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¿Quién fue Isabel la Católica?

Breve resumen de su biografía

En 1992, Isabel Flores de Lemus, publicaba una especie de cuento infantil sobre Isabel la Católica; empezaba así:

Hubo una vez en Castilla una Infantita rubia, de ojos azules con mirada inteligente y bondadosa. Nació el jueves día 22 de abril de 1451, en la entonces villa señorial de Madrigal de las Altas Torres, así llamada porque cien torres coronaban la muralla que la circundaba.

Lleva la niña en sus venas sangre de reyes santos, sabios y conquistadores. Porque por parte de su padre, el Rey don Juan II de Castilla, desciende de Fernando III, el Santo, y de Alfonso X, el sabio. Y por parte de su madre, la Reina Doña Isabel de Portugal, de Santa Isabel, Infanta de Aragón y soberana de Portugal, y de Santa Isabel, reina de Hungría.

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Vídeo introductorio sobre Isabel la Católica

Isabel la Católica, una vida para la Historia pero no de cuento

Evidentemente la Historia de la futura reina Isabel la Católica no fue para nada de cuento. Su infancia transcurrió entre corte y corte acompañando a sus padres en medio de una Castilla enrarecida debido a las conjuras de la nobleza con dos bandos muy diferenciados: el de Álvaro de Luna, condestable de Castilla y el del príncipe Enrique, heredero al trono y hermanastro de Isabel.

En julio de 1454 al morir su padre, Juan II, la corona pasó a Enrique, que fue coronado ser rey de Castilla con el nombre de Enrique IV. En el testamento también dejó escrita la sucesión, en el caso de que Enrique falleciese… Por si no ha quedado bien claro, Enrique, el primogénito era hijo de la primera mujer del rey (María de Aragón, una Trastámara de la estirpe del rey de Aragón) e Isabel de Castilla, era primera hija de su segunda esposa -como decía el cuento, Isabel de Portugal- y, además, tenía por delante a su hermano Alfonso (de la misma madre) que, aunque 2 años menor que ella, fue el elegido en el testamento del rey Juan para suceder a su hermanastro si a este le sucediese algo. En cuanto al resto de familia, las hermanas de Enrique IV habrían fallecido durante su infancia, quedando como único descendiente de la rama de María de Aragón.

tratado de Alcaçovas
Isabel la Católica, de autor anónimo (c. 1490). Museo Nacional del Prado (Madrid).

Isabel, como infanta que era, recibió la villa de Madrigal como herencia hasta que contrajese matrimonio y una renta. Alfonso, su hermano, recibió una dote mucho mayor en la que se incluía el maestrazgo de Santiago con las rentas de las villas de la Orden y otras grandes villas castellanas (como Soria o Arévalo).

Conjuras de la nobleza

Tras cerca de 8 años de reinado (febrero de 1462), el rey Enrique y su esposa Juana de Portugal, tuvieron a su heredera Juana de Castilla, que nombraron Princesa de Asturias. No obstante, los enemigos de Enrique IV, que eran muchos, se negaban a ver en ella a una auténtica hija del rey, asegurando que Enrique IV era impotente y Juana hija de su valido, Beltrán de la Cueva, por la que se comenzó a llamar “Juana la Beltraneja en los círculos más reaccionarios en contra del rey… especialmente en las villas en las que su hermanastro ejercía poder y fama, como por ejemplo en Arévalo.

No obstante, sería en Ávila, hacia 1465, cuando la nobleza partidaria de derrocar a Enrique se reunió y proclamó a Alfonso de Castilla heredero legítimo del rey Juan. Así se desató una serie de enfrentamientos entre los dos bandos que derivó en diferentes enfrentamientos como el de la “Segunda Batalla de Olmedo” (agosto de 1467).

Isabel la Católica reina Castilla
Batalla de Olmedo, estampa de Joaquín Molina (s XIX)

Isabel de Castilla, futura reina; un giro del destino

La muerte del candidato al trono, en Cardeñosa, el 5 de julio de 1468, posiblemente por una peste, no detuvo el alzamiento que llevaba años enfrentando a las dos facciones en Castilla. El liderazgo de los rebeldes fue recogido por la hermana de Alfonso, Isabel de Castilla, que tiene que huir de la corte rápidamente para refugiarse en Aragón, junto a su prometido Fernando. Es el comienzo de la transformación de una infanta a reina; de una Trastámara castellana, inicialmente en manos de una nobleza descontenta que pretendía manipularla a su antonjo, en reina y señora de su destino (primero) y de Castilla (después).

En 1474 muere Enrique IV y es entonces cuando se desata la “Guerra de Sucesión Castellana”, con la participación de fuerzas enviadas por diferentes reinos europeos que se fueron posicionando en uno u otro bando:

  • Francia que se puso del lado de la reina Juana, debido a su enemistad con Aragón
  • Portugal se sitúa también con Juana, porque estaba prometida al rey de Portugal, con el que casará a los pocos meses.
  • Navarra con Isabel (esposa ya del heredero de Aragón)
  • El Reino nazarí de Granada se mantiene al margen, alegando respetar varios tratados de paz firmados con Enrique IV.
Isabel la Católica reina Castilla
Campañas sucesivas de la guerra de sucesión castellana. (wikimedia)

La Guerra de Sucesión

El 1 de marzo de 1476 se produce la Batalla de Toro y diversos combates navales que llegan hasta las aguas africanas de Guinea o Mina, tras los cuales, a finales de 1476 ya se puede decir que Isabel y Fernando tienen la situación bajo control, aunque los disturbios se dilatarán hasta enero de 1479, cuando se firma el Tratado de Alcáçovas.

Isabel la Católica reina Castilla
La Batalla de Toro, por Francisco de Paula van Halen

El tratado que puso fin a las hostilidades siendo ratificado por los 3 reinos contendientes (Castilla, Aragón y Portugal), en el mismo además se ratificaba la renuncia del rey de Portugal a reclamar la corona de Castilla (al ser consorte de Juana) y a Isabel y Fernando a renunciar a la de Portugal. También Juana tuvo que renunciar a todos sus títulos castellanos y se acordaba el matrimonio de la hija de los futuros Reyes Católicos con el heredero de Portugal.

La Guerra de Granada

Isabel la Católica se alza victoriosa tras la guerra de sucesión de Castilla, durante la cual Granada, como hemos comentado, siguió una política de “calma tensa”—es decir, incursiones, tratados de paz, algún que otro saqueo (como el de Cieza)— hasta que acepta una tregua de 3 años con Isabel y Fernando.

A su término, en 1481, Granada ataca Zahara. La respuesta de Castilla fue casi inminente, sería el “casus belli” que iniciaría la llamada “Guerra de Granada”, una serie de batallas y asedios donde la pólvora va cobrando un gran protagonismo. Una de las primeras acciones castellanas sería la conquista de Alhama, duro golpe para los nazaríes, que trataron luego de recuperarla sin éxito.

Mientras Muley Hacén, el sultán de Granada, organizaba las campañas contra los Reyes Católicos, la sultana Aixa, ayudada por una parte de la nobleza granadina (los abencerrajes) huye de la Alhambra junto a sus hijos Boabdil y Yusuf hacia Guadix, donde el primero es proclamado soberano como Muhammad XI. Estalla así una guerra civil en Granada, dividiendo en el reino entre los seguidores del sultán Hacén o de Boabdil.

Una guerra civil en medio de una guerra contra los reinos de Castilla y Aragón, sin duda, algo no iba a salir bien. Boabdil sería capturado en Lucena el 20 de abril de 1483 luchando contra los castellanos y es llevado ante los Reyes Católicos; mientras tanto, recuperaba el trono centrándose en eliminar a su otro hijo, Yusuf, partidario de Boabdil y que se había hecho fuerte en Almería.

Aixa, que solicita a la reina Isabel la liberación de su hijo en Córdoba, acepta rendir vasallaje a los Reyes Católicos. Una vez liberado acuden a ayudar a su hermano en Almería. Al poco fallece su padre y su lugar es ocupado por El Zagal, su hermano y tío de Boabdil.

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Conjunto de Boabdil (foto: MAF-Retohistorico)

Parece ser que pactan entre tío y sobrino la renuncia del último al trono, retirándose a Loja. Los Reyes Católicos no conformes con que su vasallo renuncie a su reino (pues de esto dependían las parias) asaltan Loja y lo vuelven a capturar. Esta vez acepta un nuevo trato a cambio de su libertad: entregar Granada. Boabdil acepta., y así, tras una larga campaña, los Reyes Católicos sitiarán Granada hasta su claudicación, el 25 de noviembre de 1491. Isabel la Católica valoró tanto la integración del Reino de Granada en su corona que se hizo enterrar allí a su muerte.

Saber más sobre la Granada de Isabel la Católica

De Granada a América

Muy cerca de Granada, en Santa Fe (donde habían ubicado el cuartel general del sitio de Granada), recibió la Reina Isabel a Cristóbal Colón, el 17 de abril de 1492, a fin de redactar el documento que le autorizaba a realizar la expedición a través del Mar Océano que tenía planeada.

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Firma de la Reina Isabel la Católica (Archivo del autor)

Fuentes utilizadas:
Valdeón Baruque, Julio (2004). Isabel la Católica, reina de Castilla. Valladolid.Del Val Valdivieso, María Isabel (2004). «Isabel la Católica. Una mujer para el trono de Castilla». Memòries de la Reial Acadèmia Mallorquina d'Estudis Genealògics, Heràldics i Històrics (14): 7-23Cervantes Virtual

Miguel Ángel Ferreiro

Militar de carrera, autor de "La Segunda Columna" (Ed.Edaf), director de este proyecto e Historiador del Arte (UNED). Entre África y Europa, como el Mediterráneo.

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