Miguel López de Legazpi era un guipuzcoano de noble familia que, tras desempeñar desde joven cargos administrativos de importancia, se había trasladado a México en 1545 para ocupar diversos puestos en la administración de la Nueva España. Entre otros fue Escribano Mayor en 1551 y Alcalde Mayor de la ciudad de México en 1559.
Miguel López de Legazpi
Allí se casó e hizo familia. Cuentan que la casa de Legazpi en México era muy conocida, ya que a ella acudían muchos recién llegados de España para solicitar su ayuda y consejo. Uno de sus hijos, Melchor, decía en una carta dirigida al Rey:
muchos hidalgos y caballeros pobres que iban de estos reinos iban sin conocerle a su casa, por la antigua costumbre que de siempre en ella hubo ,y porque a las personas tales siempre en ella se les dio de comer y vestir y lo necesario. Lo cual ha sido cosa muy notoria y sabida en todo aquel reino.
Estos detalles nos dan una buena visión del carácter y sabiduría que desde joven mostraba nuestro ilustre vasco. En 1563 el Virrey de Nueva España, D.Luis de Velasco, le puso al mando de la expedición que iba a partir a la conquista de unas islas, descubiertas por Magallanes y Elcano, a las que Villalobos había dado el nombre de: Filipinas.
Las islas de los Ladrones
Acompañado por el padre Urdaneta y por, el también religioso, Martín de Rada salieron del puerto de Barra de Navidad (Jalisco) el 21 de noviembre de 1564, no deteniéndose durante la travesía hasta llegar el 9 de enero del año siguiente a las Islas de los Ladrones, nombre que se daba entonces a las Marianas, entre las que destaca Guam.
Estableció Legazpi, con su conocida prudencia, amistosas relaciones entre los jefes de la isla y su comitiva. Aquel memorable y tranquilo hecho ofrece una curiosa muestra del arte diplomático del adelantado español, no todo eran combates. El tacto, habilidad y discreción de Legazpi hicieron que los españoles tuvieran allí respetuoso recibimiento. Comenzadas las exploraciones, vieron que los más temibles indígenas eran los tagalos, es decir, los mismos que en el siglo XIX se levantarían en armas contra los españoles. Legazpi con su perseverancia y su firmeza sometió en poco tiempo a aquellos indomables y perpetuos insurgentes.
Sometimientos pacíficos de los territorios
Continuó sus provechosos viajes a través de distintas provincias dejando en todas ellas, una vez dominadas, misiones religiosas. En algunos libros se menciona que la estrategia de Legazpi, comentada por carta al rey Felipe II. No quería derramar sangre sino someter al pueblo de las islas utilizando a los religiosos, cosa que funcionó y evitó así gastos militares y muertes innecesarias.
Conquistadas todas las islas Bisayas, arribó, después de mil peligros en la isla de Luzón, verdadero foco de los indomables tagalos. Sin resistencia alguna se apoderaron los españoles del fuerte que dominaba el río y obligados por el viento se refugiaron nuestros barcos en la había de Cavite. Siguiendo la afortunada empresa, Legazpi fundó la Villa de San Miguel (hoy Cebú) y se preparó para la conquista de Luzón. Antes de fundar la ciudad (inicialmente como fortaleza) tuvo que sellar la paz de una curiosa forma:
Recibió a los líderes indígenas Tupas y Tamuñán a bordo de la capitana y, haciéndose un corte en el pecho, vertieron cada uno sangre de esa herida en una taza. Revolviéndola con vino y repartiéndola en tres vasos bebieron los tres, cada uno su parte. Así quedo sellado el pacto de sangre entre aquellos hombres de honor, como lo era Legazpi y los grandes líderes isleños.
La toma de Manila
Después, con la escasa fuerza de 280 hombres, acometió la temeraria hazaña de apoderarse de un enclave musulmán, situado al norte de la isla de Luzón, dedicado al comercio. El lugar era llamado Maynilad (Manila). Y allí venció a las tribus tagalas que contaban con miles de soldados y tomó posesión de esta ciudad el 15 de Mayo de 1571.
Reconstruida aquella capital, con los planos que el propio Legazpi siguió enviados por Juan de Herrera —el arquitecto del Escorial— para el trazado de la nueva urbe, los frailes agustinos, franciscanos y dominicos comenzaron a predicar el cristianismo. Transcurridos algunos meses los tagalos estaban sometidos al completo, y todos los pueblos del interior reconocían la soberanía de España. Con la conquista y refundación de la Siempre Leal y Distinguida Ciudad de España en el Oriente de Manila se completó el control sobre la isla de Luzón, a la que Legazpi llamó Nuevo reino de Castilla.
Aunque estas historias parezcan muy nobles, a veces, los líderes tienen que tomar fatídicas decisiones. En Cebú, Legazpi se enfrentó al levantamiento de un grupo de sus hombres… Cosa que al final terminó con esos sublevados en la horca por orden del propio Legazpi.
En 1572 el intrépido conquistador fallecía en Manila. Por su historia, el viejo Adelantado recibió en las crónicas los títulos de: Prudente y pacífico; pero nunca el de conquistador. Dos veces Grande, Miguel López de Legazpi.
Fuentes:
Ilustración católica de España (1897)
El Pacífico español. Mitos, viajeros y rutas oceánicas; Varios autores (2003)
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¿Y cómo pasó la isla de GUAM (Marianas) de España “a las manos” de los Estados Unidos del Norte de América?
A parte de la invasión… las islas fueron malvendidas por el gobierno español para no tener que seguir sufragando los gastos de la guerra. España se caracteriza por tener los peores gobernantes del mundo a lo largo de su historia.