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Anni Albers: una mujer en la Bauhaus

Las mujeres en el taller textil de la Staatliche Bauhaus

Fue alumna de Paul Klee y sus diseños se basan en formas simples formando unos dibujos muy plásticos. Consiguiendo la perfecta degradación de colores. Gracias a los nuevos materiales sintéticos alcanzó dar una gran plasticidad a sus obras.

Anni Albers Bauhaus mujer
Anni Albers, Nudo 2, 1947, The Josef and Anni Albers Foundation, Vegap.

La situación de las mujeres  en la Bauhaus

La Bauhaus ha pasado a la historia por ser la primera escuela de diseño del siglo XX y la directora de un movimiento artístico revolucionario en el mundo de la arquitectura, diseño, arte y artesanía; con permiso de Adolf Loos. Sin embargo, sus ideas vanguardistas en materia de diseño no iban de la mano de los cambios progresistas, en cuanto a igualdad de género.

Anni Albers Bauhaus mujer
Mujeres en la Bauhaus, 1928. Fotografía de: http://vein.es/las-mujeres-en-la-bauhaus/

La intención de Gropius fue que las mujeres supusieran un tercio total de alumnos matriculados. La sorpresa fue cuando vio que más de la mitad de los inscritos eran mujeres, Gropius implemento unas tasas de matrícula distintas en función del sexo. A los hombres 150 marcos y 180 marcos a las mujeres. No obstante, el director de la escuela se pronunció a favor de la igualdad de sexos.

Ninguna diferencia entre el bello sexo y el sexo fuerte. Absoluta igualdad, pero absolutamente las mismas obligaciones. Ninguna consideración hacia las damas, en el trabajo, todos artesanos.

Así, en el primer semestre de la creación de la escuela, el número de matriculados fueron 84 mujeres y 79 hombres. Eso sí, en los cursos de arquitectura no fueron admitidas, sino que se las condujo a talleres “más blancos” y “propios para mujeres” discriminándolas sin más razón que su condición sexual.

Un taller para mujeres, el apogeo textil

Curiosamente, este taller tuvo una notable repercusión en la Bauhaus. Las directrices de los diseños que salían de este estudio fueron las formas geométricas, y los contrastes entre colores puros. El tejido evolucionó a nuevos materiales sintéticos, como el celofán o el alambre que reflejaban los colores. La industria propuso algunos de sus diseños para producirlos en serie. Por este estudio pasaron artistas excepcionales como Gunta Stölzl, la propia Anni Albers o Benita Otte, que fueron alumnas como profesoras.

Anni Albers Bauhaus mujer
Grupo de tejedoras en el taller de Anni Albers, 1928, Archivo de la Bauhaus.

Los inicios de Anni Albers en la Bauhaus

En principio no le gustó la idea de asistir al taller de tejido, puesto que sus intereses artísticos estaban basados en estudiar pintura. Como alternativa a la pintura decidió crear tejidos pictóricos y convirtió sus obras tejidas en grandes lienzos. Paul Klee fue un referente para las telas de Albers, puesto que animó a su alumna a seguir tejiendo sus “pinturas textiles”.

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Anni Albers, Wall Hanging, 1925.

En 1925 se casó con Josef Albers, profesor de la escuela. Y en 1931, tras la dimisión de Gunta Stölzl, se convirtió en directora del taller de tejido. Tristemente, por la llegada de Hitler al poder y el cierre de la escuela, se exilió junto a su marido en Estados Unidos. En su nuevo hogar fue muy reconocida en la manufactura del textil, aunque prefirió trabajar en sus creaciones personales, llegando a exponer algunas de ellas en el MoMA de Nueva York.

Anni Albers Bauhaus mujer
Anni Albers, Black-White-Yellow, 1926, The Josef and Anni Albers Foundation.

Pinturas tejidas

Fue una de las pioneras en recoger para el arte contemporáneo los motivos de cultura precolombina trascendiendo las nociones de artesanía y labor propias del género femenino. Al estar vinculada con la mayor escuela de diseño, La Bauhaus, intentó democratizar la pintura y eliminar las fronteras entre el arte y diseño. Albers creó nuevos prototipos cohesionando los textiles, el diseño gráfico y las características de su maestro, Paul Klee. La artista desarrolló una experimentación sobre los materiales, métodos sobre la trama y de la urdimbre, es decir, se preocupaba de la infraestructura de la tela.

Anni Albers Bauhaus mujer
Anni Albers, Tikal, 1958.

Cuando se marchó a Estados Unidos ejerció la docencia junto a su esposo, el pintor Josef Albers. Allí dieron clase en el instituto Black Mountain Collage en Carolina del Norte, trabajaron más de una década. En su nuevo hogar innovó con nuevos tejidos, además realizó una colaboración de joyería junto a estudiante Alexander Reed.

Anni Albers Bauhaus mujer
Anni Albers and Alexander Reed, Neck Piece, 1940.

El tejido pictórico fue un concepto muy importante para ella, porque es la forma con la cual se enfrenta a la dominación de la pintura de óleo sobre lienzo. Esta forma de entender la pintura era novedosa en el siglo XX. En la década de los años sesenta, Anni se dedicó a dominar las técnicas de las serigrafías, litografías y ediciones de offset. Finalmente, se abrió paso exponiendo en los mejores museos de EEUU, sus obras son un claro ejemplo de “pinturas tejidas”. En el año 1994, Anni Albers falleció dejando una enorme herencia de como comprender una nueva forma de hacer arte.

Creo que el arte es algo que te hace respirar con una distinta clase de felicidad.

Anni Albers.

Fuentes

Anni Albers “Tocar la vista”. Documental de la exposición celebrada en el Guggenheim de Bilbao. 

Esteso Buedo, C., Mujeres, Arquitectura y Construcción, Valencia, Universitat Politècnica de Valéncia, 2017. 

Martíns, P., “Las mujeres olvidadas de la Bauhaus” en VEIN. 

Sandra Antúnez López

Historiadora del Arte por la Universidad Complutense de Madrid. Sus principales líneas de investigación se centran en la Historia de la Moda y de los tejidos.
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