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¿Quién fue El Perugino?

Perugino: El maestro del arte renacentista y su inolvidable legado

Perugino fue uno de los más destacados pintores del Renacimiento italiano, fue un maestro muy influyente, ya que tuvo muchos discípulos, entre ellos Rafael. Además, su estilo de pintura se caracterizó por una gran precisión y equilibrio en la composición, con una técnica depurada y un gran interés por la luz y el color. Falleció en marzo de 1523, se cumple en 2023 el 500 aniversario de su muerte.

El Perugino
San Bernardino cura de una úlcera a la hija de Giovanni Petrazio da Rieti, 1473, temple sobre tabla, 76×56,5 cm, Galería Nacional de Umbría, Perugia.

Los primeros años y la formación de Perugino

Perugino nació en 1446 en la ciudad de Città della Pieve, Umbría, Italia. Su verdadero nombre era Pietro Vannucci, pero se le llamó Perugino porque pasó la mayor parte de su vida en Perugia, una ciudad cercana. Comenzó su carrera como aprendiz del pintor Andrea del Verrocchio en Florencia. Verrocchio, a su vez, era un consagrado artista que había formado a futuros maestros como Leonardo da Vinci, Domenico Ghirlandaio o Francesco Botticini.

Bajo la tutela de Verrocchio, Perugino aprendió el arte de la pintura, la escultura y orfebrería. También estudió las obras de otros artistas, como Fra Angelico o Masaccio. Las primeras obras de Perugino reflejan la influencia de estos artistas, pero pronto desarrolló su propio estilo. En 1472, regresó a su ciudad natal y comenzó a trabajar como pintor en el convento de San Francesco al Prato en Perugia, donde realizó una serie de frescos que le dieron fama.

Las obras maestras de Perugino y su importancia en la historia del arte

Los cuadros de Perugino son conocidos por su armonía, elegancia y profundidad espacial. A menudo pintaba escenas religiosas, utilizando colores suaves y pinceladas delicadas para crear una atmósfera serena. También era hábil en la representación de las emociones humanas, lo que resulta evidente en sus frescos de la Capilla Sixtina de Roma para los que fue contratado, en 1481, por el Papa Sixto IV, donde pintó algunos frescos junto a otros artistas destacados de la época, como Sandro Botticelli y Domenico Ghirlandaio.

Una de las obras más famosas de Perugino es precisamente su fresco para la Capilla Sixtina: “Entrega de las llaves a San Pedro”, que se conserva en el Vaticano. Esta pintura representa a Cristo entregando las llaves del cielo a San Pedro, momento en que se estableció el papado y San Pedro recibía la autoridad para dirigir la Iglesia. La obra también destaca por el uso de la perspectiva, muy avanzada para su época.

El Perugino
Entrega de las llaves a San Pedro, h. 1482, fresco, 335 x 550 cm, Capilla Sixtina, Ciudad del Vaticano.

El estilo único y las técnicas utilizadas por Perugino en sus pinturas

El Perugino se caracterizó por un estilo artístico muy personal, que combinaba elementos del Renacimiento florentino con otros de la escuela de Umbría, creando una síntesis original y armoniosa caracterizada por el uso de luces y sombras, pinceladas delicadas y colores suaves. A menudo utilizaba una técnica llamada sfumato, que consiste en mezclar colores para crear una sutil transición de un color a otro. Esta técnica da a sus cuadros una sensación de profundidad y realismo.

Perugino también sabía crear sensación de espacio en sus cuadros. Utilizaba la perspectiva para crear una sensación de distancia entre el primer plano y el fondo como bien podemos observar en la obra de la Sixtina. Esta técnica, avanzada para su época, fue adoptada posteriormente por muchos artistas del Renacimiento.

Influencia de Perugino en sus alumnos

Perugino fue un artista muy respetado en su época, y su influencia puede verse en las obras de otros artistas renacentistas. Uno de los artistas que recibió la influencia de Perugino fue Rafael. Rafael fue el alumno más destacado de Perugino y aprendió de él muchas de sus técnicas. Las pinturas de Rafael reflejan también el control de la perspectiva y la delicada pincelada característica del taller de Perugino.

Otro de sus alumnos destacados fue Giovanni di Piertro, conocido como Lo Spagna, por su origen español. Algunos críticos de arte atribuyen a este talentoso artista la autoría de los Esponsales de la Virgen, un célebre óleo sobre tabla, de 234×186 cm, que se conserva en en el Musée des Beaux-Arts de Caen y que ha sido tradicionalmente atribuida a su maestro Perugino.

El Perugino
Los desposorios de la Virgen

Últimos años

En torno al año 1506, El Perugino dejó definitivamente Florencia y se trasladó a Perugia. Allí, en 1507, a pesar de encontrarse en un periodo de decadencia, creó una de sus obras más destacadas: la Virgen entre San Jerónimo y San Francisco, que actualmente se encuentra en el Palazzo Della Penna de Perugia.

El Perugino pintor
La Virgen de Loretto con San Jerónimo y San Francisco, 1507-15

En ese mismo año, el papa Julio II convocó a El Perugino para que pintara la Estancia del “Incendio del Borgo” en el Palacio Apostólico del Vaticano. En esta obra, El Perugino plasmó cuatro tondos con temática religiosa, entre los que se encuentrana Santísima Trinidad, el Creador en el trono entre ángeles y querubinesCristo como Sol Iustitiae y Cristo tentado por el demonioCristo entre la Misericordia y la Justicia (1508). Pero aunque estas obras son consideradas algunas de las mejores creaciones de Perugino, ni siquiera el papa quedó plenamente satisfecho con ellas y pronto prefirió a un competidor más joven, Rafael, que había sido formado por Perugino, haciendo que el maestro se retirase de Roma en 1512.

Después de este episodio, El Perugino se mudó a la región de la Umbría, donde continuó trabajando en pequeñas ciudades donde aún se apreciaba su estilo.  A pesar de esto, sería un error considerar las obras de los últimos veinte años de la vida de El Perugino como simples repeticiones monótonas, ya que aún se encuentran ejemplos de grandeza y genialidad en su producción artística. En esta etapa, El Perugino se centró principalmente en frescos devocionales en pequeñas ciudades de la Umbría, como la Piedad de Spello y la Adoración de los Pastores para la Madonna delle Lacrime en Trevi (1521), cuya Virgen fue incluso repetida en otras obras posteriores.

El Perugino
Adorazione dei Magi de Perugino Cappella della Adorazione dei Magi, Santuario di Madonna delle Lacrime, Trevi, Umbría,

El Perugino murió en Fontignano, una pequeña ciudad cerca de Perugia, víctima de la peste. Fue enterrado de manera precipitada en un terreno no consagrado y se desconoce el lugar exacto de su sepultura. En el momento de su muerte, poseía una considerable cantidad de bienes y dejó tres hijos. Entre sus últimas obras se encuentra la Virgen con Niño en el oratorio de la Anunciada en Fontignano, que se considera su última obra conocida.

Mr. Echo

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