¿Quiénes eran los varegos?
El término varego procede de "varar" o "garantía comercial"

Mientras unos vikingos asolaban las costas de Occidente, otros se instalaron en Rusia a través del comercio pacífico —aunque a veces también usaban la fuerza. Fueron llamados varegos (término que procede de varar o «garantía comercial»)

La llegada de los vikingos a la actual Rusia
En el siglo IX, los Rus —término tomado del finés para designar a los suecos— se impusieron a las tribus eslavas que habitaban los territorios de la actual Rusia. Acudieron a esas tierras con intenciones comerciales y expansivas, pero sobre todo «invitados» por los eslavos. La Crónica rusa original, redactada en el siglo XII por monjes ortodoxos, añade que los nativos les hicieron la siguiente propuesta en el año 862:
Nuestro país es rico e inmenso, pero es víctima del desorden. Venid a gobernar y a reinar en nuestra tierra
Estos no desaprovecharon la oportunidad y, partiendo de las costas de Suecia, atravesaron el mar Báltico hasta el final del golfo de Finlandia, penetrando en Rusia por los grandes ríos hasta el interior del país, hacia los mares Negro y Caspio.

Los líderes varegos
Hacia finales del siglo IX, el jefe varego llamado Rurik fundó el principado de Novgorod, en el norte de Rusia, donde reinó durante veinte años. Novgorod se convirtió en un núcleo de comunicaciones entre la Rusia del norte y el imperio bizantino. Le sucedió su hijo Igor, que, durante la minoría de edad, tuvo como tutor a su pariente Oleg, que en el 882, tras lanzarse a navegar por el río Dnieper, se adueñó y se estableció en Kiev, convirtiendo el río en una ruta comercial extendiendo su poder desde Novgorod a Kiev. Esta ciudad en pocos años llegó a ser una de las ciudades faro de Occidente en el campo del comercio, de la cultura y del arte.
Oleg dominó varios reinos vecinos, rodeado de un círculo cortesano y de jefes militares escandinavos, aunque sus guerreros eran una mezcla de normandos y eslavos. En el año 907, según la Crónica, Oleg se presentó frente a Costantinopla a la cabeza de 80.000 hombres repartidos en 2000 embarcaciones. Los bizantinos dispusieron a una cadena gigantesca y cerraron el paso a la flota de Oleg, pero los vikingos izaron sus barcos sobre la orilla y les pusieron ruedas. En cuanto los vientos le fueron favorables se lanzaron a toda velocidad sobre la ciudad. Los bizantinos se dejaron llevar por el pánico, aceptaron un tratado comercial y el pago de un tributo en el año 912.

En el año 963, Sviatoslav, el nieto de Oleg, venció al gran Khan, a lo largo del Volga, así como las tribus búlgaras en el Danubio. Sviatoslav cayó en una emboscada y murió a manos de los invasores petchenegas, guerreros oriundos de las estepas de Asia central.
Su sucesor, Vladimir I, repelió a los petchenegas y consolidó el imperio ruso incipiente. En el año 988, el emperador de Bizancio visitó al señor de Rusia para proponerle el matrimonio con su hermana y su conversión al cristianismo, propuestas que Vladimir aceptó; sus súbditos también se bautizaron, pero estos fueron obligados a hacerlo en el río Dnieper. Los escandinavos se fundieron con esta nueva cultura rápidamente y comenzaron a llegar a Rusia sacerdotes griegos ortodoxos. Los varegos reinaron en Rusia durante más de siete siglos, y atacaron Bizancio en varias ocasiones.

La Guardia varega
Aunque hubo enfrentamientos entre varegos y bizantinos, ambos mantenían relaciones comerciales pacíficas. Muchos varegos sirvieron como mercenarios en las filas de las tropas bizantinas. En el año 988, el emperador Basilio II le pidió tropas a Vladimir I de Kiev para ayudarle a defender su trono, este tuvo que aceptar debido al tratado firmado anteriormente por su padre, y le mandó 6000 hombres.
Basilio II vio como los varegos se desenvolvían en la batalla y los contrató como su guardia personal, porque le inspiraban más confianza que los nativos bizantinos. Esta unidad de élite sería conocida como la «Guardia varega». Con el tiempo esta guardia se fue nutriendo de reclutas procedentes de Dinamarca, Noruega y Suecia, por lo que estuvo compuesta principalmente por escandinavos durante los primeros 150 años.

El arma principal de este unidad era el hacha larga, aunque también manejaban con precisión la espada o el arco. Su cuartel general se situaba en la ciudad de Costantinopla. Sus miembros eran muy aficionados a la bebida como buenos hombres del norte que eran, incluso eran llamados «los barriles del emperador».
Fuentes:
Aguilar Universal (1989). Los vikingos, reyes de los mares
Davidson, H. R. Ellis (1976). The Viking Road to Byzantium.