La nobleza a lo largo de las Edades Media y Moderna fue el pilar fundamental de un sistema que perduró más de un milenio. Este estamento fue tan poderoso que incluso llegó a disputar el poder a los propios monarcas.
Los orígenes de los Mendoza
Dejando a un lado que el poder fue diferente en los diversos territorios europeos e incluso peninsulares, un ejemplo del poder nobiliario fue la familia Mendoza. Esta estirpe, llegada de Álava, convirtió Guadalajara a lo largo de la Baja Edad Media en el epicentro de su poder.
Esto lo podemos ver en el Palacio del Infantado, donde la iconografía nos muestra el poder y la proyección publica del mismo en la ciudad en la que residían. Tal era su poder que no solo se limitaba a los territorios peninsulares, sino que a lo largo de los siglos diversos Mendoza fueron virreyes en los territorios americanos.
Siempre del lado de la Corona
La lealtad a la Corona fue indiscutible, de hecho, estuvieron junto a sus reyes en las batallas más importantes de la Reconquista, lo que les llevó a recibir mercedes y títulos como recompensa. Así llegó Diego Hurtado de Mendoza (1367-1404) a ser Almirante Mayor de Castilla tras perder a su padre y a otros familiares en la batalla de Aljubarrota contra los portugueses, donde su padre Pedro González prestó su propio caballo al rey Juan II para que pudiera escapar con vida de la derrota, sacrificando la suya propia.
Pocos años antes, Gonzalo, padre de este, había sido nombrado regidor de Guadalajara, ciudad donde se asentó la familia y desplegó todo su poder. Hoy en día podemos ver en ella muestras de su legado en monumentos tan señalados como el palacio del Infantado, el convento de la Piedad o la cripta de la familia, de gran parecido a la Real de El Escorial.
Una familia de hombres y mujeres influyentes
La dinastía se dimensionó a través de matrimonios con las principales familias, como los Hurtado, Luna o de la Vega. De la ciudad infantada nacieron personas tan ilustres como Pedro González de Mendoza, el Gran Cardenal o el Tercer Rey de España, séptimo hijo del marqués de Santillana que junto a su hermano Diego Hurtado apoyaron las demandas de Isabel la Católica en la Guerra de Sucesión por el trono castellano.
También hubo ilustres féminas en la familia, como Brianda de Mendoza, que dio luz a la cultura de la ciudad o Ana de Mendoza, la princesa de Éboli, tan inmersa en las intrigas durante el reinado de Felipe II.
El legado de los Mendoza
Los siglos XV y XVI fueron los más importantes para el poder de los Mendoza, después se dedicaron al manteniendo de su poder económico en tiempos en que la nobleza había sido desplazada de los órganos del poder político. Hoy en día todavía se mantienen títulos como el Ducado del Infantado, otorgado por los Reyes Católicos como premio a su fidelidad.
Podcast sobre los Mendoza
Si quieres saber más sobre esta ilustre familia, en Foro de la Historia dedicamos un podcast a este tema, en el que se trata con mayor profundidad tanto el recorrido de esta familia a lo largo de los siglos como el papel de los nobles.
Aquí puedes escucharlo: Familia Mendoza – La nobleza en las edades Media y Moderna.
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