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5 curiosidades de la ciudad de Cádiz

Cádiz es una ciudad misteriosa, llena de ecos del pasado y de la historia vivida de Puertas de Tierra hacia dentro y hacia fuera. Fenicios, romanos, el Sultanato de benimerín, Alfonso X, las Ámericas, la Guerra de Independencia… Cada rincón de Cádiz es historia viva.

Cádiz
Noël del. Daudet sculp. – Alexandre de Laborde (1812) Voyage pittoresque et historique de l’Espagne, II (primera parte), París: Imprimerie de Pierre Didot l’ainé Vista general de Cádiz.

La ciudad de Cádiz es una mina histórica. Ojo, su provincia también, pero hoy nos centramos en la ciudad, “Cadi—Cadi—Cadi” como dicen los lugareños. Cómo bien es conocido, fue la primera ciudad fundada por los fenicios gracias a su situación geoestratégica, entre el mar y el océano, entre dos aguas. 

Su devenir histórico es intenso e importante, tanto en la historia de España como en la del mundo. Su mencionada posición le confiere relevancia tanto en lo militar como en lo comercial, punto de encuentro de barcos mercantes y de armadas navegantes.

Vamos a rescatar cinco curiosidades históricas de la ciudad, a sabiendas de que podríamos sacar 5000 o más. Por ello, invitamos a los conocedores de la Cádiz que nos envíen las que conozcan y que no estén reseñadas, entre todos difundiremos la historia de la ciudad, de uno al otro confín.

5) Ciudad más antigua de Occidente

Fue la primera ciudad fundada por los fenicios en la península ibérica, como grandes comerciantes vieron pronto su aventajada situación geográfica e instalaron un puerto comercial en sus costas. 

Numerosos son los descubrimientos arqueológicos que datan de los siglos XIII y XI a.C., con grandes piezas como la escultura thoracata de emperador romano hallada en el islote de Sancti Petri o el anillo fenicio de Casa del Obispo, visibles en el Museo de Cádiz

Y su legado aún perdura. ¿Te has preguntado por qué su gentilicio es el de gaditanos? Para los fenicios, Cádiz se llamaba Gadir, mientras que los romanos la nombraron Gades. Ambos nombres se mantuvieron en el tiempo y depararon en el actual nombre de Cádiz. 

4) Túneles de escape

Los romanos dejaron su huella tras su paso por Cádiz. Muestra de ello son lugares como la Casa del Obispo y el Anfiteatro Romano que se conectan por medio de un sistema de alcantarillado que permitían el escape fuera del alcance de todos. Estos túneles han sido usados en todas las etapas históricas de la ciudad (musulmanes, reconquista, guerras, etc) y fruto de ese paso por ellos son las mil leyendas de los que son protagonistas. 

Niños perdidos que encuentran a árabes confabulando en torno a una mesa, piratas que esconden sus tesoros traídos de las Américas, masones y sus reuniones, brujas que portan calderos y realizan bajo Cádiz sus aquelarres… todos tienen cabida en la oscuridad de la historia.

3) Eclipsó el esplendor comercial sevillano

Sevilla era reina y señora del comercio con las Indias, por ella entraba y salía todo. Cádiz, durante esta época era un puerto de segunda, hasta que el Gualdaquivir comenzó a sedimentarse y el tránsito marítimo de tal envergadura comercial comenzó hacerse imposible.

Podrán decir que no, pero Felipe III y Felipe IV tuvieron miras de futuro con Cádiz, y antes de que sucediera lo del río en Sevilla, fueron confiriéndole a Cádiz ciertas responsabilidades, como la de formar una flota militar y la flota de carga de buques para las Indias. Gracias a estos dos encargos, el puerto se amplió y se realizó en piedra un gran conjunto de muelles. 

Con esta obra y un empujoncito más del tercer Felipe, el V, (el traslado de la Casa de Contratación) Cádiz comenzó su época de esplendor comercial eclipsando a la tan bulliciosa y relevante Sevilla.

2) Huella médica

Cómo todo en Cádiz, la Universidad de Medicina también proviene del mar, en este caso, de la medicina naval y de los colegios de médicos de la Armada. Juan Lacomba fue el creador de la Escuela de Practicantes en 1728, que se unía al Real Colegio de Cirugía de Cádiz. 

En 1748 se crea el Real Colegio de Cirugía de la Armada, por Pedro Virgil, y es la primera institución en dar el titulo de médico-cirujano en Europa, siendo también una institución protegida por ministros de la época, como el primer Marqués de la Ensenada. En 1843 pasa a ser “Facultades de Ciencias Médicas”, siendo una de las más prestigiosas de España. 

Grandes mentes médicas del romanticismo se formaron en esta facultad, tales como Francisco Canivell y Vila, José Celestino Mutis, Juan de Navas, Miguel Arricruz, Francisco Villaverde, Juan Manuel Aréjula, Ignacio Lacaba…

1) Las guerras configuran la ciudad

Los cañones que defendieron la ciudad no fueron desechados sin más, obtuvieron casi de inmediato una nueva funcionalidad: ser guardacantones, guardavivos o cantonera de esquina. Sí, esos postes de piedras o metales (cañón en este caso) que antiguamente resguardaba del roce de los carruajes las esquinas de las casas y las jambas de las puertas. 

Imagínense, si las gaditanas se hacían tirabuzones con las bombas de los franceses, que más les daba usar también los cañones.

Cádiz y sus historias

Nos hemos quedado cortos, bueno no, cortísimos con éstas curiosidades, no hemos hablado del Callejón del Duende, ni de la catedral, ni de las almejas de las paredes, ni de la plaza del Pópulo, ni de la Virgen del tiroteo, ni de la Pepa

La promulgación de la Constitución de 1812, obra de Salvador Viniegra (Museo de las Cortes de Cádiz).

Redacción

Equipo de Redacción / Notas de Prensa / Agencias
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