Dos casas señoriales han sido recuperadas durante las últimas excavaciones en la inexplorada Región V de la antigua ciudad de Pompeya. En una de ellas ha salido a la luz esta inscripción (grafito), realizada con un carbón vegetal. Estas pocas letras podrían reescribir los libros de historia.
No sé si habéis estado en Pompeya, pero cada día se pone este sitio arqueológico más interesante. Es fácil conseguir un buen viaje organizado a Pompeya desde Roma, destino habitual (y más cómodo por los transportes) para los que nos gusta visitar Italia.
En una de estas casas, que ha redefinido el espacio urbano de la mencionada Regio V, ha salido a la luz este grafito fechado dieciséis días antes de las calendas de noviembre, esto es, el 17 de octubre. El grafiti dice: “XVI K Nov”, la fecha aparece en una zona de la casa que se estaba reformando, a diferencia del resto de habitaciones que ya estaban completamente terminadas. Por lo tanto, la actividad en la ciudad continuaba durante aquella época (octubre/otoño). Se sabe que la vivienda estaba en obras porque junto a las habitaciones decoradas ya con frescos y con suelos rematados con teselas, o losas de mármol, había algunas habitaciones con paredes simplemente enlucidas e incluso sin suelo, como el atrio y el pasillo de entrada.
Además, como la pintada está realizada con carbón vegetal, material frágil y no indeleble, todos los expertos coinciden en señalar que tuvo que haberse realizado poco antes de la catástrofe, en el propio año 79 d.C. Este pequeño texto podría resolver un viejo debate académico sobre la fecha exacta de la erupción del Vesubio, reescribiendo la historia de uno de los eventos más significativos del mundo antiguo.
Precisamente, las paredes del atrio y el corredor de entrada, que estaban en proceso de reforma, han conservado una cantidad considerable de grafitos con frases, en algunos casos de carácter obsceno (bastante habitual en Pompeya) escritos en Latín Vulgar. También aparecen dibujos caricaturizados realizados con cal, yeso y varios realizados con carbón vegetal, todos en buenas condiciones. Entre estos últimos está la inscripción que apoyaría la hipótesis de que la erupción pudo haber ocurrido el 24 de octubre, en lugar del 24 de agosto. El Ministro de cultura italiano, Alberto Bonisoli, ha declarado que:
Es un descubrimiento extraordinario. Puede ser que un escriba se haya equivocado y haya hecho una mala transcripción… Podemos casi afirmar, con mucha humildad, que podríamos estar reescribiendo los libros de historia (…).
Hay que saber que esta teoría de octubre se defiende desde el siglo XIX, cuando restos de una rama con bayas otoñales hizo reflexionar sobre esta fecha. Además, en muchos hogares, en otras excavaciones se habían encontrado otros frutos de época otoñal y braseros además de un denario con fecha de septiembre.
Según se dice, Plinio el Joven escribió que la fecha de la erupción había sido nonum kal Septembres que, en la convención de citas latinas, significaba nueve días antes del 1 de septiembre o el 24 de agosto. Esa fecha de finales del verano había sido aceptada durante mucho tiempo por los historiadores y arqueólogos, hasta que comenzó la investigación científica de restos botánicos y ropa. La presencia de granadas y nueces frescas en Pompeya sugiere una fecha de otoño, al igual que el vino elaborado con uvas que probablemente no se hubieran cosechado hasta septiembre. Algunos expertos, debido a la cantidad de vestigios que así lo indicaban, ya vienen poniendo en duda la fecha de agosto desde hace mucho tiempo.
Fuentes:
ilcorrierino.com
pompeiisites.org
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