Los restos de una basílica de 1,500 años, construida en honor a San Neófito, han emergido con la retirada de aguas de un lago en el distrito de Iznik, el quinto lago más caudaloso de Turquía (provincia de Bursa), ql noroeste de Turquía.
Los restos de la basílica se encuentran a 20 metros de la costa y 2 metros por debajo del nivel habitual del lago. Los expertos estiman que el lugar de culto fue sepultado por las aguas del lago durante un terremoto en el año 740. La basílica ha resurgido ahora debido a los efectos de una sequía en esta región turca.
Iznik fue un importante centro religioso tanto en la época romana como en la bizantina. La basílica, oculta bajo el agua durante siglos, se ha datado entre los siglos IV y V d.C. y se tiene por un ejemplo de arquitectura paleocristiana.
Fue descubierta tras una pasada aérea sobre el lago que reveló una serie de ruinas sumergidas de lo que parecía una estructura de estilo bizantino, a solo 20 metros de la orilla del lago. En 2014 se comenzó a estudiar las ruinas y, desde 2015, se trabajaba en un proyecto para incorporarlas a un museo subacuático.
Según informaciones de la Universidad de Uludağ, en el transcurso del proyecto, se han descubierto una serie de piezas notables, incluido el sello de varios caballeros escoceses, que se cree que fueron los primeros visitantes extranjeros de la basílica, antes de que fuera tragada por el lago.
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