#Noticias

El poder curativo de las famosas aguas de Bath

Las aguas termales de Bath, conocidas por su historia milenaria, podrían ser clave en la lucha contra la resistencia antimicrobiana, según un estudio reciente de la Universidad de Plymouth.

Las aguas termales naturales de Bath, conocidas por su reputación de más de 2,000 años en la curación, contienen una pequeña legión de bacterias que combaten patógenos. Investigadores biomédicos de la Universidad de Plymouth analizaron el agua, sedimentos y biopelículas bacterianas del King’s Spring y el Great Bath, encontrando 300 tipos diferentes de bacterias, de las cuales 15 mostraron actividad de amplio espectro contra patógenos como E. coli, Staphylococcus aureus y Shigella flexneri.

La resistencia antimicrobiana es una de las amenazas más urgentes para la salud global hoy en día. En 2019, las infecciones patógenas resistentes a los antibióticos fueron responsables de la muerte de 1.27 millones de personas en todo el mundo. Se espera que esta cifra aumente a 10 millones al año para 2050. No hay nuevos antibióticos en desarrollo, por lo que la búsqueda de nuevos productos antimicrobianos naturales es crucial para combatir esta amenaza. Los entornos ecológicos extremos están recibiendo nueva atención debido a su rica diversidad microbiana y su potencial para contener productos antimicrobianos naturales.

Las aguas termales de Bath son las únicas en el Reino Unido, y con la energía geotérmica que calienta las aguas hasta 96 °C (205°F), ofrecen una oportunidad única para el descubrimiento de potencias microbianas. Las fuentes termales en Italia, India y Jordania han demostrado contener microbios que combaten patógenos humanos, pero este es el primer estudio que examina las aguas termales de Bath.

Las aguas termales ricas en minerales de Bath han sido famosas por sus propiedades medicinales desde la Edad del Hierro prerromana. Los britanos construyeron un santuario a la diosa Sulis en el sitio de las aguas termales y, cuando llegaron los romanos, lo transformaron en un gran complejo de baños y un templo dedicado a la diosa Minerva, a quien identificaron con la deidad local Sulis. Incluso después de que los romanos se marcharon y los baños cayeron en ruinas, se construyeron nuevas instalaciones varias veces desde la Edad Media hasta el siglo XIX.

Las aguas termales ricas en minerales de Bath han sido famosas por sus propiedades medicinales desde la Edad del Hierro prerromana. Los britanos construyeron un santuario a la diosa Sulis en el sitio de las aguas termales y, cuando llegaron los romanos, lo transformaron en un gran complejo de baños y un templo dedicado a la diosa Minerva, a quien identificaron con la deidad local Sulis. Incluso después de que el Imperio Romano colapsase y los baños cayeran en ruinas, se reconstruyeron varias veces desde la Edad Media hasta el siglo XIX.

Termas romanas de Bath

Termas romanas de Bath

Los Baños Romanos han recibido visitantes durante casi dos milenios, y en 2023 más de un millón de personas recorrieron sus aguas termales y otras colecciones.

Zofia Matyjaszkiewicz, gerente de colecciones de los Baños Romanos y coautora del nuevo estudio, comentó:

La gente ha visitado las fuentes en Bath durante miles de años, adorando, bañándose y bebiendo las aguas a lo largo de los siglos. Incluso en la época victoriana, el Centro de Tratamiento de Spa en Bath utilizaba las aguas termales naturales por sus propiedades curativas percibidas en todo tipo de duchas, baños y tratamientos. Es realmente emocionante ver cómo se lleva a cabo una investigación científica de vanguardia aquí, en un sitio con tantas historias que contar.

La investigación sobre la posible contribución de Bath en la lucha contra la resistencia antimicrobiana continuará. La Universidad de Plymouth lanzará un estudio ampliado con una beca de doctorado que comenzará en octubre de 2024 y que examinará en profundidad los microorganismos de las aguas termales de Bath, analizándolos para identificar aquellos con actividad antimicrobiana que puedan tener uso clínico.

Rosa María

Soy Rosa María Gómez, nacida en Madrid en 1975. Me licencié en Periodismo y luego me especialicé en divulgación histórica con un máster en la Universidad de Salamanca. He trabajado en prensa escrita, pero mi verdadera pasión es la divulgación histórica para el gran público. Admiro el estilo sencillo y accesible de Mary Beard. He publicado libros y colaborado en documentales históricos para televisión. Mi objetivo es acercar la historia a todos a través de un lenguaje claro y directo.
Botón volver arriba