El viajero accidental, es una de las mejores recopilaciones de aquellos que, como bien dice el título, “accidentalmente” cruzaron el orbe a bordo de barcos de madera. El libro cita de hidalgos a marineros de cubierta y su tono divulgativo lo hace perfecto y asequible para cualquier público.
Sinopsis de El viajero accidental:
Este trabajo se aparta de las corrientes historiográficas típicas que tratan a los grandes conquistadores, o navegantes célebres, y va directo a dibujar los perfiles de las gentes que fueron detrás, de los segundos y terceros en cruzar el océano para comprobar si existía o no aquella ruta hacia las Islas de las Especias eran factibles.
Estos marinos de diversos orígenes europeos, la mayoría españoles, portugueses, italianos… e incluso asiáticos, todos a las órdenes de Castilla, se echaron a la mar sin saber lo que se iban a encontrar. La guía principal del libro son cuatro grandes operaciones y le dedica un capítulo a los que quisieron imitarlos:
La de Magallanes y Elcano
Bastante conocidos, especialmente tras la especial dedicación que se le ha brindado en este reciente quinto centenario. Aquí algunos de nuestros artículos sobre este viaje:
- Proceso a Elcano: Las 13 preguntas que tuvo que responder a su regreso de la Vuelta al Mundo
- Consigue el cómic ‘Juan Sebastián Elcano, la primera vuelta al mundo’
- Magallanes y la Isla de los Ladrones
Los viajes de Loaísa y Saavedra
Fue la segunda gran expedición de la que formó parte Juan Sebastián de Elcano, como segundo de la Flota y al mando de la nao “Sancti Spiritus”. Estaba mandada por García Jofre de Loaísa y zarparon del puerto de La Coruña.
Tras entrar en el Pacífico una tormenta descomunal deshizo la formación y la flota, formada por 6 navíos, no volvió a reunirse.
La expedición de Saavedra será la que rescate a varios de estos marinos, muchos de ellos embarrancados en algunos islotes al norte de las actuales Filipinas. Este capítulo de El viajero accidental, que nos trae Harry Kelsey es muy interesante para los amantes de la historia naval, porque en este viaje, muy desconocido, fallece Elcano.
El viaje de Villalobos
Ruy López de Villalobos partió en 1541 hacia los Islas del Poniente partiendo del puerto mexicano de Barra de Navidad. Esta expedición es la “responsable” de que esas islas se llamasen después Las Islas Filipinas (Islas Filipinas) en honor del Príncipe de España, Felipe II.
Fue un viaje muy accidentado en el que lucharon, además de con las aguas, contra nativos hostiles y con los portugueses en las Molucas, donde murió encarcelado. Toda una aventura.
Legazpi
Sobre el gran Legazpi, escribimos hace tiempo aquí: ¿Quién fue Legazpi?
En El viajero accidental de Kelsey, en cuanto al viaje de Legazpi, comienza hablando sobre Urdaneta y hace una relación detallada de la información a la tuvieron acceso los organizadores de esta futura operación: la mayoría relatos, informes y cartas realizadas por las expediciones antes citadas: Especialmente la documentación de Villalobos y de Magallanes-Elcano.
Epígonos
Como dice la RAE:
Persona que sigue las huellas de otra, especialmente la que sigue una escuela o un estilo de una generación anterior.
En esta parte menciona a Francis Drake y Thomas Cavendish que, enterados de los éxitos de portugueses y españoles, decidieron armar sus flotas y partir en busca de la fortuna que los reinos íberos estaban obteniendo. Pero no os creáis que porque el autor sea el historiador más destacado en el estudio de Francis Drake lo va a tratar con condescendencia, no; esto es lo que pone cuando comienza a hablar sobre él:
El primero fue Fracis Drake, cuya flota se abrió paso saqueando y quemando durante un viaje de circunvalación de tres años (…)
A tener en cuenta:
Pero es que el ensayo no termina en el relato de estas navegaciones, ni mucho menos. Harry Kelsey dedica (se podría decir así) la primera parte a estos relatos de operaciones navales y la segunda a reseñar una serie de documentación, apéndices, glosarios y anotaciones que aportan un valor adicional al trabajo.
Tengo que destacar, aunque me pese, que el trato que recibe Elcano por parte del autor no es del todo de mi agrado. No obstante, los que llevamos años leyendo historia naval no nos sorprende que haya trabajos (especialmente extranjeros) que no analicen más allá de los relatos de Pigafetta, muy fiel, como sabemos del sr. Magallanes y por lo tanto un “hater” total de Elcano y los que querían imponer la voluntad del rey, que a fin de cuentas era el que pagaba la flota. Para Pigafetta, Magallanes, era una especie de caballero medieval heroico, para ejemplo, sus propias palabras:
A los peligros naturales inherentes a esta empresa, se unía aún una desventaja para él, y era que los comandantes de las otras cuatro naves, que debían hallarse bajo su mando, eran sus enemigos, por la sencilla razón de que eran españoles y Magallanes portugués.
A destacar en El viajero accidental:
Además del magnífico y cercano lenguaje que usa Harry Kelsey en los relatos de operaciones, nos “regala” en el libro un capítulo que titula: “Los que dieron la vuelta al mundo”. Es mi favorito, a pesar de que pone a Magallanes el primero de la lista. Sí, ya os dije que era fan de Pigafetta.
