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Las dos vidas de un chapiri (III)

Capítulo II

Capítulo III

Tal cuál llegué, me alisté al Legión, II Bandera, “Carlos V”, en la VI Compañía. Sinceramente, poco disfruté de ser legionario raso y de mi estancia en este acuartelamiento: hice el periodo de instrucción mirando con angustia el Gurugú, pensando que algún día me mandarían allí a combatir de nuevo a los moros—pronto aprendería que no estaba muy equivocado en mis miedos— y cuando me vine a dar cuenta (cosa de un año o así, creo que en junio del 57) ascendí a cabo y  tuve que buscar un sitio donde ubicarme.

Monte Gurugú

Ceuta parecía la mejor opción, no salía de África, ni de la Legión y el barco tardaba menos en llegar a Andalucía (la península). Arreglé todos los papeles y marché a nuevo destino, desgraciado nuevo destino.

Llegué al II Tercio ‘Duque de Alba’ y me asignaron a la 7ª Cía. de la Vª Bandera. El cambio no me supuso mucha dificultad y no creo que sea de interés contar lo que pasé (tanto en Ceuta como en Melilla) hasta ponerme al día y al corriente de lo que los demás tenían más que sabido, todos conocemos lo duro que son los principios.

Legionarios. Fotografía del blog: Radio Legión FM.

Allí el ambiente estaba más caldeado que en Melilla, se sentía temor y preocupación por el acontecer de los hechos, llegaban rumores de que en el Sáhara y en Sidi-Ifni no habían querido pagar impuestos y se habían rebelado contra España. No entendía del todo lo que ocurría, pero sí llegaba a mi razón que otros compañeros allí estaban pasándolo mal, así que cuando pidieron voluntarios, me ofrecí a ir a defender a la 51 provincia española, enrolándome así en la XIII Bandera Móvil Independiente de la Legión en la AOE (África Occidental Española).

De allí tengo recuerdos confusos, no sabía que iba a la guerra, pensé que iríamos a reforzar las guardias, las patrullas, los ejercicios, pero nunca pensé que iba a combatir, casi cuerpo a cuerpo con los indígenas.

Una compañía deja su acuartelamiento para dirigirse a Ifni. Fotografía: Foro Alcántara, debato sobre la XIII Bandera.

En este viaje vital, conocí al Teniente Rodríguez, un ‘chavea’ simpático y de buen talante con el que pronto hice migas, no solo por su carácter, también por ser paisano mío; que en más de una ocasión, vino hacerme compañía en las guardias, con una baraja de bastos y un café calentito y bien ‘aliñao’. Contábamos entonces recuerdos de aquellas tierras que nos vieron nacer, el arado y las fiestas de San Agustín en El Burgo.

1958 Agosto, El Aaiún XIII Bandera. De izda. A derecha Tte. Barco, Tte. Alvaro Lopez
y Tte. Alvariño. Foro Alcántara.

Poco estuvimos en el primer destino, el Aiún, aunque fue movido y caótico, y con más vigilancias de las que recuerdo, ya que el “Ejército de Liberación” —así se hacían llamar— no nos daba una tregua: o nos cortaban el teléfono, o paseaban por delante del cuartel camiones cargados de moros que gritaban que Sevilla, Granada o Córdoba serán de Marruecos o teníamos avisos de que venían a dispararnos. Esta propaganda agresiva nos hacía estar atentos y con el culo prieto.

La IX Bandera en Ifni hace un alto en el desierto, camino de Edchera. Fotografía: Foro Alcántara.

Y llegó el día. 13 de enero del 58.  Antes de lo normal, nos despertaron y nos avisaron de que en un cuarto de hora saldríamos en marcha de reconocimiento. Mi Bandera salió encabezada por el Comandante que nos guiaba por la orilla derecha del río Seguía—más tarde supe que dirección Edchera— y en la orilla izquierda iba la III Compañía que, más en vanguardia que nosotros, iba dirigida por mi paisano, el Tte. Rodríguez. No sé cuántos más asistimos a ese ‘reconocimiento’, pero tengo casi por seguro que muy pocos de los implicados sabíamos dónde íbamos, a luchar con valentía y a morir con honor.

Continuará…

_Carmen S. Cantos

Periodista con tinta en las venas. Criada entre almendros y olivos, amante de lo cosmopolita, viviendo en el desierto modernista.
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