Edad ContemporáneaEn PortadaHistoriaHistoria Militar
#MicroArtículo

Carta de despedida de un kamikaze

En la historia de la Segunda Guerra Mundial, los kamikazes japoneses son conocidos por sus ataques suicidas contra buques de guerra enemigos. Estos ataques eran una parte integral de la estrategia militar japonesa y fueron responsables de infligir graves daños a la flota de los Aliados. Sin embargo, la decisión de convertirse en un kamikaze no era tomada a la ligera por los pilotos japoneses.

Los japoneses creían que estos ataques suicidas eran necesarios para lograr la victoria, ya que no podían competir con la superioridad numérica y tecnológica de las fuerzas aliadas. Muchos de estos pilotos suicidas eran voluntarios que se ofrecían para por su devoción al Emperador y a la causa japonesa, y en algunos casos, por la vergüenza de haber sobrevivido a una derrota en combate. Los pilotos kamikaze eran considerados héroes nacionales en Japón y se les otorgaba un alto honor por su sacrificio.

Uno de estos kamikazes fue el cabo Nobuo Aihana que pertenecía al Escuadrón “Shinbu” del 77º Cuerpo de Ataque Especial del Ejército Imperial Japonés. Su escuadrón salió de la Base Aérea de Chiran el 28 de abril de 1945, pero Aihana se quedó atrás ya que su avión, un caza Nakajima Ki-27 del Ejército (denominado como Nate por los Aliados), presentaba problemas mecánicos.

kamikaze avion
Ki-27 replica at Tokorozawa Aviation Museum

Sin embargo, el 4 de mayo de 1945, pudo despegar de Chiran junto a otro escuadrón Shinbu, el del 78º Cuerpo, para realizar un ataque especial (suicida) cerca de Okinawa. Murió en batalla a los 18 años. Tras su muerte fue ascendido a Segundo Teniente. Era originario de la Prefectura de Miyagi y era miembro de la 14ª promoción del programa de entrenamiento de pilotos jóvenes del Ejército (Rikugun Shōhi).

Se conserva su carta manuscrita de despedida, que escribió a su familia:

Me uní al cuerpo especial Shinbu y pagaré mi deuda de gratitud con el país.

Padre y madre, fui a la batalla con bien ánimo.

Papá y mamá, puse una foto de mi hermano mayor en mi traje de vuelo.

Padre y madre, me avergüenzo profundamente de mí mismo que, hasta el final, no corregí mi actitud inapropiada y grosera de un niño.

Mamá (madrastra), me criaste desde que tenía seis años, y nunca te dije ‘mamá’ que eres más que mi madre biológica. Qué triste debe haber sido para ti. Pensé muchas veces en llamarte así, pero no lo hice delante de ti, porque me daba vergüenza. Ahora es el momento de que te llame en voz alta: ‘Mamá’.

Probablemente mi hermano mayor en el centro de China también sienta lo mismo. Madre, por favor, perdónanos a los dos. Ahora, mientras me dirijo a la batalla para hacer un ataque especial, mi única preocupación son las dos cosas mencionadas anteriormente. Aparte de estos, no me arrepiento de nada.

La gente vive 50 años y yo viviré una larga vida con 20 años. En cuanto a los 30 años restantes, les he dado la mitad a cada uno de ustedes, padre y madre. Utilicen el dinero que hay ahorrado en la pitillera.

Padre y madre, me voy. Voy con una sonrisa y la certeza de destruir una nave enemiga.

Nobuo Aihana

kamikaze
Fotografía del piloto kamikaze Nobuo Aihana

La carta anterior junto con otros objetos de Nobuo, como su espada, se mantienen juntos en el altar de la familia. Aki, su madrastra, recibió la carta después del final de la guerra, que guardó como su posesión más preciada. En 1946 también regresó su hermano mayor, Shun’ichi, que había estado combatiendo en China.

Fuentes utilizadas:
Kamikaze Images

ArquiteCultura

Una persona normal, historiador y periodista, pero normal a fin de cuentas.
Botón volver arriba