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Alfonso XI “el Justiciero”: del Ordenamiento de Alcalá a la batalla del Salado

Cronología crítica de Alfonso XI el Justiciero: regencia, Ordenamiento de Alcalá, batalla del Salado y muerte en Gibraltar

Alfonso XI de Castilla (1311–1350) fue uno de los monarcas más decisivos de la Baja Edad Media hispánica. Apodado el Justiciero, gobernó con mano firme desde su juventud, sometió a una nobleza levantisca, afianzó las fronteras del Estrecho con victorias como la batalla del Salado y dejó un legado jurídico perdurable: el Ordenamiento de Alcalá. Su vida, marcada por la guerra, la política y la peste, es también la historia de un reino que se forjaba entre intrigas cortesanas y cruzadas contra Granada y los meriníes.

Infancia y regencia: el heredero en tiempos de incertidumbre

El 13 de agosto de 1311 nació en Salamanca Alfonso, primogénito de Fernando IV y Constanza de Portugal. Un año después, la muerte de su padre en Jaén (7 de septiembre de 1312) abrió una larga regencia que puso a prueba la continuidad del poder regio en Castilla y León.

Su minoría de edad desencadenó un entramado de alianzas, tutelas y disputas (1312–1325). La reina María de Molina, su abuela, mantuvo en pie la estructura institucional mientras infantes y magnates competían por la cercanía al trono.

Alfonso XICerdá de Villarestan, Francisco Copyright de la imagen ©Museo Nacional del Prado
Retrato de Alfonso XI de Castilla por Francisco Cerdá de Villarestán – Museo del Prado

La cronística posterior condensó aquel clima de tensiones en una fórmula cargada de sentido, que aparece de forma recurrente en los relatos regios: «Por estas cosas que el rrey supo por çierto». Con esta expresión, se enfatizaba que las decisiones de la monarquía respondían a certezas contrastadas, fruto de la información que el soberano recibía y consideraba incuestionable

Alfonso XI, rey con 14 años

En 1325, con apenas catorce años, Alfonso XI se declaró mayor de edad y asumió personalmente el gobierno. Su objetivo era claro: reconstruir la autoridad de la Corona, ordenar las facciones cortesanas y someter a la nobleza rebelde.

(…) alçaron por rey a don Alfonso… e tomáronle jura e pleito que guardase fueros e privilegios

La violencia política de aquellos años se cristalizó en un episodio que las fuentes medievales evocan por su carácter ejemplar: el 1 de noviembre de 1326, en Toro, el rey ordenó ejecutar a Juan de Haro, apodado el Tuerto, señor de Vizcaya. El memorial de Díez de Games, dirigido a Juan II de Castilla, considerada una fuente jurídico-política tardomedieval de gran importancia resume así la memoria del acto:

Otrosí, señor, el rey don Alfonso, vuestro Abuelo, seyendo mozo, fizo matar en su palacio en Toro a don Juan el Tuerto, que era señor de Vizcaya… e fueron muy espantados todos los del regno por esta muerte

Aquella medida no solucionó por sí sola la cuestión de la levantisca y rebelde nobleza, pero marcó un rumbo: castigar la disidencia armada, controlar las tenencias y oficios y organizar la corte en torno a oficiales de confianza. La cronística y la tratadística contemporánea subrayaron esta política como un ejercicio de temor-regio y de disciplina de bandos, clave para explicar el avance del poder central.

Coronación de Alfonso XI y María de Portugal en Las Huelgas de Burgos, 1332
Coronación de Alfonso XI y María de Portugal en Las Huelgas de Burgos, 1332

Un poder real que se afianzaría con la alianza alcanzada con la corona de Portugal el 12 de septiembre de 1328, cuando Alfonso XI contrajo matrimonio en Alfaiates con María de Portugal, hija del rey Alfonso IV. Las crónicas resaltan el boato y la significación política del enlace. El matrimonio, además, reforzó la paz en la frontera occidental y facilitó la cooperación militar frente a Granada y los meriníes, culminada en la alianza del Salado como veremos unas líneas más adelante.

El Estrecho como frontera decisiva

La pérdida de Gibraltar (1333) y la respuesta castellana

En 1333, Gibraltar cayó en manos meriníes tras un asedio que desbordó las defensas castellanas y reabrió la herida estratégica del Estrecho. Alfonso XI reaccionó con una política sostenida de frontera: campañas previas —con Teba (1330) como hito—, refuerzo naval y presión constante sobre la frontera granadina para impedir nuevos desembarcos magrebíes. La marcha real hacia el Peñón y los intentos de socorro a la plaza figuran en los itinerarios y relatos de la época, que permiten seguir el despliegue del ejército desde Sevilla hasta Gibraltar con notable detalle.

En Teba quedó escrito, además, el tono decidido del monarca. La carta puebla de 1330 habla con voz de victoria reciente —«que yo agora gané de los moros»— y ordena poblar y asegurar la villa como avanzada del poder regio en la raya occidental. Aquella conquista y repoblación encajaba en una estrategia más amplia: sellar el paso del Estrecho y atar la retaguardia antes de nuevas ofensivas.

musulmanes batalla cristianos guadalete
Batalla entre cristianos y musulmanes – Jacques Courtois – Museo del Prado

Entre 1339 y 1340, Castilla y Aragón acordaron una cooperación naval para vigilar el Estrecho, mientras Portugal y Castilla forjaban la gran coalición peninsular para responder al desembarco meriní y al cerco de Tarifa. La derrota en Getares (abril de 1340) no detuvo la concentración de fuerzas.

La narrativa de corte leyó aquellos meses con clave providencial y vocación de ejemplo político. Como resume la investigación sobre el ciclo cronístico del reinado, el ciclo cronístico de Alfonso XI introduce la retórica y los ideales de cruzada por vez primera en la historiografía vernácula castellana (Erica Janin, «Por estas cosas que el rrey supo por çierto»: el relato de la violencia en la Crónica de Alfonso XI, LEMIR 24, 2020). Esta fórmula no es solo retórica: organiza el relato de campaña y legitima la respuesta regia frente a Granada y los meriníes.


La batalla del Salado (30 de octubre de 1340)

La concentración de fuerzas castellanas y portuguesas, reforzadas por contingentes de órdenes militares y milicias concejiles, se enfrentó el 30 de octubre de 1340 a la coalición formada por Yusuf I de Granada y el sultán meriní Abū l-Ḥasan. El enfrentamiento tuvo lugar en las cercanías de Tarifa, junto al río Salado, y supuso la mayor victoria cristiana en el Estrecho durante el siglo XIV.

Las crónicas interpretaron la victoria en clave providencial, subrayando la intervención divina y el papel personal del monarca en el combate. Su desenlace detuvo la ofensiva meriní y consolidó la superioridad castellana en el Estrecho, allanando el camino para el asedio y la toma de Algeciras (1342–1344).

La Crónica de Alfonso XI fija el momento en que el rey arremete contra el enemigo:

E con gran saña de muerte forçólo el coraçón, e dio un bramido fuerte como un bravo león

El cerco y la toma de Algeciras (1342–1344)

Lopez orozco engeños trabucos artilleria mendoza
Caballero con armadura sentado (detalle) por Nicaise De Keyser, 1837 (Rijksmuseum)

Durante casi dos años, Alfonso XI dirigió un asedio que combinó artillería, bloqueo marítimo y negociaciones. La capitulación de marzo de 1344 aseguró una posición estratégica clave para el control del Estrecho. La Gran Crónica y la Crónica enfatizan el acuerdo de evacuación y el estatuto de seguridad otorgado a los vencidos:

con todo su algo… y salieron so seguranza del rey con todo lo suyo, que no se les perdió ende ninguna cosa

Durante el asedio de 1342–1344, destacó Íñigo López de Orozco, quien como ‘Capitán Mayor de trabucos y engeños’ proyectó máquinas de asedio clave para la caída de Algeciras (ver más en Íñigo López de Orozco, señor de trabucos). La caída de Algeciras aseguró una plaza clave para el control del Estrecho y proyectó el modelo de asedio castellano que se vería de nuevo frente a Gibraltar.

Alfonso XI
Recorte extraído del trabajo “De los comienzos de la artillería castellana. El asedio a Gibraltar entre 1349 y 1350”, realizado por Manuel López Fernández (UNED. Centro Asociado de Algeciras)

El Ordenamiento de Alcalá (1348)

La construcción de la autoridad real no dependió únicamente del campo de batalla.

En 1348, en Cortes reunidas en Alcalá de Henares, Alfonso XI promulgó el Ordenamiento de Alcalá, eje de la renovación jurídica bajomedieval castellana. La edición anotada del texto legal, impresa por Joaquín Ibarra (Madrid, 1774), conserva pasajes del preámbulo y de las leyes de prelación. La declaración inicial es programática: Nos Don Alfonso por la gracia de Dios, Rey de Castiella, de León, de Toledo…

Letras de gobierno: hacia el Ordenamiento de Alcalá (1348)
Documento histórico: Ordenamiento de Alcalá de 1348

El corazón del texto es un método simple y contundente: en qué norma apoyarse primero y cuál usar después. Es la llamada prelación de leyes, una especie de “mapa” para jueces y escribanos que dio estabilidad a los pleitos durante siglos. Así lo fija el propio ordenamiento:

Leys en este nuestro libro mandamos que se libren primeramente todos los pleytos ceviles, é creminales; é los pleytos… que se non pudieren librar por las Leys deste nuestro libro… mandamos que se libren por las Leys contenidas en los libros de las Siete Partidas.

El texto reserva, además, una llave maestra para la Corona: la facultad de interpretar y corregir cuando hiciera falta, garantizando que el sentido último de la ley no se desvíe. Lo dice sin ambages:

(…) tenemos por bien que si… fuese menester interpretacion, ó declaracion, ó emendar… que Nos que lo fagamos

Con este armazón —Alcalá primero, fueros probados después y, en su defecto, las Partidas—, el Ordenamiento se convirtió en referencia normativa hasta bien entrada la Edad Moderna. Su huella se reconoce en las grandes recopilaciones y llega, con continuidad histórica, a la codificación civil del siglo XIX.

Sellos del manuscrito " Ordenamiento de Alcalá " promulgado por Alfonso XI de Castilla en 1348
Sellos del manuscrito ” Ordenamiento de Alcalá ” promulgado por Alfonso XI de Castilla en 1348

El último asedio y la peste de Gibraltar (1349–1350)

En el invierno de 1349, Alfonso XI puso cerco a Gibraltar, decidido a completar el dominio castellano del Estrecho. Las murallas de la plaza resistían, pero la estrategia real apuntaba a un desgaste prolongado, sostenido por mar y tierra.

La primavera de 1350 trajo consigo un enemigo que ningún ejército podía derrotar: la peste negra. La Crónica narra cómo la enfermedad se propagó por el campamento, diezmando a soldados y oficiales. La síntesis enciclopédica fija el instante fatal: Falleció en el sitio de Gibraltar víctima de la peste negra, en la noche de 25 al 26 de marzo. Con su muerte ante Gibraltar, el monarca que había sometido a la nobleza, dictado leyes perdurables y vencido en el Salado dejó inconclusa su última empresa, cerrando su vida donde había librado su última batalla. Sus restos fueron conducidos a Sevilla y, décadas después, a la Capilla Real de Córdoba (1371). En 1736, la Corona dispuso su traslado definitivo a la Real Colegiata de San Hipólito de la misma ciudad.

La memoria oficial conserva la fecha como un hito luctuoso de la historia castellana:

El día 27 de marzo de 1350… murió el Rey de Castilla y León, Alfonso XI, apodado “El Justiciero”

Cronología esencial de Alfonso XI el Justiciero

Estatua de Alfonso XI en Algeciras.
Estatua de Alfonso XI en Algeciras.
  • 1311 (13 de agosto): Nacimiento en Salamanca.
  • 1312 (7 de septiembre): Muerte de Fernando IV; regencia.
  • 1325: Declaración de mayoría de edad y asunción del gobierno.
  • 1326 (1 de noviembre): Muerte de Juan el Tuerto en Toro.
  • 1333: Pérdida de Gibraltar.
  • 1340 (30 de octubre): Batalla del Salado.
  • 1342–1344 (marzo): Sitio y capitulación de Algeciras
  • 1348 (8 de febrero): Ordenamiento de Alcalá.
  • 1349–1350: Segundo asedio de Gibraltar; peste en el real.
  • 1350 (noche 25–26 de marzo): Muerte en el sitio de Gibraltar.

Alfonso XI de Castilla dejó un reino más cohesionado, una frontera sur más segura y un orden legal duradero. Su figura sigue siendo símbolo del poder regio medieval y de la transición hacia un modelo más centralizado de monarquía. Este reinado concluyó en el ámbito dinástico con la sucesión de Pedro I, cuyo trágico final lo contamos en ‘Las tres muertes de Pedro I.

Alfonso XI (1312-1350). Burgos. Cornado. (Imperatrix A11:2.2 (50), mismo ejemplar) (AB. 335.1). Vellón rico
Alfonso XI (1312-1350). Burgos. Cornado. (Imperatrix A11:2.2 (50), mismo ejemplar) (AB. 335.1). Vellón rico
Fuente
El ordenamiento de leyes… (Madrid, Ibarra, 1774): https://books.google.es/books?id=JUGEAAAAIAAJ Batalla del Salado (síntesis): https://es.wikipedia.org/wiki/Batalla_del_Salado Alfonso XI de Castilla (biografía y muerte): https://es.wikipedia.org/wiki/Alfonso_XI_de_Castilla Museo del Ejército (muerte de Alfonso XI): https://ejercito.defensa.gob.es/museo/HECHOS_HISTORICOS/HECHOS_HISTORICOS/03.27_Muere_Alfoso_XI_de_Castilla_y_Leon.html Janín, E., LEMIR 24 (2020): https://parnaseo.uv.es/Lemir/Revista/Revista24/03_Janin_Erica.pdf Janín, E., Medievalia (UNAM): https://revistas-filologicas.unam.mx/medievalia/index.php/mv/article/download/254/262/851 Fernández, M. L., Revista Estratégica, nº 5: https://www.journal-estrategica.com/pdf/numero-5/comienzos-de-la-artilleria-castellana-el-asedio-a-gibraltar-1349-1350.pdf

Miguel Ángel Ferreiro

Militar de carrera, autor de "La Segunda Columna" (Ed.Edaf), director de este proyecto e Historiador del Arte (UNED). Entre África y Europa, como el Mediterráneo.
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