“Gloria Imperial, la jornada de Lepanto” de Carlos Canales y Miguel del Rey

Lepanto no constituyó una batalla final pero sembró las dudas en el Imperio Otomano

La más alta ocasión que vieron los siglos, así resumió don Miguel de Cervantes la batalla de Lepanto. Hoy recordamos en su 450 aniversario los acontecimientos que allí tuvieron lugar con “Gloria Imperial, la jornada de Lepanto”, que nos trae una recopilación detallada del enfrentamiento entre la denominada Liga Santa, en la que se encuadraba España, y el poderoso Imperio Otomano.

Esta obra sitúa la contienda en los años previos, las idas y venidas político-sociales que se vivieron y el peso del control de las rutas comerciales. Cristianos y musulmanes enfrentados por el comercio, la expansión de sus dominios, el control de las influencias entre estados… y la Fe.

Sinopsis:

El crucificado sobre seda de la Liga Santa, izado a bordo de la nave capitana de la alianza cristiana, flamea en el horizonte, frente a este un nutrido reguero de enseñas con medias lunas y versos del credo islámico toman sus posiciones en combate. Estamos en Lepanto, y lo que va a suceder ante nuestros ojos pasará a la posteridad.

450 Aniversario de esta batalla que los autores han aprovechado para arrojar más luz, detalles y contarnos los desencadenantes, tanto políticos como sociales que condujeron a aquella contienda, habitualmente reducida a una lucha del mundo cristiano frente al islámico, pero que ahondado en el libro vemos que además, hubieron más detonantes que empujaron a la unión de los Estados Pontificios, la España de Felipe II y la República de Venecia.

Carlos Canales y Miguel de Rey, autores especializados y contrastados en historia militar ponen en nuestras manos una obra cargada de datos técnicos acerca de los contendientes, la batalla y sus repercusiones pero, además, nos dibujan la situación de los estados en los años previos y sucesivos, un recorrido total entre factores detonantes, intrigas y uniones entre estados, luchas internas por el poder y sobre todo, la necesidad del control de las rutas comerciales y de dominar el área de influencia económica que se disputaban las potencias.

Las dudas previas, los roces durante y la gestión de las relaciones tras la contienda. Una pieza que nos ayuda a entender (dentro de lo posible) el porqué de tan magna obra, sin olvidar el cómo. Para finalizar “Gloria Imperial, la jornada de Lepanto”, los autores no se olvidan del después, analizando las relaciones entre los estados participantes. Lepanto no constituyó una batalla final pero sembró las dudas en el Imperio Otomano e hizo ver al resto de potencias que podían frenar su expansión, aunque lo que menos cuajara fuese lo de ir en alianza, todo sea dicho.

En definitiva, siéntese y disfrute, desde la agradable posición que nos otorga la distancia temporal, de uno de los acontecimientos que cambiaron el devenir de los tiempos e hicieron grandes (todavía más si cabe) a ilustres españoles como don Juan de Austria, Luis de Requesens o el capitán general de la Mar Océana don Álvaro de Bazán.

A tener en cuenta:

A destacar:

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