Edad AntiguaHistoriaHistoria Militar

Pantiles y Aristodemos, los supervivientes de las Termópilas

En el caso de la Batalla de las Termópilas, como en cualquier acontecimiento histórico dramático, el que sobrevive, si es inteligente, se pasará el resto de su vida contando aquella anécdota o escribirá él mismo un libro. Pero si sobrevives de forma deshonesta, escapando o aprovechando una oportunidad deshonrosa, amigo, entonces todo puede ser muy diferente.

La batalla de las Termópilas
La batalla de las Termópilas

Pantiles y Aristodemo de Esparta fueron los últimos de aquellos famosos 300 espartanos, es decir, los úncos supervivientes espartanos del ejército que luchó en batalla de las Termópilas. Aunque, como bien se sabe a día de hoy, ni fueron 300, ni todos eran espartanos.

La Batalla de las Termópilas

Se especula que la Batalla de las Termópilas, ocurrida a principios de agosto o septiembre del año 480 a.C. tuvo en combate a más de 5000 hombres, en el bando griego, incluso Pausanias,el famoso historiador del siglo II, aseguraba que fueron 11.200 exactamente. 

En cuanto a las cifras del bando persa, las exageraciones eran incluso mayores. Heródoto llegó a escribir que desembarcaron 2.080.000 enemigos, aunque Ctesias de Cnido, un historiador griego -casi- contemporáneo del evento aseguró que no fueron más de 80.000.

En fin. El caso es que aquella batalla se produjo y todo el mundo, bien por el cine o por boca-oreja, sabe cómo terminó. Con el ejército de Leónidas aplastado, aunque de forma honrosa, puesto que produjeron una cantidad ingente de bajas a Jerjes y retrasó mucho sus planes, dando tiempo a las ciudades-estado a organizar a sus hoplitas.

hoplita

Los supervivientes de la Batalla de las Termópilas

Resulta que nuestro amigo Aristodemo sobrevivió porque no entró en combate, ya que él y su amigo Éurito, contrajeron una infección ocular que los dejó ciegos. Leónidas, que no tenía tiempo de atender heridos antes de entrar en combate, ordenó que regresaran a Esparta.

Éurito se quedó y, ordenando a sus ilotas (siervos) que le guiasen, se unió a la batalla junto a sus compañeros a pesar de su ceguera; allí encontró la muerte. Aristodemo se lo pensó, pero finalmente regresó.

El segundo superviviente fue Pantiles, un soldado al que se le ordenó llevar un mensaje a Tesalia. Fue un superviviente, digamos, involuntario y al que le pesó no haber entrado en combate, quizás tanto o más que a Aristodemo.

La última batalla de Aristodemo

Al ver en Esparta que Aristodemo regresaba sin un rasguño, según dice Heródoto, fue llamado “Aristodemo el Cobarde” por sus compatriontas. Pero ese apodo duró hasta que tuvo la oportunidad de redimirse, en la Batalla de Platea, al año siguiente.

Cuentan que se volvió completamente loco antes del combate. Salió de la formación de falange y se lanzó sobre los soldados persas, matando a varios, antes de ser asesinado.

Dejaron de llamarlo cobarde tras de eso, pero no ganó ningún reconocimiento póstumo porque lo que había hecho era más un acto de imprudencia que de heroismo.

El final de Pantiles

Pantites, quiso regresar tas su misión diplomática, pero para cuando quiso hacerlo, las noticias de la derrota de sus compañeros ya circulaba por toda Grecia.

Aunque volvió a Esparta, sus compatriotas dejaron de hablarle siendo tratado como un infame. Se aisló por completo de la gente y terminó por ahorcarse a los pocos días.

Miguel Ángel Ferreiro

Militar de carrera, autor de "La Segunda Columna" (Ed.Edaf), director de este proyecto e Historiador del Arte (UNED). Entre África y Europa, como el Mediterráneo.
Botón volver arriba