Ustacha (a veces ustasha y en croata Ustaša) fueron un movimiento creado por Ante Pavelić en 1930 para enfrentarse a la autoridad del rey de Yugoslavia y para luchar por una Croacia independiente.
La disolución del Imperio Austro-Húngaro
Para entender bien cómo y porqué se fundó el movimiento Ustacha, hay que comprender cuál era la situación en la región, y para eso, debemos remontarnos hasta 1918, con la disolución del Imperio Austro-Húngaro, una nación que contenía varios pueblos y regiones.
Con su ruptura surgieron múltiples territorios “nuevos” como el Reino de Rumanía o la Segunda República de Polonia, entre otros. En este contexto, el Sabor, el parlamento croata, votó su independencia con respecto al Imperio Austro-Húngaro y decidió unirse al recién creado Estado de los Eslovenos, Croatas y Serbios.
Pese a que el Reino de Serbia no estuvo en un inicio en el Estado de los Eslovenos, Croatas y Serbios, un mes después, el Reino de Serbia decidió unirse, y el Estado pasó a denominarse Reino de los Eslovenos, Croatas y Serbios, con la dinastía serbia de Karađorđević a la cabeza y Petar I de Serbia al mando.
Con el dominio serbio del Reino, se neutralizaron la autonomía y las instituciones croatas, y el Sabor fue abolido, ya que el rey quería un estado unitario y sin divisiones territoriales, étnicas o culturales de cualquier tipo.
Ante Starčević y el Partido de Derechos, los referentes ideológicos de los Ustacha
En ese contexto, empezaron a tomar fuerza movimientos ya existentes, dentro de Croacia, que querían una mayor autonomía para su región y la protección y preservación de su cultura y lengua, siendo uno de los destacados el Partido de Derechos (en croata Hrvatska stranka prava o HSP). Este partido, fue fundado en 1871 con el objetivo de unificar a los croatas y pedir más autonomía frente a la monarquía de los Habsburgo (cuando formaban parte del Imperio Austro-Húngaro). Uno de sus creadores, Ante Starčević, fue uno de los ideólogos de este nacionalismo croata (aunque no el único), que a su vez, tenía una base profundamente católica, anti-Habsburgo y anti-serbia.
Además, Starčević, también elaboró una nueva versión del idioma croata, distanciándolo más de las otras lenguas o dialectos eslavos para reforzar la idea de que Croacia era una nación con un idioma propio, aunque muchos autores definen el croata creado por Starčević como “artificial”.
Entre las teorías de Starčević, también se encontraba la de la anexión de Bosnia y de Herzegovina a Croacia. Es importante señalar que Starčević no veía como enemigo al Islam, religión mayoritaria de Bosnia, ya que consideraba que los bosnios (que consideraba también croatas) se habían convertido al Islam para preservar su lengua y cultura durante el dominio del Imperio otomano. Sin embargo, sí que veía como enemigo al cristianismo ortodoxo, que lo consideraba una corriente pro-rusa y, por lo tanto, una amenaza.
Así es todo, no habría que considerar a Starčević, pese a lo que muchos ustacha aseguraban, alguien favorable al totalitarismo, ya que en su ideología había un pensamiento democrático marcado y basado en la participación popular, por lo tanto, sin un monarca. Podría decirse, pues, que los ustacha adaptaron a su conveniencia las ideas de Starčević.
Pero Starčević sólo fue uno de los pensadores en los que los ustacha fundaron su ideología. Otras figuras como el padre franciscano Krunoslav Draganović, argumentaba que durante los siglos XVI y XVII se había producido una conversión forzosa al cristianismo ortodoxo en Herzegovina y que eso justificaba su anexión a Croacia para “subsanar ese error”.
Mucho más relevante fue Milan Šufflay, defensor de una Croacia venida a menos por culpa del Reino de Serbia. Sobre este último cabe destacar su muerte, ocurrida a manos de un partidario del gobierno serbio y que impulsó el surgimiento de varios movimientos nacionalistas.
Stjepan Radić, el Partido Campesino Croata y la dictadura del rey de Yugoslavia
Stjepan Radić sería la pieza clave para comprender finalmente el surgimiento y popularidad de los ustacha. En 1904 se fundó un nuevo partido nacionalista, el Partido Campesino Croata (en croata Hrvatska seljačka stranka, HSS). Similar en objetivos del Partido de Derechos, buscaba una mayor autonomía de Croacia, pese a las reticencias de las fuerzas serbias que querían mantener el poder en Belgrado.
Se produjo, pues, un aumento de la tensión entre el Partido Campesino Croata y el parlamento serbio, que empeoró cuando el HSS se dispuso a sabotear las sesiones parlamentarias para conseguir una mayor atención. Sin embargo, la tensión acabó por desbordarse con un fatal desenlace: en junio de 1928, durante una sesión parlamentaria, Radić fue herido de muerte por un disparo de un diputado montenegrino.
Ante esta situación, en enero de 1929, el rey Aleksandar I decidió imponer una dictadura real, obligando a todos los partidos nacionalistas a disolverse y cambiando el nombre del país de Reino de los Eslovenos, Croatas y Serbios a Reino de Yugoslavia, en un intento de unificación y centralización.
Organizaciones como el Partido de Derechos fueron disueltos y muchos de sus miembros, entre ellos Ante Pavelić, se vieron forzados al exilio. Pavelić terminó en la Italia (dirigida por Mussolini desde 1922).
Ante Pavelić, el exilio y el Estado Independiente de Croacia
Ante Pavelić, conocido actualmente por ser el fundador de los ustacha, ya tenía fama antes de eso por ser un firme opositor a Serbia, especialmente en los años 1927 y 1928, donde empezó a hacer contactos con grupos de su misma ideología anti-Serbia y anti-Yugoslavia, y profundamente racista contra los judíos y otras etnias presentes en el territorio.
Todo esto se pudo ver en su panfleto Uzpostava hrvatske države, trajni mir na Balkanu, que se traduciría como El establecimiento del Estado Croata: paz duradera en los Balcanes, donde además se hacía una recapitulación de los hechos clave de la historia croata.
Los ustacha, fundados durante su exilio, empezaron una campaña de terror contra Yugoslavia, caracterizada por múltiples asesinatos, atentados, etc. El atentado de mayor importancia fue el del rey de Yugoslavia, Aleksandar I.
Los hechos se dieron en octubre de 1934 cuando tres ustacha planearon su asesinato mientras el rey estaba en Francia, para conseguir una alianza con el país galo. Esto provocó una serie de protestas y desórdenes públicos en Yugoslavia, además de las presiones de Francia para que se prohibiesen organizaciones como los propios ustacha en toda Europa. Incluso consiguió que la Italia de Mussolini detuviese y metiera en prisión durante dos años (1934-1936) a Pavelić por el asesinato del rey.
Pavelić empezó entonces a ganar popularidad por la represión que sufría, gracias sobre todo a las campañas que algunos ustacha en Croacia (pese a estar ilegalizados) hacían. En 1937, en un pacto entre Italia y Yugoslavia, se prohibió a los ustacha y sus actividades, lo que a su vez empezó a despertar simpatías entre los sectores universitarios, que veían el movimiento ustacha como un movimiento patriótico que defendía a su país de los abusos de Yugoslavia.
Un año antes, en 1936 se ofreció una amnistía a los miembros exiliados, que algunos aceptaron para regresar a Croacia. Una vez allí, la mayoría se infiltró en movimientos paramilitares de otros partidos, con un mismo objetivo: luchar contra la opresión yugoslava.
La llegada al poder de los ustacha se produciría 4 años después. En 1941, las tropas nazis entraron en Yugoslavia y ofrecieron el poder al Partido Campesino Croata, el más influyente en ese momento, pero Vladimir Maček, el sustituto del difunto Stjepan Radić, renunció al poder ofrecido por los alemanes.
En esas circunstancias, surgió la figura de Slavko Kvaternik, uno de los fundadores de los ustacha que se habían quedado en Croacia y que formaban parte de los grupos paramilitares tomando el control de la policía en Zagreb, mientras por radio anunciaba la creación del Estado Independiente de Croacia (Nezavisna Država Hrvatska, NDH), un nombre que reivindicaba la independencia de Croacia respecto a Yugoslavia.
Fue en este momento cuando Pavelić y varios grupos ustacha que se encontraban exiliados en Italia volvieron a Croacia, y Pavelić ocupó el poder, intitulándose Poglavnik, un equivalente al título de Duce en el caso de Mussolini o el de Führer en el de Hitler.
El mismo 1941 se creó un ejército para el recién formado estado, que creció rápidamente. Una de esas facciones fue la conocida como Milicia Ustaša, conocida por sus atrocidades durante la Segunda Guerra Mundial, como el control de campos de concentración, donde se internó a serbios, judíos o gitanos, entre otros.
El fin del Estado Independiente de Croacia
El nuevo Estado controlado por Pavelić era, a su vez, dominado por la Italia fascista y la Alemania nazi. Este Estado duró entre 1941 y 1945, y su fin se dio por una serie de circunstancias. Uno de los factores más influyentes fue la toma de control de Heinrich Himmler, sobre las fuerzas ustacha. Este hecho, fruto de la decisión de Hitler, se dio porque el gobierno de Pavelić, con sus políticas de extrema represión y violencia, empezó a generar cierta oposición al régimen.
Para remediarlo, Hitler puso al mando del territorio y de un cierto número de tropas a Himmler, para controlar la región de los Balcanes. Entre el aumento de la desconfianza del pueblo en Pavelić y que los ustacha perdían más poder, pronto se creó un clima de desaprobación hacia él.
Internamente, el régimen también se fraccionó. Ante la rendición de Italia en 1943, Croacia intentó ocupar territorios italianos con presencia croata, territorios que pronto fueron dominados por la Alemania nazi también, generando indignación entre sectores ustacha.
Con la creciente oposición de los ustacha a las fuerzas del Eje, algunos sectores empezaron a acercarse a los Aliados, incluso algunos ministros que Pavelić pronto reprimió. Pero con la rendición de Rumanía y Bulgaria ante los soviéticos, y la presión aliada en los otros frentes, pronto el Estado Independiente de Croacia se vio sobrepasado hasta que en mayo de 1945, las tropas soviéticas tomaron Zagreb anexionando Croacia a la URSS.
Fuentes:
Alegre Lorenz, David “El Estado Independiente de Croacia (NDH): encrucijada de imperios, violencias, comunidades nacionales y proyectos revolucionarios 1941-1942” en Rodrigo, Javier (ed.) “Políticas de la violencia. Europa, siglo XX”.
Bartulin, Nevenko “The Ideology of Nation and Race. The Croatian Ustasha Regime and its policies toward minorities in the Independent State of Croatia, 1941-1945”
Bartulin, Nevenko “The Ideology of Nation and Race: The Croatian Ustasha regime and its policies toward the Serbs in the Independent State of Croatia 1941-1945”
Ramet, Sabrina P. “The NDH – An Introduction”
