El mes, unidad astronómica de tiempo, se usa en el calendario como referencia del periodo que tarda la Luna en dar una vuelta a la Tierra, aunque esta órbita no sea exacta.
Los meses del calendario gregoriano y juliano provienen del Calendario romano, que en sus orígenes tenía 10 meses (que eran los del “calendario romuleano” según narra Livio y Plutarco) y comenzaba en el mes del dios Marte, marzo. Según se dice fue Numa Pompilio (753-674 a. C.), segundo rey de Roma, el que agregó dos meses más: Enero y Febrero; dividiéndo el año en doce meses lunares.
Enero
El mes de enero toma su nombre del dios romano Jano, dios de las dos caras. Jano bifronte tenía la capacidad de ver el futuro como el pasado, con un rostro mira al año pasado mientras que con el otro encara el que viene. Era también el dios de las puertas, por eso muchas veces se le representa con una llave en la mano.
La iconografía de Jano bifronte se extiende a lo largo del tiempo y es fácil encontrarlo en representaciones románicas o posteriores como iconografía del mes de enero.
Febrero
El mes de febrero toma su nombre del festival de purificación de la Antigua Roma, conocido como “Februa”, más tarde incorporado a las Lupercales.
Debido a la popularidad de este festival nació el dios Februus, dios de los muertos y la purificación, como “personificación” del ritual.
Marzo
El nombre del mes de marzo proviene del dios Marte, deidad romana de la guerra. De hecho, el calendario romano comenzaba originalmente con el mes de marzo, y los meses de enero y febrero se agregaron después de la reforma del calendario como comentamos al inicio del artíuclo.
Abril
April, mes central de la primavera y consagrado a Venus, proviene de la palabra latina “aperire”, que significa “abrierto“, al igual que las flores en esta estación de regeneración de la naturaleza.
También es el mes en que entra el sol en el signo de tauro (segundo del zodiaco), por lo que el toro también es representativo de este mes.
Mayo
El mes de mayo lleva el nombre de la ninfa griega Maia o Maya, la madre de Hermes y la mayor de las Pléyades, junto con la cual suelen representar a los gemelos Castor y Pollux (hijos de Zeus y Leda) ya que el signo de Géminis comienza este mes.
En la mitología romana, Maia fue considerada como una advocación, o diosa, de la primavera sincretizada con Bona Dea, representada en un trono y sosteniendo una cornucopia. El mes también se representaba con simbología que aludía a Hermes (Mercurio), su hijo.
Los romanos consideraban mayo como un mes infeliz. Aunque comenzaba con los Juegos de la Flora (Ludi Florae), el resto del mes se dedicaba a los lémures, las inquietas sombras de los muertos.
Junio
El mes de junio lleva el nombre de la diosa romana Juno, responsable del matrimonio y la maternidad. Juno es la esposa del rey de los dioses, Júpiter.
En un poema de Ovidio, que dedicó al calendario romano, afirma que el nombre del mes tiene tres acepciones:
- La relacionada con la propia diosa Juno
- Proveniente de Juventas (“Juventud”) y muy ligado a Mayo, alegando que junio es “una persona más joven” y mayo, “una persona mayor”.
- Proveniente de iungo, iunctus, “unirse”, en honor a la unión de romanos y sabinos.
Julio y Agosto
Los nombres de los meses de julio y agosto provienen de los dos personajes principales del mundo romano antiguo, los gobernantes romanos Julio César y Augusto, el primer emperador de Roma. Estos nombres sustituyeron a los numerales Quintilis y Sextilis.
En 44 a.C., Quintilis fue rebautizado como Iulius, para celebrar el mes en el que nació el dictador Julio César.
Este cambio sobrevivió al asesinato de César (y al ultraje del orador M. Tulio Cicerón, que se quejaba de ello en sus cartas). En el año 8 a.C., el hijo adoptivo y heredero de César, el emperador Augusto, cambió el nombre de Sextilis en su honor. Este no era su mes de nacimiento (que era septiembre), sino el mes en que se convirtió por primera vez en cónsul y subyugó a Egipto.
Septiembre, octubre, noviembre y diciembre
Los nombres de los meses restantes de septiembre, octubre, noviembre, diciembre provienen de los números romanos como 7, 8, 9, 10. Originalmente, eran el séptimo, octavo, noveno y décimo mes del calendario de Rómulo.
Los nombres numéricos de los meses de la segunda mitad del año se mantuvieron sin cambios hasta el final de la República Romana, modificandose en las fechas y por los motivos antes descritos.