La Guerra de la Segunda Coalición (1798-1802), que forma parte de las Guerras Revolucionarias Francesas, fue el segundo intento de una alianza de las principales potencias europeas para derrotar a la Francia revolucionaria. Esta Segunda Coalición, que incluía a Rusia, Austria, Gran Bretaña, Nápoles, Portugal y el Imperio Otomano, fue derrotada por la República Francesa, y las hostilidades terminaron con el Tratado de Amiens en 1802.
Orígenes
Con la firma del Tratado de Campo Formio el 17 de octubre de 1797, la Guerra de la Primera Coalición (1792-1797) finalmente llegó a su fin. Nacida de las tensiones en torno a la Revolución Francesa (1789-1799), la guerra había visto a la recién nacida República Francesa enfrentarse a la mayoría de las grandes potencias de Europa, incluyendo Austria, Prusia, Gran Bretaña y España, mientras lidiaba simultáneamente con varias rebeliones contrarrevolucionarias dentro de sus fronteras.
A través de esfuerzos draconianos como la conscripción masiva y el derramamiento de sangre del Reinado del Terror, la República Francesa logró no sólo sobrevivir a la amenaza existencial planteada por estos enemigos, sino triunfar; para 1796, los ejércitos franceses habían ganado una serie de victorias en los Países Bajos, en el Rin y en Italia. Las frustradas naciones de la Primera Coalición abandonaron gradualmente la guerra hasta octubre de 1797, cuando Austria firmó la paz en Campo Formio y dejó a Gran Bretaña como la única potencia en guerra con Francia.
La victoria dejó a la República Francesa como la principal potencia en Europa Occidental, rivalizada sólo por la propia Gran Bretaña. Francia había anexado Bélgica, Luxemburgo y la orilla occidental del Rin y gobernaba indirectamente Holanda y el norte de Italia a través de una serie de estados clientelares conocidos como ‘repúblicas hermanas’. Para los franceses, que habían logrado sus objetivos bélicos de preservar su Revolución y expandirla por Europa, esto no era sólo una victoria, sino también un indicador de la grandeza del pueblo francés. En este momento, los franceses se autodenominaban cada vez más como “La Gran Nación”, un estado superior a todos los demás y no sujeto a reglas internacionales.
Este aumento del nacionalismo coincidió con un fuerte giro de vuelta al jacobinismo extremista; el Golpe de Estado del 18 de Fructidor (4 de septiembre de 1797) purgó al gobierno de la República, llamado el Directorio Francés, de sus miembros conservadores y realistas, muchos de los cuales fueron exiliados a la Guayana Francesa. Esta resurgencia neo-jacobina resultó en una nueva ola de violencia contra los sacerdotes y los oponentes políticos y reavivó el desdén por las monarquías del antiguo régimen de Europa. El nuevo Directorio Fructidoro rompió rápidamente las conversaciones preliminares de paz con Gran Bretaña y comenzó a hacer planes para una mayor expansión territorial.
Aumento de la Agresividad y la Formación de la Segunda Coalición
En el Congreso de Rastatt, que se reunió en noviembre de 1797 para finalizar la paz entre Francia y el Sacro Imperio Romano Germánico, se hicieron evidentes las primeras señales de la agresiva política exterior de Francia en la posguerra. A pesar de la promesa del Emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, Francisco II, la actitud francesa comenzó a mostrar una disposición cada vez mayor hacia la expansión territorial y la dominación política.
Este aumento de la agresividad puso en alerta a las potencias europeas, lo que finalmente condujo a la formación de la Segunda Coalición. Se trataba de un conjunto de potencias europeas que buscaban contrarrestar la creciente influencia francesa y, en última instancia, restaurar el orden monárquico en Francia. Dicha Coalición estaba compuesta por Rusia, Austria, Gran Bretaña, Nápoles, Portugal y el Imperio Otomano, todas las cuales se unieron con el objetivo común de derrotar a la Francia Revolucionaria.
La Guerra y el Tratado de Amiens
A lo largo de la Guerra de la Segunda Coalición, las potencias europeas lucharon con tenacidad, pero finalmente no lograron su objetivo de derrotar a la República Francesa. Los ejércitos franceses, impulsados por el fervor revolucionario y el deseo de preservar y expandir su revolución, lograron resistir y, finalmente, repeler a las fuerzas de la Segunda Coalición.
Cuadro resumen con algunas de las batallas más representativas de la Guerra de la Segunda Coalición (1798 – 1802):
Batalla | Fecha | Fuerzas enfrentadas | Bando vencedor | Tipo de batalla |
---|---|---|---|---|
Las Pirámides (Embabeh) | 21 de julio de 1798 | Francia vs Egipto (Mamelucos) | Francia | Terrestre |
Abukir (Batalla del Nilo) | 1-3 de agosto de 1798 | Francia vs Reino Unido | Reino Unido | Naval |
Ostrach | 21 de marzo de 1799 | Francia vs Austria | Austria | Terrestre |
Stockach | 25 de marzo de 1799 | Francia vs Austria | Austria | Terrestre |
Magnano | 5 de abril de 1799 | Francia vs Coalición (principalmente Austria y Rusia) | Coalición | Terrestre |
Zúrich | 4-7 de junio de 1799 y 25-26 de septiembre de 1799 | Francia vs Coalición (principalmente Austria y Rusia) | Primera batalla: Coalición, Segunda batalla: Francia | Terrestre |
Trebbia | 17-20 de junio de 1799 | Francia vs Coalición (principalmente Austria y Rusia) | Coalición | Terrestre |
Novi | 15 de agosto de 1799 | Francia vs Coalición (principalmente Austria y Rusia) | Coalición | Terrestre |
Marengo | 14 de junio de 1800 | Francia vs Austria | Francia | Terrestre |
Hohenlinden | 3 de diciembre de 1800 | Francia vs Austria | Francia | Terrestre |
Algeciras | 6-12 de julio de 1801 | Francia/España vs Reino Unido | Francia/España | Naval |
Copenhague | 2 de abril de 1801 | Reino Unido vs Dinamarca-Noruega | Reino Unido | Naval |
Las hostilidades terminaron con la firma del Tratado de Amiens en 1802. Este tratado marcó el fin de la Guerra de la Segunda Coalición y, más ampliamente, de las Guerras Revolucionarias Francesas. Aunque no logró restaurar el orden monárquico en Francia, el tratado proporcionó un respiro necesario y puso fin a una época de conflicto casi constante en Europa.
Impacto y Legado de la Guerra de la Segunda Coalición
La Guerra de la Segunda Coalición es un período de la historia europea que merece un análisis detallado. No sólo representa un momento de cambio y turbulencia, sino que también pone de manifiesto las dinámicas de poder y las tensiones que configuraron la Europa del siglo XIX.
Aunque la Segunda Coalición no logró su objetivo de derrotar a la Francia Revolucionaria y restaurar el orden monárquico, su formación y la guerra subsecuente tuvieron un impacto duradero en la política y las relaciones internacionales de Europa. Las tentativas de expansión francesa y la resistencia de las potencias europeas a este expansionismo sentaron las bases de las tensiones geopolíticas que continuarían en las décadas siguientes.
Además, el fracaso de la Segunda Coalición en derrotar a la República Francesa sirvió para consolidar aún más la posición de Francia como una potencia importante en Europa. Francia, tras haber resistido con éxito a dos Coaliciones de las principales potencias europeas, emergió con una confianza y un sentido de legitimidad reforzados.
El Tratado de Amiens, aunque finalmente resultó ser poco más que una tregua temporal, proporcionó un respiro necesario y puso fin a un período de conflicto casi constante en Europa. Sin embargo, las tensiones subyacentes entre Francia y las otras potencias europeas persistirían, conduciendo eventualmente a las Guerras Napoleónicas.
Como curiosidad, es interesante señalar que la Guerra de la Segunda Coalición vio el comienzo de la prominente carrera militar de Napoleón Bonaparte. Aunque ya había establecido una reputación durante las Guerras Revolucionarias Francesas, fue durante la Guerra de la Segunda Coalición donde Napoleón empezó a consolidarse como uno de los comandantes militares más destacados de su tiempo. Después de la guerra, Napoleón se convertiría en el líder de Francia y posteriormente se autoproclamaría Emperador, marcando el comienzo de la era napoleónica.
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