La retirada del yeso de los techos abovedados y las paredes de una escalera en desuso en el Palazzo Vecchio de Florencia ha revelado frescos de 500 años de antigüedad en estilo grotesco. Según los registros conservados, esta “escalera secreta” se habría construido en el siglo XVI para proporcionar una ruta de escape rápida a Cosimo I de Medici, duque de Toscana, y a su esposa Eleonora di Toledo, desde la Terraza de Saturno hasta la salida de la planta baja en Via dei Leoni.
A lo largo de los siglos, los techos y las paredes abovedadas se cubrieron con múltiples capas de yeso. Las pinturas grotescas han surgido después de que los restauradores quitaran minuciosamente capa tras capa para llegar al yeso original. Sin embargo, la restauración no ha sido nada fácil, ya que hubo algo de pérdida de pintura y delaminación del yeso de la pared, por lo que los conservadores han estado trabajando para restaurar y estabilizar las superficies decoradas.
El Palazzo Vecchio, el ayuntamiento de Florencia construido a principios del siglo XIII, se convirtió en el palacio ducal de los Medici y en la sede del gobierno en 1540 cuando el duque Cosme I de Medici se mudó allí. Fue el segundo duque de Toscana y el primero en heredar el título desde su establecimiento como título heredado. El primer duque, Alessandro de Medici, fue asesinado por un miembro de la familia que reclamaba el liderazgo sobre el ducado. Alessandro no tenía descendencia legítima, por lo que el ducado fue para Cosimo, un pariente lejano de una rama menor de la familia.
Al mudarse al Palazzo Vecchio, Cosimo I, que no conocía Florencia, buscó consolidar su poder y asociar su gobierno con la historia de la ciudad y su familia. Dada la precariedad de su posición, tener una ruta de escape secreta construida para que él y su nueva esposa pudieran salir del edificio sin tener que descender la escalera monumental era una medida prudente.
Una vez finalizada la conservación, la escalera se integrará en el sistema de salida de emergencia de las oficinas del palacio, devolviéndole así su función original. El descubrimiento de estos frescos proporciona una ventana a la historia de Florencia y la dinastía Medici, y su restauración ayudará a preservar esta parte importante del patrimonio cultural de Italia.
