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Breve historia de la antigua Melilla, de colonia fenicia a Estopiñán

Breve repaso de la información que tenemos sobre el nacimiento de la ciudad norteafricana hasta su incorporación a la Corona hispana

Enclavada en la cara oriental del Cabo de Tres Forcas, uno de los accidentes geográficos de referencia para la navegación en tiempos de Hannón, se encuentra la localidad que las fuentes literarias antiguas denominan Rusadir.

Necrópolis fenicia encontrada en el Cerro de San Lorenzo

Rusadir, enclave greco-fenicio

Esta ciudad, citada en el Itineriario de Antonino (Siglo III), fue muy seguramente fundada por los fenicios, sobre un pequeño puerto griego, hacia el siglo VI a.C., algo que corrobora su nombre, Rusadir (o Russadir), y por supuesto la arqueología.

En 1914 se encontró una moneda fenicia con el dibujo de una abeja y unas espigas acompañadas de la leyenda Rusadir, actualmente en el Museo Numismático de Copenhague. El nombre de Rusadir, pudo venir determinado por su ubicación geográfica, como hemos dicho sería la ciudad de aquel Cabo, referente para las navegaciones costeras:

RUS: Cabo, Promontorio; Addir: Poderoso, grande, imponente.
Rusadir sería por lo tanto, la colonia fenicia del Cabo imponente.

Era un preciado punto de concentración mercantil para el Occidente de Berbería; puerta por la que entraban y salían preciadas mercancías africanas rumbo a Europa y viceversa. Principalmente la sal, la miel, los metales e incluso el oro de Sudán.

historia melilla
Moneda de Rusadir

Rusadir parte de Roma

Rusadir, pasará más tarde a las posesiones de Roma. El Emperador Claudio, marido de la famosa Mesalina, le concede el estatuto de colonia dentro de la región oriental de la Mauretania Tingitana, destacando juntos a las ciudades de Volubilis y Tingis. Las monedas romanas son más escasas y se han perdido en su mayoría, pero su presencia confirma la importancia de la zona puesto que datan de la época de la “Crisis del siglo III”.

En el siglo V, los vándalos abandonan la península Ibérica y se establecen en el norte de África arrasando muchas de las ciudades existentes, se cree que Rusadir pudo sufrir su primera destrucción por esta época a manos de Genserico. Se cree que los romanos orientales (bizantinos) pudieron reconstruir su puerto una vez derrotado el reino vándalo de Cartago y desde ahí se expandieron por la costa mediterránea de Hispania (siglo VI).

Expansión Omeya

Con la expansión del Califato Omeya de Damasco, los territorios de la Mauritania Tingitana son conquistados y el Emirato de Nakur, al que pertenecía Melilla, pasa a permanecer en la órbita de la cultura islámica y la ciudad recibe el nombre de Melilia, de etimología incierta, pudiendo provenir del nombre que los colonizadores griegos, que estuvieron antes que los fenicios, le dieron al enclave, ya que en griego miel se dice “Mély” (recuerden las abejas de la moneda).

 

Existen pocos datos de la época islámica, aunque se presupone que su puerto se reforzó y seguía siendo una importante “punta” de salida y entrada de mercancías entre África y Europa, gracias a las excelentes relaciones con el emirato de Córdoba.

Entre los años 859 y 866, el emirato de Nakur, incluyendo Melilla, fue saqueado por los vikingos sufriendo sus puertos aparatosos daños, Melilla podría haber sido incendiada entonces. Años después, Abderramán III la incorpora como parte del emirato cordobés, el cual se convertiría dos años después en el Califato de Córdoba. Pero, tras sufrir varios enfrentamientos contra los fatimíes, a los que se negaba a reconocer como autoridad en la región, Melilla, en el año 1030 se independizará del Califato creándose la Taifa de Melilla (1030-1079) que controlará el comercio y el Cabo tres Forcas hasta su invasión por los almorávides.

Melilla, campo de batalla

Con el nacimiento de los nuevos órdenes en el norte de África, Melilla, se convirtió pronto en objeto de discordia entre los sultanes de Fez y Tremecén, pasando a ser un auténtico campo de batalla entre estos dos reinos norteafricanos volviendo a quedar destruida, huyendo progresivamente sus habitantes.

El siglo XV, Portugal es el encargado, según el tratado de Alcaçovas (1479) de recuperar la provincia de la Hispania Transfretana para la cristiandad, entonces ocupada por el Reino de Fez. Los Reyes Católicos, una vez finalizada la Guerra de Granada también se unen a la conquista de los territorios africanos.

conquista de Orán
Desembarco español en Orán en 1509

La llegada de Pedro Estopiñán a Melilla

En cuanto al interés en Melilla, hay constancia documental de que el comendador Martín Galindo, por orden de Fernando el Católico en 1496, había reconocido la ciudad de Melilla desde la mar alegando que estaba en muy mal estado y concluyendo que ocuparla sería:

antes carnecería de cristianos, que población de ellos.

La Casa Ducal de Medina Sidonia se encargará de su toma y, el 17 de Septiembre de 1497, al grito de ¡Melilla por Fernando e Isabel!, pasa la Ciudad a pertenecer a la corona hispánica. Pedro de Estopiñán, noble jerezano y Comendador de los Medina Sidonia, fue el encargado de tomarla y ordenar las primeras defensas. Fue posesión de los Medina Sidonia, y luego de la Corona Hispánica; desde entonces sigue ligada a España. Según Barrantes, cronista de la casa ducal:

E asimismo llevaron en aquel viaje gran cantidad de cal e madera para reedificar la ciudad. E con toda esta Armada e gente, partió Pedro de Estopiñán, Contador del Duque, por su mandato del puerto de San Lúcar en el mes de septiembre del año 1497.

Pedro de Estopiñán en el Oleo de Vicente Maeso (1917-1993)

Fuentes:

Barrio y Fernández de Luca, Claudio. Proto-historia Melillense: Fenicios y Cartagineses

Gutiérrez González, Rocío (1997) Russadir. Visión actualizada

Miguel Ángel Ferreiro

Militar de carrera, autor de "La Segunda Columna" (Ed.Edaf), director de este proyecto e Historiador del Arte (UNED). Entre África y Europa, como el Mediterráneo.
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