Comentamos con Jose, de Trastero de la Historia, algunas curiosidades acerca del libro “La Segunda Columna; lo que dejamos en África”.
La entrevista
Las Columnas de Hércules, el Fretum Gaditanum, señalaban el punto final de navegación para griegos y fenicios. Una vez rebasadas, no había más allá: «Non Plus Ultra». La primera estaba en Calpe, actual Gibraltar, y la segunda en Abila, lo que hoy es Ceuta. De esas dos columnas, solamente una es española: la africana.
África forma parte de nuestra historia. Este libro pretende poner en valor una serie de hechos poco divulgados, que trazan puentes humanos y culturales a través del estrecho de Gibraltar. A medida que avanzamos en el tiempo, lo español es palpable en gran parte del continente africano, desde la mítica Tombuctú hasta Guinea Ecuatorial, único país africano cuyo idioma oficial es el español.
Otros ejemplos los encontramos en los exploradores hispanos que en tiempos de Roma recorrieron el Sáhara; la unión de la Mauritania Tingitana a la Diócesis de Hispania; Orán; Ceuta y Melilla; la gran Gadir controladora de las rutas africanas a Mogador y, por supuesto, Cartago, cuyos ejércitos formados por contingentes hispano-africanos actuaron en el Mediterráneo.
La acción de España en África se conoce, pero no se entiende. Esta obra trata de explicarla de una forma clara y amena.
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5 curiosidades que cuenta el libro
1. La cuna de la humanidad en Europa es España
Durante años, los paleontólogos españoles más prestigiosos han tratado de demostrar con evidencias materiales la conexión entre las dos orillas, española y africana. Tal es así, que se ha llegado a demostrar que el hombre habría llegado a Europa a través del Estrecho de Gibraltar mucho antes que por la franja sirio-cananea, no obstante no lo veremos en los mapas de la distribución de los homínidos, puesto que la comunidad internacional se niega a aceptar que la cuna de la humanidad en Europa sea España.
2. El topónimo de España podría provenir de una referencia africana
Según algunos lingüistas el topónimo de España podría provenir de la referencia fenicia y-spny luego latinizada como Hispania. Su significado provendría a que, cuando los barcos fenicios llegaban al Cabo Tres Forcas (cerca de la actual Melilla) pondrían rumbo a la “costa del norte”, que sería su significado literal.
3. El Califato de Córdoba estableció una suerte de “protectorado” sobre el Magreb
A fin de controlar las rutas transaharianas, por donde llegaban ingentes cantidades de riquezas, el poderoso Califato de Córdoba estableció fortalezas, tropas y hombres de confianza en las principales ciudades magrebíes.
4. La primera posesión castellana en África fue en el Sáhara
En 1405, tras desembarcar en la parte continental inmediata a las Canarias, Jean de Bethencourt toma posesión del señorío de Mauritania y Mar Menor de Berbería (o Mar Pequeña), que será confirmado por Enrique III de Castilla.
Durante sus incursiones en territorio africano, propuso la construcción de una fortaleza en aquel territorio, aunque nunca la llegó a ver edificada. Será Diego García de Herrera, señor de las Cuatro Islas en 1478, el que levantará una fortaleza en la desembocadura de un río. La llamó Santa Cruz de (la) Mar Pequeña, y según las crónicas estaba a 33 leguas de Lanzarote. Aquella fortaleza, dotada de artillería y de una respetable guarnición, enclavada en el territorio de los bu tata, será la semilla del futuro Ifni y representara la primera posesión de Castilla en África.
5. Decenas de fortalezas españolas se conservan todavía en las costas norteafricanas
Además de nuestras Ceuta, Melilla, Peñón de Vélez y Alhucemas, otros países actuales cuentan entre su patrimonio con varios de los mejores ejemplos de la ingeniería militar española: Orán (Argelia), Trípoli (Libia), Djerba (isla de Túnez), Mahdía (Túnez), la propia Túnez tiene varias, Bugía (Argelia), La Mámora (conocida como San Miguel de Ultramar, hoy en el Marruecos atlántico) o el Peñón de Argel son solamente algunas de esas ubicaciones.
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A tenor de este generoso resumen, este libro parece sin duda una obra fascinante, y digo parece porque aún no ha caído entre mis manos y ya despierta en mí un interés especial. En alusión al punto segundo acerca del posible origen etimológico de Hispania, me gustaría dejar aquí constancia de algo que tal vez sorprenda a muchos pero que yo mismo experimenté en mi juventud. A pesar de la distancia que separa el cabo Tres Forcas de la costa de Almería, unos 160 Kms aproximadamente, en días especialmente claros pueden avistarse los picos de Sierra Nevada desde el campo de tiro de rostrogordo, a una altitud de poco más de cien metros. Imaginemos por tanto a los fenicios hace miles de años otear el horizonte hacia el norte al avistar en proa el destacado cabo Tres Forcas, Ras Guork para los rifeños, y tomar rumbo hacia esa costa del norte como bien cita el libro.
Mi más sincero deseo de éxito para el autor.
Rafael
Maravilloso!!! Muchas gracias por compartir esa observación, me parece fascinante
A tenor de este generoso resumen, este libro parece sin duda una obra fascinante, y digo parece porque aún no ha caído entre mis manos y ya despierta en mí un interés especial. En alusión al punto segundo acerca del posible origen etimológico de Hispania, me gustaría dejar aquí constancia de algo que tal vez sorprenda a muchos pero que yo mismo experimenté en mi juventud. A pesar de la distancia que separa el cabo Tres Forcas de la costa de Almería, unos 160 Kms aproximadamente, en días especialmente claros pueden avistarse los picos de Sierra Nevada desde el campo de tiro de rostrogordo, a una altitud de poco más de cien metros. Imaginemos por tanto a los fenicios hace miles de años otear el horizonte hacia el norte al avistar en proa el destacado cabo Tres Forcas, Ras Guork para los rifeños, y tomar rumbo hacia esa costa del norte como bien cita el libro.
Mi más sincero deseo de éxito para el autor.
Rafael