Hasta ahora, se consideraba que el disco celeste de Nebra pertenecía a la Edad del Bronce Antiguo y, por lo tanto, era la representación más antigua del cosmos.
Los arqueólogos de la Universidad Goethe de Frankfurt y la Universidad Ludwig-Maximilian en Munich han vuelto a analizar los datos sobre el sitio del descubrimiento y las circunstancias del hallazgo. Sus conclusiones son que el disco debe estar fechado en la Edad del Hierro, por lo que es unos 1.000 años más joven de lo que se suponía anteriormente. Esto hace que todas las interpretaciones astronómicas anteriores sean obsoletas.
¿Qué es el disco celes de Nebra?
El disco celeste de Nebra es uno de los hallazgos arqueológicos más importantes de Alemania y fue incluido en el Registro de la Memoria del Mundo de la UNESCO en 2013.
Las características del cielo de noche y de día se mezclan, sobre el fondo de una representación abstracta de un cielo estrellado. El curso del sol y la luna a través de los cielos no solo se representa, sino que también se explica. Porque, entre los horizontes, un barco realiza un viaje nocturno a través del océano celestial. Esta es la primera vez que esta imagen aparece en Europa como símbolo mítico central. El Disco nos da una idea del conocimiento de nuestros antepasados sobre el curso del universo y su interpretación religiosa.
¿Cómo se encontró?
El hallazgo se produjo en el verano de 1999, cuando dos hombres con detectores de metales, que se dedicaban a buscar municiones y armas militares en el bosque de Ziegelrod, se toparon sin sospechar de su importancia con restos del 1,600 a.C.: Un disco clavado verticalmente en el suelo, acompañado de dos espadas, dos hachas, unos brazaletes y un escoplo; todo ello rodeado por grandes piedras. Vendieron todo en el mercado negro por unos 16,000€ en el año 2000.
Un comprador lo ofreció (por 1 millón de marcos) a los museos de prehistoria de Berlín y Múnich. Fue entonces cuando el director del museo de Berlín, Wilfried Menghin, recibió unas fotos en que se veía el disco celeste y las demás piezas. Menghin contestó que debía dirigirse al Museo de Prehistoria de Múnich de inmediato, pues se trataba de piezas procedentes de un expolio. Después de esta conversación, el hallazgo desapareció por un tiempo.
En el 2002 otras personas acuden a Menghin con propuestas de venta similares, en esta ocasión el director del museo no quiso perder la pista y acude al Ministerio de Cultura de Sajonia-Anhalt, que a su vez da parte del suceso a la policía. Tras la investigación policial se recupera el disco y una de las espadas, más tarde se conseguirá todo lo demás.
En septiembre de ese mismo año, los implicados son detenidos y condenados a una multa. Es en este momento cuando los descubridores del tesoro hacen una confesión en regla, revelando el lugar y las circunstancias del hallazgo. Desde el 23 de mayo de 2008, el Sky Disc se exhibe en la exposición permanente del Museo del Estado.
El problema de las piezas procedentes del saqueo
Al ser descubierto en una excavación ilegal en 1999 junto con varias espadas, hachas y brazaletes de la Edad de Bronce. Como es sabido, el contexto del descubrimiento es esencial para la datación científica, ya que el disco en sí no podía ser datado científica ni arqueológicamente en comparación con otros objetos.
Por lo tanto, tras años de investigaciones de varios grupos de expertos se verificó tanto la atribución al supuesto sitio del descubrimiento como los orígenes comunes de los objetos, independientemente de la vaga información proporcionada por los saqueadores.
Un nuevo análisis del disco
Rupert Gebhard, director del Archäologischen Staatssammlung de Múnich, y el profesor Rüdiger Krause de Prehistoria e Historia de Europa Temprana en la Universidad Goethe de Frankfurt, han analizado de nuevo en profundidad las circunstancias del descubrimiento y los resultados de la investigación que se hicieron sobre el disco celeste de Nebra.
Su conclusión: el lugar aceptado hasta hoy de su hallazgo, y que fue investigado en excavaciones posteriores es muy probable que no sea el sitio de descubrimiento de los saqueadores. Además, no hay pruebas convincentes de que las espadas, hachas y brazaletes de la Edad del Bronce formen un conjunto de orígenes comunes. Por esta razón, se debe asumir que este no es un depósito típico de la Edad del Bronce y que el disco no se encontró junto con los otros objetos en su estado original en el sitio de excavación.
Según los arqueólogos, esto significa que el disco debe investigarse y evaluarse como un hallazgo individual.
Cultural y estilísticamente, el disco celeste no puede encajar en el mundo de la Edad del Bronce Antiguo, principios del segundo milenio a.C. Por el contrario, se pueden hacer referencias más claras al mundo de motivos de la Edad de Hierro del primer milenio a C.
Según Gebhard y Krause, sobre la base de una situación de datos divergentes y sobre la base de esta nueva evaluación, todas las conclusiones histórico-culturales anteriores, a veces de gran alcance, deben discutirse de nuevo y con una mente abierta. El disco debe interpretarse y evaluarse en contextos diferentes a los anteriores.
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