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Fragmento del “Juicio Final”: Sant´Angelo in Formis

Los frescos de la capilla de San Angelo in Formis, cerca de Capua, en Italia fueron realizadas entre los años 1071 y 1087

Los frescos de la capilla de San Angelo in Formis, del siglo XII, fueron patrocinadas por el abad del monasterio de Montecasino, Desiderio, después de sus viajes a Constantinopla y fascinado por las pinturas murales.

El estilo mezcla elementos locales, ítalo-germánicos,  e influencias bizantinas dando lugar a un híbrido que encaja a la perfección con la iconografía del románico. Se nos presenta un fresco con tonalidades dominadas por un misterioso azul pálido. Las figuras son muy planas y carecen de perspectiva. Nos da la sensación de que la misma figura se repite una y otra vez rozando la isocefalia en el primer plano de la pintura.

Las influencias bizantinas en la obra se descubren en la rigidez y frontalidad. Cabe destacar que el estilo bizantino se caracteriza por una pintura hierática y estilizada que marca mucho la espiritualidad. En esta imagen el hieratismo no está presente, ya que las imágenes esbozan un gesto de alivio, o alegría.

Otras influencias externas, quizás traídas a su vez de Bizancio son las paleocristianas, se observan en especial en los característicos “pies danzantes” o en “v”.

Se cree que para la decoración de Sant’angelo los artistas fueron contratados directamente en Constantinopla, y que se le asignaron una cuadrilla de aprendices griegos e italianos. Los maestros bizantinos una vez fuera del imperio bizantino aplicaron innovaciones de estilo, que quizás en Bizancio no hubieran podido realizar.

El uso de colores fuertes tiene una razón de ser: la escasez de luz, así colores como el azul, rojo o blanco serán predominantes en las composiciones románicas debido a la baja intensidad lumínica que permitía la arquitectura de esta etapa artística.

La imagen a comentar es un fragmento del mural, cuya temática se halla en el evangelio de Juan, el tan recurrido “Apocalipsis”, en concreto corresponde al lado inferior derecho del muro. Cabe destacar que como imagen central se presenta un Cristo en majestad y que en torno a él se distribuyen las demás escenas. Analizando el simbolismo e iconografía de la edad media podemos deducir que si la imagen se encuentra a la derecha de Cristo será de naturaleza benévola, mientras que si estuviera situada a la izquierda sería lo opuesto.

Así bien, si sólo se nos mostrase ese fragmento, y no el mural, se pueden sacar conclusiones respecto a la ubicación: por la posición de las cabezas y miradas orientadas hacia nuestra derecha sabemos que se encuentra a nuestra izquierda. Por lo representado, el clero en mayoría absoluta, también deduciríamos que se encuentra a la derecha del Pantocrátor.

Las imágenes están retratadas buscando un realismo y matizando una fuerza expresiva en su gesto de sosiego, incluso alegría, representan a “los elegidos”, los salvados, del juicio a la humanidad y se podría interpretar, como antes dijimos, como una caracterización del clero.

Altos cargos eclesiásticos con sus túnicas ornamentadas y monjes o abades con sus característicos hábitos. En el siglo XII los hábitos blancos son utilizados por los cistercienses, llamados benedictinos blancos, que son los más abundantes en la imagen; también se observa un monje con túnica negra, que era el color común para todos los monjes habitualmente.

Miguel Ángel Ferreiro

Militar de carrera, autor de "La Segunda Columna" (Ed.Edaf), director de este proyecto e Historiador del Arte (UNED). Entre África y Europa, como el Mediterráneo.
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