Desde la iniciación de las experiencias aeronáuticas con “medios más pesados que el aire” en 1911 y tras la creación del Servicio de Aeronáutica, dentro de la rama de Aviación no se dispuso de un uniforme especial de diario que identificara a los aviadores. Aunque se les dotó de un uniforme que indicaba su especialidad y que había sido aprobado en el Reglamento del Servicio de Aeronáutica Militar (1913).
El servicio de Aviación
Por real orden circular de 21 de septiembre de 1910 se creaba la comisión de experiencias, la cual se ocuparía del funcionamiento de los medios del cuerpo. En vista del desarrollo internacional del dirigible y sus aplicaciones militares, se nombró una comisión para estudiar en otras naciones los últimos adelantos en este medio. Después de las visitas realizadas, se optó por encargar a la sociedad francesa la construcción de un dirigible para el ejército.
Así se iniciaba la aventura de la Aviación Militar española. El capitán Kindelán marchaba inmediatamente comisionado a Francia, para adquirir el material necesario para las actividades con aeroplanos. Encargó dos ejemplares Henry Farman y un Maurice Farman, así como barracones desmontables. El emplazamiento para las experiencias de los aeroplanos se situó en el campo de Cuatro Vientos.
Por real orden de 8 de marzo de ese mismo año fueron designados alumnos del primer curso de pilotos los capitanes: Kindelán, Emilio Herrera Linares y Enrique Arrillaga López. El 13 de marzo tuvo lugar el primer vuelo en el aeródromo y el día 15 dieron comienzo las clases de vuelo.
La uniformidad en Aviación
La autorización para que realizasen el segundo curso de pilotos oficiales de las distintas Armas o Cuerpos, dio lugar a una variedad de uniformes entre sus componentes. Para evitar esta diversidad, el servicio de aeronáutica se adelantó a la totalidad del ejercito al reglamentar para sí el uso del uniforme caqui. Igualmente, ocurrió en 1920, cuando se transformó la guerrera (chaqueta) caqui de cerrada en abierta con solapas.
Algo semejante sucedió con el traje de vuelo, prenda peculiar de los aviadores. Se consideró en el Reglamento para experiencias de aeroplanos (1911), que se precisara el uso de prendas de cuero sobre los uniformes habituales. Incluso, de prendas de abrigo para la época invernal.
Traje de vuelo
Una vez creado el Servicio de Aeronáutica (1913), en atención a lo solicitado por el Coronel Director del mismo se declaraba reglamentario, lo siguiente:
Para vuelos el uso del chaquetón de cuero y pantalón azul durante el invierno, y la chaqueta y pantalón azules durante el verano, sobrepuestos al uniforme, como actualmente se emplean para dicho cometido.
Ahora bien, ni para el chaquetón de cuero ni para el pasamontañas se concretaban sus diseños, con lo que cada piloto usaba aquellas prendas que mejor le parecían. A través de grabados, fotografías y reproducciones, hemos podido apreciar la variedad de modelos.
El oficial que muestra la ilustración lleva el chaquetón de cuero, el pasamontañas —casco de vuelo— de cuero con visera y banda de protección, a semejanza de las “chichoneras” que usaban los bebés. Lleva calzón con franjas blancas en los costados, lo que demuestra que se trataba de un oficial de Caballería, pues a partir del segundo curso ya participaron oficiales de todos los Cuerpos y Armas.
Fuentes
Aguilar Hornos, J., Uniformidad de la Aeronautica Española, Madrid, Museo del Aire, 1993.
Bueno, J.M., Soldados de España. El uniforme militar español desde los Reyes Catolicos hasta Juan Carlos I, Madrid, Quirón Ediciones, 2012.
