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La tumba del Rey Baltasar

En Etiopía se dice que uno de aquellos Reyes de Oriente que visitaron al Mesías era su emperador Bazén

Érase una vez un emperador conocido como Bazén, cuyo nombre aparecía en las crónicas de diferentes formas: Tazén, Zäbe’esi Bazén o ZäBazén Baltasar.

Gobernaba en las tierras del Impero Aksumita, luego Reino de Aksum, lo que hoy es Etiopía y parte de Yemen. Era el 67° soberano descendiente del rey Menelik I, descendiente a su vez, según el relato de la reina de Saba del rey Salomón.

Tumba Rey Mago Baltasar
sacerdote de la Iglesia Etíope

Se dice que el nacimiento de Cristo tuvo lugar en el octavo año de su reinado (otras fuentes dicen que en el décimo octavo). Los relatos, especialmente provenientes de la tradición oral, de la Iglesia Copta etíope cuentan que el emperador Bazén fue uno de los Reyes Magos que visitó al Niño Jesús poco después de su nacimiento. Él entregó el obsequio de la mirra.

Ya que la Biblia no describe a los “Reyes Magos” a lo largo del tiempo fueron surgiendo muchas teorías respecto al origen de Baltasar. La más extendida es la que afirma que era un sabio rey negro proveniente de algún lugar del reino de Saba (actual Yemen) que era en los inicios de nuestra era parte del Imperio de Aksum y practicaban la religión judía.

Aunque los magos fueron, según la tradición, a adorar al Mesías que acababa de nacer en Belén, la Biblia no facilita sus nombres, ni su número como decimos. Estos datos y su posible origen fueron creados por tradiciones posteriores. En todo caso, esos magos actuaron, según los evangelios, siguiendo un extraño astro, calificado de estrella fugaz, que habían visto en sus observaciones del universo, ya que también se cree que eran astrónomos, a diferencia de la visión tradicional, que los ha venido identificando como “reyes”.

Rey Baltasar
Sello etíope dedicado a Baltasar / Bazén

La tumba del Rey Baltasar

Siendo la ciudad de Aksum la antigua capital de un poderoso imperio, su entorno rezuma historia y leyenda por todas partes. A la derecha de un camino poco visible, rodeado ya de viviendas, y al que hay que llegar con un guía, se encuentra la tumba del rey Bazén, la llamada también tumba del rey Baltasar, el rey que llevó mirra al Mesías y anunció su venida en Etiopía.

Al aproximarse a la tumba, un monje ataviado con una túnica —su guardián, según la gente que la ha visitado— abre la puerta y te conduce hacia una cripta subterránea sin iluminación artificial. El curioso etíope ilumina siete nichos en el interior. La tumba fue saqueada en la antigüedad, no hay mucho que ver más que roca y algún grabado en sus paredes.

Según nos cuentan muchos investigadores:

En las paredes de la escalera que conduce a los tres nichos principales, se habrían recogido los restos del Rey Baltasar, su esposa y sus hijos. Se especula que los otros, según la leyenda, habrían albergado los cuerpos de varios guerreros.

A pesar de asegurar que Bazén es el rey de la historia evangélica la nación Aksumita no se convirtió al cristianismo hasta la predicación del sacerdote griego conocido como San Frumencio de Axum, a partir del 316 d.C. Más de 300 años después; un poco extraño si consideramos como bueno el relato que afirma que reconoció en el niño que había visitado en Belén (o en Nazaret) al Mesías y comunicó la buena nueva en su reino ¿Cómo es que nadie le hizo caso?

Significado del nombre de Baltasar

En unos estudios sobre este emperador realizados por el arqueólogo ruso Sergey Tolstov, afirma que bien pudiera tratarse de una figura legendaria aunque su nombre tendría que ser reflejo de una realidad histórica. Que no es otra que la que sitúa a unas tribus llamadas “Bazén” como dominantes, alrededor del siglo I d.C., en Aksum.

La etimología del nombre Baltasar no se refiere a un nombre propio, sino que viene de Bel-Sar-Utsor, equivalente a Dios protege al Rey, frase de proveniencia babilónica mencionada en los libros del profeta Daniel en referencia a otro rey conocido como Baltasar. Por lo que el nombre de ZäBazén Baltasar podría significar “Dios Protege al Rey de los Bazén” haciendo referencia a cualquier monarca de la citada tribu, quedando nuestro Rey Baltasar como un personaje real, pero sin un nombre propio.

¿Será esta la tumba del mítico rey mago, ese que colocamos en el portal de belén… aunque desconozcan su verdadero nombre?

  • Fuentes:
  • Blog “New Faces New Places”
  • TOLSTOLV, SERGEI (1970) Труды VIИ Международного конгресса антропологических и этнографических наук: Секция 19 (…)
  • REES, ADAM (1819) The Cyclopædia: Or, Universal Dictionary of Arts, Sciences, and (…), Volumen 1

Miguel Ángel Ferreiro

Militar de carrera, autor de "La Segunda Columna" (Ed.Edaf), director de este proyecto e Historiador del Arte (UNED). Entre África y Europa, como el Mediterráneo.
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