Abul-Abbas era el elefante que el emperador Carlomagno recibió como regalo de Harún al-Rashid, el califa abasí de Bagdad, en el año 802. Posiblemente el primer elefante en viajar tan al norte en Europa, ya que los cartagineses no llegaron tan arriba.
El elefante estuvo en posesión del emperador del Sacro Imperio Romano Germánico durante 8 años, quien lo llevaba a la batalla. Abul-Abbas murió en el año 810 cerca de Münster como consecuencia de una neumonía.
¿De qué raza era el elefante de Carlomagno?
Aunque Abul-Abbas se describe en una gran cantidad de fuentes cercanas a la corte de Carlomagno, no está claro exactamente qué raza de elefante debió haber sido. Por un lado, hay historiadores que dicen que se trataba de un elefante asiático, porque se podía domar mejor. Por otro lado, también hay historiadores que afirman de las fuentes que debió tratarse de un elefante africano, más conocidos en Europa y probados ya en combate.
En varias fuentes, Abul-Abbas también se aparece como un “elefante blanco”. Esta designación sugeriría que el elefante de Carlomagno pudo haber sido albino, pero esto no es posible confirmarlo.
De Bagdad a Aquisgrán
Entre el año 797 y el 802, un judío llamado Isaac acompañó al embajador de Carlomagno hasta Harun al-Rashid a Bagdad. Cuando regresó a Aquisgrán, trajo numerosos obsequios del califa abasí, telas de seda, un reloj de agua y también el elefante Abul-Abbas.
El viaje exacto del elefante e Isaac no se puede determinar con exactitud, pero se cree que Isaac viajó desde Bagdad a Egipto con Abul-Abbas. Desde allí, una vez embarcados, atravesaron el Mediterráneo hasta llegar a Cartago, por entonces parte de la Ifriquiya y del emirato de los aglabíes (vasayos de los abasíes) y desde allí realizaron la travesía hacia Europa, desembarcando en Génova, controlada por los carolingios.
Era octubre cuando llegaron a Italia, por lo que la embajada decidió pasar el invierno en el pueblo de Vercelli antes de continuar hacia Aquisgrán. Una vez que pasó el invierno, siguieron adelante y el 20 de julio de 802 Abul-Abbas llegó ante el emperador.
Un elefante de guerra en el ejército de Carlomagno
Carlomagno quedó muy impresionado por el regalo que había recibido del Califa, y así se recoge en todas las fuentes que describen los regalos venidos de oriente.
Carlomagno quiso utilizar a Abul-Abbas para aterrorizar a sus oponentes en el campo de batalla. Muchos europeos de su tiempo probablemente nunca habían visto un elefante, por lo que ver a Carlomagno acercándose a una bestia tan grande probablemente causó asombro y miedo entre sus oponentes. Incluso hay historias que narran alguna que otra embestida del elefante en el campo de batalla, no sabemos si reales. Se dice que Carlomagno, por ejemplo, usó el elefante en una batalla contra el rey danés Godofredo I en el año 804.
Muerte de Abul-Abbas
Carlomagno se llevó consigo a Abul-Abbas a las negociaciones con el rey Godofredo I. Habían cruzado el río Rin y se dirigían a Frisia cuando Abul-Abbas murió repentinamente en el campamento que habían levantado en Münster. El elefante cayó desplomado tras contraer neumonía a su paso por el Rin.
Hoy en día, todavía se puede encontrar un cuerno de marfil en la Catedral de Aquisgrán, que se dice perteneció a Abul-Abbas.
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