Actualmente el español es la lengua oficial de 21 países, y se espera que para el año 2050 lo hablen más de seiscientos millones de personas. Sin duda alguna, es un idioma poderoso que cada vez gana más importancia en el mundo, y por este motivo se debe cuidar, para evitar que siga deformándose. De esta manera, continuará siendo una de las lenguas multiculturales más aceptadas y respetadas del mundo.
El español, ¿idioma universal?
El español es la segunda lengua más estudiada en el mundo, después del chino-mandarín, lo que efectivamente le hace ser un idioma universal al igual que el inglés. Recientemente, expertos en idiomas publicaron un estudio en el que se concluía que el español era uno de los idiomas más importantes del mundo, y que más de seiscientos millones de persones lo hablarían para el año 2050.
Cada año, más de doscientas mil personas aprenden español en el Instituto Cervantes, donde pueden empezar a estudiar o seguir estudiando el idioma.
Los escritores españoles han ganado hasta ahora 11 Premios Nobel, y el idioma español cada día logra expandirse a más países de lenguas diferentes: tal es el caso de Estados Unidos, donde la comunidad hispana se ha duplicado en los últimos años, lo que ha influido directamente en la aceptación de su cultura e idioma. Un ejemplo de eso son los anuncios publicitarios y las transmisiones en los medios de comunicación en español, muy fáciles de encontrar en las principales ciudades de América del Norte.
Variación lingüística y unidad ortográfica del español
En 1713 se creó la Real Academia Española, cuya función es recoger las peticiones de renovación lingüística para estudiarlas, y establecer nuevas reglas que permitan un idioma más inclusivo, pero que no afecten las pautas normativas establecidas.
La variación lingüística y la unidad ortográfica son elementos que se complementan para contribuir al desarrollo y a la vitalidad de la lengua española.
Pueden existir palabras distintas para nombrar una misma cosa en español, según el país en el que nos encontremos, pero el origen de las palabras, como aprendemos a través de herramientas digitales especializadas en el aprendizaje de idiomas como Babbel, es el mismo.
La variación lingüística en español es bastante extensa, y se debe a 3 factores: el proceso de expansión del lenguaje, de su fusión con lenguas autóctonas, y el uso de la lengua según el estrato social del hablante y las circunstancias bajo las que se produzca la conversación. Estos factores influyen en la pronunciación, el uso de las palabras y sus significados.
Sin embargo, la ortografía es uno de los factores de unidad de la lengua española, ya que aunque se pueda pronunciar el español de manera diferente, según sea la región de procedencia o el sociolecto de la persona que habla, siempre se debe escribir igual, lo que representa un gran apoyo para las normas lingüísticas.
Factores que contribuyen a la deformación del español
El español está atravesando un proceso de deformación por múltiples factores: entre ellos la falta de lecturas, entre sus hablantes, con contenidos enriquecedores y la escasez de controles en las redes sociales.
Es imprescindible fomentar el hábito de leer en los niños, aconsejándoles textos cuyo contenido sea enriquecedor y esté reforzado con palabras que hagan más amplio y culto su vocabulario. De esta manera, los niños aprenden nuevos conceptos y términos lingüísticos, mejoran su ortografía, desarrollan la capacidad de análisis y el pensamiento crítico, y enriquecen su vocabulario, lo que les permite mantener una conversación culta y con buenos fundamentos.
En las redes sociales, es cada vez más frecuente el mal uso del idioma a través de expresiones verbales incongruentes, terminología inadecuada y abreviaciones injustificadas, especialmente cuando se escriben mensajes. Para evitar que eso continúe, los expertos proponen varias soluciones, en primer lugar que las redes sociales tengan un mayor control interno, que impida al usuario publicar un mensaje que esté mal escrito. Hay mucho por hacer, pero este ya sería un primer paso para promover el uso correcto del idioma escrito.
