Uno de los elementos que pueden afectar a la iconografía religiosa, es la forma de cada autor de interpretar según qué textos o según qué “mensajes” de los textos sagrados, siempre llenos de simbolismos y códigos. Aquí entra en juego la numerología.
La numerología bíblica es la creencia de que Dios revela significados ocultos a través de los números escritos en la Biblia. Los números eran símbolos esotéricos con significado divino, una técnica empleada por los gnósticos cristianos que buscaban un significado más profundo en el Nuevo Testamento. Hoy en día, estas prácticas sobreviven como “numerología bíblica”. Ciertos números bíblicos son difíciles de ignorar, especialmente aquellos que se repiten con frecuencia (7, 12, 40) y números investidos con siglos de simbolismo (666). El número 7 es claramente simbólico y probablemente el más sagrado, ya que significa totalidad, integridad y perfección en todo el Cercano Oriente. Este número aparece más de 600 veces en la Biblia y tiene muchas menciones significativas en la misma.
El número 7: Perfección y totalidad
El número 7 es, sin duda, uno de los números más simbólicos y sagrados en la Biblia. Se utiliza más de 600 veces en el texto, y en todos los casos, representa la perfección, la totalidad y la integridad. En la Biblia, el número 7 se utiliza para representar el descanso de Dios después de la creación, la victoria sobre el enemigo, el tiempo de la purificación y el juicio, la plenitud del Espíritu Santo, entre otras cosas.
Además, en la cultura hebrea, el número 7 estaba muy arraigado. El sábado (sabbat), el día de descanso, es el séptimo día de la semana. En el Templo, se utilizaban siete lámparas de oro en el candelabro, y la purificación del templo incluía siete días de sacrificios. También había siete fiestas sagradas y siete años sabáticos en la Ley de Moisés.
El número 12: Autoridad y gobierno
El número 12 también es muy significativo en la Biblia. Aparece en varios contextos, incluyendo las doce tribus de Israel y los doce apóstoles de Jesús. En la Biblia, el número 12 representa la autoridad y el gobierno divino. Los doce tribus de Israel fueron establecidas como un gobierno divino sobre el pueblo de Dios. Los doce apóstoles de Jesús fueron elegidos para liderar la futura iglesia cristiana basada en las enseñanzas de Jesús.
El número 12 también se utiliza en el libro de Apocalipsis para representar la Nueva Jerusalén. La ciudad celestial tiene doce puertas y doce fundamentos, cada uno con el nombre de uno de los doce apóstoles de Jesús. El número 12, por lo tanto, representa la autoridad y el gobierno divino en el reino de Dios.
El número 40: Pruebas y transformación
El número 40 también es un número importante en la Biblia. Se utiliza para representar un tiempo de prueba y transformación. El diluvio de Noé duró 40 días y 40 noches, y los israelitas vagaron por el desierto durante 40 años antes de llegar a la Tierra Prometida. Moisés ayunó durante 40 días antes de recibir los Diez Mandamientos, y Jesús ayunó durante 40 días antes de comenzar su ministerio público.
El número 40, por lo tanto, representa un tiempo de prueba y transformación que conduce a un cambio significativo en la vida de una persona. Las pruebas y las dificultades pueden ser vistas como oportunidades para crecer y desarrollarse en la fe y la vida espiritual.
El número 153: el de los peces
Otro número intrigante en la Biblia es 153. En el Nuevo Testamento, Jesús regresa y visita a sus discípulos después de su muerte y resurrección. Le dice a su discípulo Pedro que arroje su red al agua. Cuando la arrastran a tierra, la abultada red contiene 153 peces. San Jerónimo dijo que un zoólogo le dijo que había exactamente 153 especies de peces en el mundo, por lo que el significado de los 153 peces era que había espacio en la Iglesia (la “red”) para todas las razas de la humanidad.
San Agustín adoptó un enfoque más matemático. Agustín, creía que el número 17 representaba “la gracia sobrevenida sobre la ley”, o el poder de la gracia de Dios para salvar incluso al peor pecador. Si sumas todos los números entre 1 y 17 (1+ 2+ 3+ 4+ 5+ 6+ 7+ 8+ 9+ 10+ 11+ 12+ 13+ 14+ 15+ 16+ 17) es igual a 153.
El número 318: la circuncisión
En el Antiguo Testamento, el número 318 es un gran ejemplo de la gimnasia mental que algunos pensadores religiosos han empleado para respaldar sus argumentos. Bart Ehrman señala la Epístola de Bernabé, un texto cristiano primitivo que finalmente no se incluyó en el canon bíblico. Erhman llama a Bernabé un “libro virulentamente antijudío” que ataca, entre otras cosas, la práctica judía de la circuncisión.
Para hacer su punto de que la circuncisión fue suplantada por Jesucristo, el autor de Bernabé se centra en Génesis 14 y la historia de Abraham rescatando a su sobrino Lot del cautiverio. Entonces Melquisedec, rey de Salem, sacó pan y vino. Fue sacerdote del Dios Altísimo, y bendijo a Abram. Para derrotar al enemigo, nos dice la Biblia, Abraham trajo un ejército de 318 siervos entrenados (y circuncidados). Bernabé explica que 318 en griego se escribe usando letras tau-iota-eta, que es Τ-Ι-Η. La letra tau en forma de T, para Bernabé, es obviamente una cruz, que representa a Cristo. La letra iota, que es la más pequeña, simboliza al hombre, y la letra eta, la más grande, representa a Dios. Así, para Bernabé, el número 318 en realidad representa la unión entre Dios y el hombre a través de Cristo, lo que hace de este número un símbolo importante en la teología trinitaria cristiana.
El número 666: el número de la Bestia
En Apocalipsis 13:18, se hace referencia al número 666 como el de la “bestia”. A lo largo de la historia, ha habido numerosos intentos de usar la gematría y la isopsephy para calcular el verdadero nombre de la “bestia”, también conocida como el “Anticristo”. Se ha especulado que este número estaba arrojando sombra sobre Nerón, un despiadado emperador romano al que le gustaba martirizar a los cristianos. Si sumas los valores de “César Nerón” en griego, obtendrás 666. Lo mismo sucede si traduces César Nerón al hebreo como “Neron Kesar”, donde también suma 666. En la Biblia, además, el número 6 tiene una connotación negativa. Cristo sufrió en la cruz durante seis horas, y a los hombres se les ordenó trabajar seis días a la semana en Éxodo.
