Durante las excavaciones realizadas en Taposiris Magna, al oeste de Alejandría, en la costa mediterránea de Egipto se ha descubierto una momia con una lengua de oro.
Estaba en mal estado de conservación con la mayor parte del tejido blando desintegrado, pero la pieza oblonga de lámina de oro con una fina hendidura en el centro todavía ocupaba el espacio que debió ocupar la lengua. Probablemente fue colocado en la boca por sacerdotes durante el ritual funerario para garantizar que el difunto pudiera hablar por sí mismo ante el tribunal que juzgaría su dignidad para unirse a Osiris en la vida eterna. Seguramente tenía muchas cosas que explicar… a saber.
El oro es un metal que ha sido esencial en la historia de la humanidad, era considerado carne de los dioses; por lo tanto se podría extrapolar a que querían asegurarse de que el inidividuó aquí enterrado pudiera comunicarse en el más allá. Como sabemos, durante el juicio de Osiris, un jurado divino de 42 dioses formulaba preguntas al difunto acerca de su vida pasada, y dependiendo de sus respuestas el corazón disminuía o aumentaba de peso. Tot, actuando como escriba, anotaba los resultados y los entregaba a Osiris que finalmente daba un veredicto.
En los últimos 10 años la zona ha dado bastante material a los arqueólogos. Entre otras cosas, se han descubierto ya 16 entierros en tumbas hipogeas, típicas del período helenístico de Egipto (332 a.C. hasta el 30). En su interior se encontraron varias momias, todas ellas también en mal estado. Dos de ellas conservaban algunas de sus capas de cartonaje.
Uno está dorado y decorado con imágenes del dios Osiris. El otro presenta la corona Atef (una forma más compleja de la corona Blanca, a la que se añaden dos plumas de avestruz,) de Osiris y el Uraeus (una representación de la diosa Uadyet que constituyó el emblema protector predilecto en los faraones) en la frente.
Otros bienes funerarios notables encontrados son: una máscara funeraria,un conjunto de ocho hojas de papel de oro que formaban parte de una corona de oro y ocho bustos de mármol.
Los bustos están en excelentes condiciones y finamente tallados. Los rostros son hieráticos, pero los detalles del cabello, los rasgos faciales y las proporciones están muy individualizados, quizás representaciones tomadas de la vida del difunto.
