Cayo Mario fue un político y militar romano que ocupó siete veces el cargo de cónsul. Destacó por sus importantes reformas en los ejércitos romanos, derrotó a las tribus germánicas (Teutones, Ambrones y Cimbrios ), y fue llamado “el tercer fundador de Roma”. Su vida y carrera fueron significativas en la transformación de Roma de la República al Imperio.
El autor:
Francisco García Campa (Oviedo, 1975) es Licenciado en Derecho y Diplomado en RR.LL. Además se graduó en Geografía e Historia, plasmando su vocación por la historia en el blog “Bellumartis, historia militar“. Esta publicación (de HRM ediciones) es su debut en el mundo del ensayo histórico.
Sinópsis:
El libro nos traslada a finales del siglo II a.C., cuando la Roma Republicana se encontraba en una de sus edades doradas. Pero aquella edad dorada no lo era para todos los ciudadanos. Mientras los patricios se enriquecían con las materias primas de los tres continentes dominados, la gente corriente se arruinaba y dejaba sus tierras por los cada vez más prolongados servicios militares. Se hacían necesarias muchas reformas.
Perteneciente a una familia del orden ecuestre, Cayo Mario comenzó su fulgurante carrera militar en el asedio de Numancia, bajo las órdenes de Escipión Emiliano. Tras contraer matrimonio con Julia, tía de Julio César, alcanzó los contactos que necesitaba para impulsar su carrera política.
En el año 107 a.C. logró alcanzar por vez primera el título de cónsul. Mario era la alternativa, un hombre nuevo, un militar de éxito que aparecía como rival de la aristocracia romana, corrupta e incompetente. A partir de ahí su carrera se “benefició” de todas las agresiones bárbaras que sufría el Roma, siendo Cayo Mario el “refugio” perfecto. Será reelegido cónsul cuatro veces más por estos temores.
Pero el libro de García Campa se centra mucho más en la historia militar que en las intrigas políticas, aunque también la trata. Las campañas militares en las que participó Cayo Mario, como las batallas de las Guerras Cimbrias o las de Yugurta, están narradas al detalle. Con numerosa información complementaria. Las decisiones de Cayo Mario influyeron en todos los aspectos del ejército romano, en sus días y en un futuro, sentando las bases de las Legiones Imperiales, con las conocidas “Reformas de Mario”. Como curiosidad, hay que saber que fue Mario quien introdujo el estandarte del Águila para dar un símbolo que defender a sus soldados.
Algunos temas que trata el ensayo:
- Guerras contra los Celtíberos
- Carrera política de Cayo Mario (de los inicios hasta el séptimo consulado)
- Guerra de Yugurta
- Batalla de Mutul
- Batalla de Noreya
- Batalla de Arausio
- Batalla de Aquae Sextiae
- Batalla de Vercellae
- Guerra de Mitríades
- Estructura del Ejército Romano después de Mario (reclutamiento, organización…)
- El Fin de la República Romana
A Destacar:
Las buenísimas ilustraciones que acompañan el texto; especialmente en las páginas centrales, en las que podemos ver a todo color el talento de Ángel García Pinto.
Me gustaría haber destacado sólo un aspecto del libro, pero no puedo dejar sin citar una cosa que me gusta mucho de los libros de divulgación histórica, y son los “cuadros de información adicional”. Pequeños artículos dentro del texto que amplían la información y nos dan datos curiosos sin engrosar ni desviar la línea argumental del trabajo.
Opinión:
Ensayo necesario en castellano sobre este personaje clave para la historia de Roma y por ende para la de Europa. La mayoría de bibliografía tratan aspectos generales y se centran más en los cambios generales producidos en la República, su grandeza y decadencia, pasando de puntillas por sus generales. Quizás el autor más conocido que ha tocado la vida de Mario sea Adrian Goldsworthy, autor que, junto a otra gran bibliografía, maneja García Campa en esta publicación, lo que la hace aun más valiosa.
Considero que unas buenas fuentes bibliográficas y una buena estructura a la hora de contarnos la historia son fundamentales en este tipo de ensayos. “Cayo Mario, el tercer fundador de Roma”, cumple sobradamente esta exigencia, incluso tocando —como debe ser— fuentes primarias como Plutarco o Polibio. Bravo.
