Dos historias de dos artilleros ejemplares

Hace algunos años, el CHCM de Melilla recuperó la figura de dos artilleros ejemplares, fallecidos en diferentes campañas militares y que reposan en el camposanto de la Purísima.

Hemos recibido de ellos el ejemplo de los valores militares que siempre llevaron a gala y practicaron, como la disciplina, el espíritu de sacrificio y de servicio, el valor, el compañerismo y entregaron lo más preciado que tenían, su vida, por defender el honor de España.

JOAQUÍN ARESPACOCHAGA y MONTORO

Coronel de Artillería y Jefe de la Comandancia de Artillería de la Plaza, en 1909.

Nacido el 20 de noviembre de 1850, en Madrid, era hijo del Mariscal de Campo de Artillería y Caballero Laureado, D. Nicolás de Arespacochaga y Vial y de Dª. Enriqueta de Montoro y Gálvez.

Ingresó en la Academia de Artillería de Segovia el 27 de enero de 1866.

Su vida militar fue pródiga en diferentes destinos: Ferrol, Écija, Madrid, Logroño, Álava, Valladolid, Sevilla (donde contrajo matrimonio en 1879, en primeras nupcias con doña Estrella Carnedo Sevillano; tuvo 2 hijos, posteriormente enviudó), gobernador de Mindoro (Filipinas) en 1892, Cádiz (casando en dicha ciudad en 1898 con doña Concepción de Mena y Roig; tuvo 3 hijos) y finalmente destinado a Melilla como Coronel jefe de la Comandancia de Artillería de Melilla, en 1908.

Estando destinado en Melilla, el 9 de julio de 1909, tuvo lugar el inicio de la campaña de 1909, que finalizó el 27 de noviembre de ese año. Así el 20 de julio, los efectivos españoles llegaban a 11.723 hombres y un apoyo de fuegos con 93 cañones de diferentes calibres.

No todas las muertes acaecidas en la campaña de 1909, lo fueron a consecuencia de los combates. Hubo unas 700 bajas, entre muertos y heridos. Este es el caso del coronel Arespacochaga, no fallecería a consecuencia directa de los combates pero sí, por sufrir los efectos de ellos, ya que se hallaba gravemente enfermo y, en vez de guardar el reposo necesario para sanar de su dolencia, se puso al frente de sus tropas, muriendo en Melilla, días después de iniciadas las hostilidades.

Aquellas jornadas, en las que entregó lo que le quedaba de salud, transcurrieron el 9 de julio de 1909, donde asistió a los combates librados en el Valle de Beni Enzar, permaneciendo en la posición avanzada de Sidi Ahmed el Hach. Desde el día 12 de julio, estuvo encargado además de su cargo de Comandante de Artillería, del mando de las fuerzas del sector izquierdo de la plaza, pernoctando en el Hipódromo y Lavadero.

Recorrió una por una, las posiciones para inspeccionar y tener perfectamente asegurado el funcionamiento de las baterías de cañones. Y de acuerdo con las instrucciones del general Marina, comandante general de la plaza, se multiplicó en todo momento para contribuir a los mejores resultados de las operaciones emprendidas. Estuvo más de 36 horas sin bajar del caballo, revisando todas las piezas de artillería, hasta el punto de morir el caballo que montaba, continuando con otro caballo.

El día 20 de julio de 1909, dirigió el fuego de la artillería desde el campamento del Hipódromo.

Permaneció en el campo de combate hasta el día 21, que se retiró enfermo como consecuencia de las fatigas que le produjo el servicio que le estaba encomendado, falleciendo el día 24 de julio de 1909 en Melilla, en su domicilio de la calle San Miguel. Contaba con 59 años.

Según la prensa de la época:

(…) el coronel Arespacochaga ha muerto por excederse con mucho en el cumplimiento de su deber.

Los elementos militares y los civiles sienten por igual su fallecimiento, porque todos admiraban del mismo modo al jefe ejemplar y al caballero…

ALFREDO MARQUERÍE Y RUIZ DELGADO

Comandante del Regimiento Mixto de Artillería de Melilla.

Nacido en Manila (Filipinas) el 1 de septiembre de 1873; en el momento de su muerte contaba con 48 años, estaba casado y tenía un hijo.

Su vida militar fue muy pródiga: De teniente, participó en la campaña de Filipinas, fue capitán profesor de la Academia de Artillería, y tuvo destinos en Jaca, Ceuta y finalmente en Melilla como comandante del Regimiento Mixto de Artillería (RAMIX).

Hombre muy culto, se le nombró académico de la Historia, fue también autor de varios libros. Era un hombre recio, de mirada abierta y de trato afable. Tenía un hijo de catorce años en Melilla, que, con el tiempo será un famoso crítico teatral. Al despedirse de él días antes, de salir para Dar Drius, donde estaba destacado, le dijo:

Hijo mío, ya no nos volveremos a ver

En los sucesos de 1921 (Desastre de Annual) tomó el mando de la batería de cañones de Dar Drius, ya que se encontraban sin jefes y protegió, con ellos, la retirada de la columna del general Navarro desde Dar Drius a Monte Arruit. Mandó quitar los cierres a los cañones, para que el enemigo no pudiera hacer fuego contra ellos  y ordenó la retirada.

Tras esto, se incorporó a Monte Arruit, donde estuvo al mando de una zona defensiva con los oficiales de artillería que quedaban y otro grupo de artilleros y soldados.

Dió la orden de que en caso de faltar agua, se la dieran a los soldados en vez de a los oficiales.

En el momento de rendirse la posición, el 9 de agosto de 1921, se negó a acompañar al general Navarro y a su Estado Mayor, a una salvación segura y salió de la posición al frente de sus soldados en formación de a cuatro. Antes, les dijo:

Hijos míos, si sois creyentes, rezad, porque este es el último momento de nuestra vida. Vamos a morir por Dios y por España.

Cuando se recuperó la posición, al mes siguiente, encontraron los cuerpos momificados y en el orden de la formación en que cayeron abatidos.

Su cuerpo fue reconocido por el padre Revilla y recogido por sus hermanos los también comandantes Emilio y Eduardo.

Aunque fallecido el 9 de agosto de 1921 en Monte Arruit, fue enterrado el 27 de octubre de 1921 en el Panteón de Héroes de Melilla,Fila 1 nº 10.