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El Concilio de Trento, resumen con sus principales efectos

Fue convocado por el Papa Paulo III en 1545

El Concilio de Trento fue convocado por el Papa Paulo III en 1545 y finalizará, tras el paso de los papas Julio III, Marcelo II y Pío IV, en 1563.

Fue  donde se crearon las “armas” para la defensa de la iglesia católica a  la fin de frenar la expansión de las ideas protestantes (reforma).

La decadencia de la Iglesia

A pesar de los avisos a la curia papal de sabios como Erasmo (al que quiso hacer cardenal el mismo Paulo III) de la necesidad de un giro en las doctrinas de la Iglesia, y de una nueva interpretación del cristianismo, los papas no estaban por la labor y preferían seguir amasando fortuna y territorios antes que almas y fieles.

concilio de trento
Pasquale Cati .- “Concilio de Trento” (1588), Santa Maria in Trastevere, Rome

La gota que colmó el vaso fue la venta de indulgencias (una especie de “bonos” para pasar menos tiempo en el purgatorio o que perdonaban pecados -según pago-) con el fin de financiar la construcción de la Basílica de San Pedro en Roma.

Fue entonces cuando el monje agustino alemán Martín Lutero expondrá públicamente su opinión acerca del engaño y estafa que suponía para los creyentes estas indulgencias.

Las 95 tesis de Lutero

En 1517, Lutero clavó en la puerta de la iglesia del palacio de Wittenberg sus 95 tesis, en las que atacaba el estado de la iglesia católica y describía lo que sería su doctrina sobre la salvación, solo por la fe. Este documento fue el comienzo de un debate teológico que desembocó en la Reforma Protestante.

Dieta de Worms y la medida de la Iglesia

Tras varios intentos fallidos de “negociaciones” con los crecientes seguidores de las ideas luteranas, Se llevó a cabl la llamada dieta de Worms, en la que el Emperador Carlos V y los Príncipes del Sacro Imperio citaron a Lutero para que se retractara de sus tesis, en 1521. Su veredicto fue tachar a Lutero de delincuente y prohibir sus publicaciones.

Aunque el Papa Leon X ya emitió una bula contra las ideas de Lutero, en 1520, y terminó por excomulgarlo en 1521, poco antes de la dieta de Worms, no sería hasta 1537, bastantes años después de la iniciativa de Lutero, cuando la Iglesia de Roma toma sus verdaderas medidas. Pero los concilios convocados de Mantua y Vicenza, no llegaron a fructificar.

Tras guerras y epidemias, 28 años después de que se encendiera la mecha (1517) de la Reforma, se sentaron al fin, en 1545, a tomar medidas los católicos.

Concilio Trento
Escena de la “Dieta de Worms”

Se inicia el Concilio de Trento

Trento fue un tira y afloja, los papas no querían perder su poder, pues los abusos que el concilio pretendía abolir eran demasiado lucrativos. Es más, el papa no solía asistir a las reuniones del Consejo, aunque era regularmente informado por sus asistentes.

La mayor parte de los obispos asistentes eran de Estados cercanos a los Pontificios -se podría decir italianos-, 187 en 1563, muy afines al papa. 32 españoles, 26 franceses y 2 alemanes.

Concilio Trento
Catechismus Ex Decreto Sacrosancti Concilii Tride. Lugduni: Haeredes Gulielmi Rovillii, 1603.

Resumen de las sesiones del Concilio de Trento

La historia del Concilio se puede dividir en tres etapas: 

  • Sesiones de 1-10 (13/12/1545, al 02/06/1547), pontificado de Pablo III. Destaca la representación española y su formación teológica. La amenaza de una epidemia de peste obliga a suspender las reuniones.
  • Sesiones 11-16 (01/05/1551, 28/04/1552), con el papa Julio III. Destaca la numerosa presencia alemana. Carlos V sufre la traición de su aliado Mauricio de Sajonia, que se alía con los protestantes y ataca al emperador en Innsbruck, por lo que se suspende el concilio.
  • Sesiones de 17-25 (17/01/1562, de 04/12/1563), presididas por Pío IV. Ya no hay representación alemana -no hay reformistas- y se concluyen los temas.

En el Concilio se enfrentaron las ideas conciliadoras hacia los protestantes, a fin de llegar a un acuerdo de unidad cristiana, con las ideas intransigentes que pretendían romper con ellos y declararlos herejes. La intransigente, acabó por ganar.

Concilio Trento
Giovanni Angelo Medici, Pío IV.

Puntos a los que se llegó tras el Concilio de Trento

Y de la doctrina salieron estas -y otras- “ideas”:

  • Necesidad de la existencia de la jerarquía eclesiástica, por ser mediadores entre Dios y el hombre, siendo el Papa la máxima autoridad y representante de Dios en la tierra. La iglesia católica era la única con derecho a interpretar las Sagradas Escrituras.

En cambio, los protestantes, afirmaban que un hombre y una Biblia eran suficientes para conocer las escrituras y contactar con Dios.

Concilio Trento

  • A los párrocos se les ordenó predicar los domingos y días de fiestas religiosas, e impartir catequesis a los niños. Además debían registrar los nacimientos, matrimonios y fallecimientos (creación de los archivos parroquiales).

Todo esto se sigue haciendo, en casi su totalidad, hoy en día en pleno siglo XXI

Concilio Trento
Eugenio Lucas Velázquez.- “La Misa de parida”, (1850-55)
  • Se afirmó la existencia del purgatorio.
Concilio Trento
Alonso Cano.- “Las ánimas del Purgatorio” (1636)
  • Se recomienda la instauración de la Inquisición, que había surgido en el siglo XIII, para “depurar” a Francia de los herejes albigenses. Aplicando el ejemplo de España, que la había reinstaurado en 1478 como el Santo Oficio.
Concilio Trento
Francisco de Goya.- “Auto de fe de la Inquisición” (1812-1819)
  • Se estableció una censura contra los pensamientos que pudieran ser considerados heréticos. Se incrementan las prohibiciones de libros
Concilio Trento
Quema de libros de Lutero en Roma
  • La “Vulgata” se convirtió en la traducción oficial (al latín) de la Biblia, recopilada de escrituras en hebreo y griego.

Estaba repleta de errores de traducción (Moisés el cornudo, por ejemplo, que llevará a Miguel Ángel a representar así a su conocida escultura) escrita por Jerónimo de Estridón a finales del siglo IV.

Concilio Trento
Marinus van Reymerswaele.- “San Jerónimo” (1540)
  • Se establece la forma definitiva del celibato sacerdotal, se prohibían las concubinas y, como forma contraria a la Reforma, el matrimonio de los sacerdotes. Se establecía una mayor moralización del clero y una figura “más pura y casta” del pastor.

Hasta Trento (y después también, pero menos), era habitual que los clérigos tuviesen concubinas y amantes (bien sabido es).

Los obispos acabaron por instaurar la llamada renta de putas: una cantidad de dinero que los sacerdotes le tenían que pagar a su obispo cada vez que “infringían” la ley del celibato. Se dice que en el Concilio de Constanza (1414-1418) acudieron 700 mujeres para atender al clero participante. Lo que, según los teólogos, distraía de las labores oratorias.

De los papas implicados en el concilio, Paulo III tuvo 4 hijos (3 hijos y 1 hija) ilegítimos; Julio III ninguno y Pío IV tuvo 3.

Concilio Trento

  • Como colofón, para llevar la contraria a los reformistas que decían: Sólo Cristo; se reafirmó y definió los dogmas para la adoración de la Virgen María y todos los Santos de la Iglesia. 

Lo que llevó al catolicismo a una especie de dicotomía “pseudo-politeista”. La respuesta protestante a esta “obligación” de adorar a los Santos y la Virgen se tradujo en los episodios de violencia iconoclasta conocidos como “Beeldenstorm” (tormenta de las estatuas).

FUENTES:

Ignacio López de Ayala “El Sacrosanto y ecuménico concilio de Trento”

Miguel Ángel Ferreiro

Militar de carrera, autor de "La Segunda Columna" (Ed.Edaf), director de este proyecto e Historiador del Arte (UNED). Entre África y Europa, como el Mediterráneo.
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