamás registrado en los territorios ocupados por Alemania.

polonia matanza
Mapa que muestra el avance de los ejércitos alemán y soviético durante la invasión de Polonia.

Con la moral alemana hecha trizas, a menos de 1 año del final de la guerra, y el Ejército Rojo ya en la orilla este del Vístula, desde julio de 1944, dirigido por el mariscal Rokossovsky. Ningún momento parecía mejor que el presente. Tras un estrecho contacto con el gobierno polaco en el exilio y tras asegurar ciertas garantías de ayuda aliada, el Ejército Nacional (el movimiento militar polaco en tiempos de guerra, también conocido como Armia Krajowa o AK) organizó un ataque militar con el objetivo de liberar Varsovia e instalar un gobierno independiente.

La inteligencia alemana era consciente de que era posible un levantamiento, pero nada parecía claro. Los llamamientos de Ludwig Fischer, el gobernador de la Polonia ocupada, para que 100,000 polacos se presentaran para trabajar en las defensas antitanques fueron ignorados, al igual que las transmisiones que recordaban a los polacos su heroica batalla contra Rusia en 1919-20.

Las tensiones aumentaron con la caída de panfletos lanzados por el Ejército Rojo instando a los varsovianos a las armas, y se exacerbaron aún más el 30 de julio con un anuncio de radio soviético que decía: “¡Pueblo de la capital! ¡A las armas! ¡Atacad a los alemanes!”

Armia Krajowa
Emblema del AK, el Ejército Nacional polaco

A pesar de esto, el Ejército Rojo no hizo ningún intento concertado para ayudar a los polacos, mientras que las promesas de apoyo aliado resultaron en gran parte inútiles, ya que el ejército de la alianza más cercano era precisamente el que les negaba la ayuda.

En cuanto a la jerarquía nazi, reaccionaron con rabia ciega a este golpe de insolencia polaca, y lo que siguió fue una lucha épica de 63 días durante la cual el Ejército Nacional enfrentó la ira total de Hitler. Estaba a punto de escribirse el capítulo más notorio de la historia de Varsovia.

Estalla la rebelión

Por orden del general Tadeusz ‘Bor’ Komorowski, el 1 de agosto, a las 5 de la tarde, hora W (Wybuch significa brote), unos 40,000 miembros del Ejército Nacional (Armia Krajowa) atacaron las posiciones clave alemanas.

varsovia nazi polonia
Observaciones finales al plan antes de la Hora “W” , firmadas por Antoni Chrusciel “Monter” el 1 de agosto de 1944 a las 9:00 AM.

Varsovia en ese momento estaba en manos de una guarnición de 15,000 alemanes, aunque esa superioridad numérica, faltos de armamento y de adiestramiento no era para nada determinante. No obstante, el factor sorpresa fue la clave, tomando a los alemanes con la guardia baja y, a pesar de grandes pérdidas, los polacos capturaron una serie de objetivos estratégicos, incluido el casco antiguo, la “Prudential Tower” (entonces el edificio más alto de Polonia) y la oficina de correos.

El primer día había costado la vida a unos 2,000 polacos, pero por primera vez desde la ocupación, su bandera ondeaba una vez más sobre la capital.

Los insurgentes eran un batiburrillo, y es difícil establecer el número de unidades de combate desplegadas durante el levantamiento. Junto al Ejército Nacional combatían numerosas  organizaciones clandestinas que operaban de forma independiente, cerca de 800 soldados del Armia Ludowa (AL), el Ejército Popular y unos 500 hombres de una organización armada de izquierdas denominada de manera similar: PAL (Ejército Popular de Polonia).

Había más de 4.000 mujeres combatientes, una unidad de eslovacos, decenas de judíos liberados de un campo de concentración de Varsovia, un pelotón de voluntarios sordomudos encabezados por un oficial llamado Yo Yo, un nigeriano, un prisionero inglés, liberado, llamado John. Todos, evidentemente, mal equipados y con tendencias casi suicidas.

Insurgentes de Varsovia
Insurgentes de Varsovia

* (Para saber más sobre los combatientes polacos, hay un buen resumen en la Wikipedia Polaca: AQUÍ)

La orden de Hitler

Sin embargo, a pesar de estos éxitos iniciales, la resistencia polaca no pudo unirse como estaba planeado, ya que los alemanes seguían manteniendo posiciones importantes como el aeropuerto.

Mientras tanto, Hitler, al recibir la noticia del alzamiento envió esta orden: ” No se deben tomar prisioneros (…) Todos los habitantes deben ser fusilados “.

Wola masacre polonia varsovia
Un Junkers Ju 87 (Stuka) bombardeando el casco antiguo durante el Levantamiento.

Contraofensiva alemana: las matanzas

En cuestión de días empezaron a llegar refuerzos alemanes, y el 5 y 6 de agosto arrasaron el distrito occidental de Wola, masacrando a más de 40,000 hombres, mujeres y niños en lo que se convertiría en uno de los episodios más salvajes del Levantamiento. En el resto de distritos, como en el de Ochota, las brigadas alemanas no fueron menos salvajes, tenían órdenes de no dejar a nadie con vida.

Los alemanes, al mando del Erich von dem Bach-Zelewski, respondieron también con artillería pesada, ataques aéreos, trenes blindados y tanques.

Wola massacre victims memorial
Memorial a la masacre de Wola

Las bajas fueron unas 20 veces más altas en el bando polaco que las infligidas a los alemanes, pero continuaron la lucha con estoica seguridad en sí mismos.

El problema del apoyo aéreo

El apoyo aéreo era vital para que el levantamiento tuviera éxito, pero las esperanzas se frustraron con la negativa de Stalin de permitir que aviones aliados usasen aeropuertos controlados por los soviéticos.

En cambio, la RAF estableció bajo gran riesgo una nueva ruta que iba desde la ciudad italiana de Brindisi a Varsovia, perdieron el 16% de sus aparatos debido a esto.

Apoyo desde la Polonia ocupada por la URSS

Después de seis semanas de inacción, Rokossovsky dio luz verde para que una fuerza polaca al mando del general Zygmunt Henryk Berling cruzase el río y ayudase a los insurgentes. La operación fue un fracaso, las bajas fueron muy altas y la operación fue cancelada. Para los rusos, este intento de cruzar el Vístula fue suficiente; Varsovia estaba sola.

Konstantín Rokossovski
Konstantín Konstantínovich Rokossovski

Capitulación de la resistencia polaca

8,000 polacos defendían el casco antiguo de Varsovia, pero la situación era insostenible. Cada vez había más alemanes, cada vez caían más proyectiles. Las bajas aumentaban de forma alarmante y acordaron pactar un alto el fuego e iniciar una rendición.

Las negociaciones se iniciaron a principios de septiembre. Abandonados por sus aliados, los polacos se vieron obligados a capitular una vez más, tras 63 días, la batalla había terminado.

Después de haber entregado su armamento, cerca de 12,000 soldados polacos marcharon hacia el cautiverio alemán. La batalla había costado 200,000 vidas civiles, mientras que las bajas militares entre alemanes y polacos sumarían 40,000.

Los habitantes restantes de Varsovia fueron exiliados, y los alemanes se dispusieron a destruir lo que quedaba de la ciudad. “Ni una piedra puede permanecer en pie“, advirtió Himmler, y lo que sucedió a continuación sólo puede describirse como la devastación metódica y calculada de una ciudad. Los alemanes destruyeron el 85% de Varsovia.

Los edificios se numeraron de acuerdo con su importancia para la cultura polaca antes de ser dinamitados por equipos de ingenieros, mientras que las áreas menos históricas simplemente se quemaron. Nada se salvó de la “iconoclasia”, ni los árboles.

Muchas de estas ruinas y “cicatrices” aun son visibles en la Varsovia actual:

Wola masacre polonia varsovia
(inyourpocket.com)

Los culpables de las Masacres de Varsovia

Los principales perpetradores de la masacre de Wola y masacres similares, como la del distrito de Ochota fueron Heinz Reinefarth y Oskar Dirlewanger.

masacre ochota
Placa en la esquina de las calles Tarczyńska y Daleka en el distrito de Ochota de Varsovia

Dirlewanger, que ordenó y participó personalmente en muchos de los peores actos de violencia, fue arrestado el 1 de junio de 1945 por las tropas de ocupación francesas mientras se ocultaba bajo un nombre falso cerca de la ciudad de Altshausen en la Alta Suabia. Murió el 7 de junio de 1945 en un campo de prisioneros francés en Altshausen, probablemente como resultado de los malos tratos por parte de sus guardias polacos.

En 1945, Reinefarth fue detenido por autoridades británicas y estadounidenses, pero nunca fue procesado por sus acciones en Varsovia, a pesar de las solicitudes polacas de extradición. Después de que un tribunal de Alemania Occidental lo liberara por falta de pruebas, Reinefarth disfrutó de una exitosa carrera como abogado en la posguerra, convirtiéndose en alcalde de Westerland y miembro del parlamento Landtag de Schleswig-Holstein falleciendo en 1979.

Fuentes utilizadas:
Zdzisław Życieński, O Pomnik Powstania WarszawskiegoCezary Chlebowski : "Fan": organización subversiva monográfica dedicada al Ejército: septiembre de 1941 - marzo de 1943 , Varsovia, Estudio de la Polonia subterránea. Londres, "Documentos del ejército 1939-1945", Volumen II, junio de 1941 - abril de 1943, Ossolineum, 1990Tomasz Strzyżewski : El gran libro de censura de la República Popular de Polonia en documentos . Varsovia: Prohibita, 2015, Jerzy Ślaski : Lucha contra Polonia . Varsovia: Pax Publishing Institute , 1990 W. Grabowski: Armia Krajowa , Boletín del Instituto del Recuerdo Nacional, 2011,Web del Museo de las Tradiciones de la Independencia en Łódź Archivo del Museo del Ejército Nacional en CracoviaArchivo de la Asociación Mundial de Soldados del Ejército Nacional ( ŚZŻAK )Archivos del Museo de Varsovia

Miguel Ángel Ferreiro

Militar de carrera, autor de "La Segunda Columna" (Ed.Edaf), director de este proyecto e Historiador del Arte (UNED). Entre África y Europa, como el Mediterráneo.
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