«En esta casa vivió el poeta Antonio Machado desde noviembre de 1936 a abril de 1938.»
Así reza la placa conmemorativa colocada en la puerta de entrada de Villa Amparo, en Rocafort (Valencia).
Don Antonio Machado soportó los primeros tiempos de la Guerra Civil en Madrid, hasta que muy entrado el otoño de 1936, Rafael Alberti y León Felipe, en nombre de la Alianza de Intelectuales, le invitaron a abandonar la capital, dadas las circunstancias del momento.
El famoso Quinto Regimiento se encargó del traslado. Antes de partir de Madrid, Machado, escribió en una famosa cuarteta su admiración por la resistencia de la ciudad:
Madrid, Madrid, qué bien tu nombre suena,
rompeolas de todas las Españas,
la tierra se desgarra, el cielo truena
tú sonríes con plomo en las entrañas.
Después de un largo viaje, el poeta, llegó a Valencia junto a 15 miembros de su familia, pero no se quedaron en la capital, se instalaron en Rocafort, pueblo a unos 20 minutos de la ciudad, ocupando “Villa Amparo”, una hermosa casa de dos plantas, con una gran terraza y un huerto de jazmines, rosales y limoneros.
La villa había sido “incautada”por el gobierno a la familia Baguena, siendo su residencia de verano. Ponemos entre comillas incautada debido a que así constaba en la documentación, pero fue más bien cedida por la familia, seguramente buscando con esta cesión evitar el saqueo de la finca al tratarse de un edificio “oficial”. S
contaba el periodista Jaime Millas, el propio Machado agradeció personalmente a los Baguena la estancia en su casa cuando pasó por Barcelona, en su camino a Francia.
En Rocafort permaneció un año largo, hasta mediados de 1938. Pero durante su estancia disfrutó, como muchos historiadores coinciden, de los últimos momentos felices de su vida.
Durante ese tiempo trabajó incansablemente, especialmente en prensa, y tomó parte en varios congresos de Intelectuales como el II Congreso Internacional de Escritores —organizado por la Alianza Internacional de Escritores Antifascistas— o la Conferencia Nacional de Juventudes Socialistas en Valencia.
En Villa Amparo recibió la visita de numerosos amigos y admiradores. En abril de 1938, ante la inminencia de la interceptación de la ruta Valencia-Barcelona, don Antonio se trasladó a Barcelona.
Entre el público que asistió en 1979 al acto de colocación de la placa conmemorativa estaban los descendientes de la familia Baguena y una oyente de excepción: Francisca Castellano, que era la que encargaba del servicio de la casa a diario. Comentaba con Millas: «Hablaba poco con don Antonio, ¿sabe?… una vez se lo dije y me contestó que los poetas hablan poco porque si no no escribirían.»
Para saber más:
Visita a la tumba de Antonio Machado (por Manu Broullón)
machadoenrocafort.wordpress.com
Fuentes:
Revista Historia y vida (año V n.52)
Millas, Jaime (1979) “Homenaje a Antonio Machado en Rocafort” (artículo para El País)
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