El lenguaje de las flores en el siglo XIX

¿Qué significan las flores?

A muchos de vosotros os pasará lo mismo. Cuando estás investigando y buscando algo concreto nunca aparece el dato adecuado, pero sí un montón de cosas —en principio inútiles— muy curiosas y que no sabes qué hacer con ellas.

Pues bien, este es el caso. Resulta que a mediados del siglo XIX, apogeo pleno del Romanticismo como sabéis, aparecen en prensa multitud de artículos que desvelaban—según los autores de los mismos— el lenguaje oculto que tenían ciertos elementos de la naturaleza. Me vino a la cabeza que en aquella época gustaban mucho de los significados místicos de las cosas y me resultó curioso.

significado flores
Portada de uno de los artículos (12 de diciembre de 1847)

El artículo, publicado con firmas diferentes en varios diarios, comentaba los significados de las flores y añadía que éstos procedían del lejano Oriente, “donde las culturas están más en relación con la naturaleza“. ¡Cómo les gustaba entonces aquel orientalismo romántico! Tan exótico y místico.

Aunque cuando lo leáis observareis que muchos significados proceden de la cultura clásica (como el Trigo= Riqueza, fortuna o el Laurel=Triunfo, gloria), creo que resultará útil para los historiadores del arte que quieran darle una vuelta de tuerca a una obra en la que aparezcan este tipo de plantas.

Flora (1913) obra de Louise Abbéma

A partir de ahora me fijaré con atención en los elementos florales que decoren algo realizado en el siglo XIX, aunque también me fijaré cuando le regale flores a mi señora… Os dejo por aquí el listado, algunas flores ni las conozco, ya se las preguntaré al Real Jardín Botánico, cuando me pase por allí les hago examen.

Flora And Zephyr (1875) William-Adolphe Bouguereau
Flora (1913) obra de Louise Abbéma
Bodegón con frutas y flores. Clara Peeters. Óleo sobre cobre
Junquillo o Narcissus jonquilla (ilustración del siglo XIX)
Paloma en iconografía paleocristiana con Rama de olivo
Ilustraciones de Alphonse Mucha
Napoleon I en su trono imprerial (1806) por Jean-Auguste-Dominique Ingres [detalle]
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