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De al-Ándalus a Italia: Trazando lazos culturales y comerciales en el siglo XI.

¿Sabías que sobre el Duomo de Pisa hay una escultura de manufactura andalusí?

Durante el siglo XI, las taifas de al-Ándalus (los estados que se formaron tras la desintegración del Califato de Córdoba) mantenían relaciones comerciales y políticas con las repúblicas italianas, especialmente con las ciudades de Génova, Pisa y Venecia. Estas ciudades tenían una importante presencia en el Mediterráneo y se dedicaban al comercio marítimo y a la navegación.

Las taifas exportaban productos de artesanía, tanto manufacturas como materias primas como la seda, el algodón, especias y algunos metales preciosos a las repúblicas italianas. Además, las repúblicas italianas ofrecían sus servicios como intermediarios en el comercio entre las taifas y otros países europeos.

Las relaciones entre las taifas y las repúblicas italianas fueron complejas y cambiantes. En algunos casos, las repúblicas italianas intentaron aprovecharse de las disputas internas entre las taifas para obtener ventajas económicas y políticas. En general, los contratos comerciales, estuvieron condicionados por factores políticos y militares. Sin embargo, estas relaciones contribuyeron a la prosperidad de ambas partes y permitieron el intercambio de ideas y conocimientos entre el mundo andalusí y el resto de Europa.

Al-Ándalus e Italia en el siglo XI

La historia de estas relaciones estuvo marcada por una compleja red de factores políticos, económicos y culturales. A la caída del Califato de Córdoba (1031) siguió un periodo de inestabilidad que cristalizó en el nacimiento de una serie de estados (las taifas) que lograron establecer relativa estabilidad y prosperidad en sus territorios. Los gobernantes de estas taifas establecieron un sofisticado sistema de gobierno enraizado con las cortes califales y fomentaron el desarrollo de la agricultura, la industria y, sobre todo, el comercio. La sociedad de las taifas experimentó una creciente prosperidad en el ámbito cultural y científico, haciéndose famosas por sus logros intelectuales en ciencia, filosofía y literatura.

En Italia, el auge de las ciudades-estado se vio impulsado por el crecimiento del comercio y la aparición de una rica clase mercantil. Estas ciudades-estado estaban a menudo en guerra entre sí, al igual que las taifas, pero también formaron alianzas y asociaciones para proteger sus intereses. Venecia, Génova y Pisa eran especialmente influyentes en la economía mediterránea.

Los principales estados italianos del siglo XI serían:

  • Ducado de Benevento (571-1077)
  • Principado de Capua (862-1156)
  • Marquesado de Montferrato (961-1574)
  • Estados Pontificios (756-1870)
  • Ducado de Spoleto (570-1201)
  • República de Venecia (697-1797)
  • República de Pisa (1016-1406)
Mapa político de Italia hacia el año 1000, en la víspera de la llegada normanda.
Mapa político de Italia hacia el año 1000, en la víspera de la llegada normanda.

italia medieval

En cuanto a las Taifas, a las que le dedicaremos un artículo más completo, podríamos destacar las siguientes por su actividad comercial:

  • Taifa de Zaragoza
  • Taifa de Badajoz
  • Taifa de Toledo
  • Taifa de Granada
  • Taifa de Sevilla
  • Taifa de Tortosa
  • Taifa de Valencia
  • Taifa de Denia
  • Taifa de Almería
Taifas en 1080
Taifas en 1080

Vínculos comerciales y culturales entre al-Ándalus e Italia

A pesar de sus diferencias políticas y culturales, al-Ándalus e Italia estaban conectadas por una red de rutas comerciales que abarcaban todo el Mediterráneo. Los mercaderes andalusíes traían de Oriente artículos de lujo como seda, especias y cerámica, mientras que los comerciantes italianos abastecían a Europa de textiles, metales y vino. Este comercio se veía facilitado por una lengua común, el árabe, que hablaban muchas de las élites cultas tanto en Italia como en al-Ándalus. Como resultado, se produjo un gran intercambio cultural entre ambas regiones, ya que eruditos, artistas e intelectuales viajaban de un lado a otro, compartiendo ideas y aprendiendo unos de otros.

Las rutas comerciales entre al-Ándalus e Italia eran complejas y variadas, con diferentes regiones especializadas en diferentes mercancías. Las ciudades portuarias de Almería y Denia eran los centros clave para el comercio con Italia, ya que estaban estratégicamente situada en la costa, Almería con conexiones en el norte de África y Denia directamente comunicada con el levante.

Los mercaderes italianos también viajaban a al-Ándalus por tierra, cruzando los Pirineos y comerciando en ciudades como Toledo, Córdoba y Granada, estos desempeñaron un importante papel en la economía peninsular, suministrando a la región una amplia gama de bienes y servicios. Eran especialmente activos en el comercio textil, importando lana del norte de Europa y exportando productos acabados como seda y algodón. Los mercaderes italianos también introdujeron nuevas técnicas de fabricación y organización comercial, que contribuyeron a modernizar la economía de al-Ándalus.

Cantigas de Santa María. Siglo XIII
Cargando mercancías en un barco (Miniatura de Las Cantigas de Santa María. Siglo XIII).

Intercambio comercial entre al-Ándalus e Italia

La documentación escrita es una fuente valiosa para el estudio histórico, pero también tiene limitaciones. En el caso del comercio medieval, los documentos escritos son escasos y no siempre proporcionan una imagen completa o precisa. Por lo tanto, los historiadores han recurrido a otras fuentes para obtener información sobre el comercio medieval. La arqueología puede proporcionar información valiosa sobre los patrones comerciales medievales a través del análisis de artefactos y estructuras encontrados en sitios arqueológicos. Los objetos encontrados pueden incluir cerámica, monedas, vidrio y otros bienes que fueron transportados a través del Mediterráneo durante este período. Además, los restos de edificios como almacenes y muelles pueden indicar dónde se llevaba a cabo el comercio y las comunidades a las que pertenecían, ya que entre los comerciantes había musulmanes, judíos y cristianos.

Se han encontrado restos de cerámica islámica en sitios arqueológicos italianos y cerámica italiana en sitios arqueológicos de andalusíes donde también se han encontrado monedas italianas, lo que sugiere que el comercio entre estas regiones era activo. La obra de Olivia R. Constable: Trade and traders in muslim Spain. The commercial realignment of the Iberian peninsula 900 – 1500″, es una fuente importante para el estudio de la dinámica comercial de la península ibérica en la Edad Media.

comercio alandalus
Olivia R. Constable: “Trade and traders in muslim Spain. The commercial realignment of the Iberian peninsula 900 – 1500”

En su obra, Constable analiza los patrones comerciales entre las diferentes regiones destacando la importancia de la información arqueológica en el estudio del comercio medieval argumentando que el comercio de al-Andalus experimentó un cambio significativo en el siglo XI, cuando las rutas comerciales se reorientaron hacia el este, hacia el Mediterráneo oriental penetrando incluso en el Oriente Medio. Esto tuvo un impacto significativo en la economía de la península ibérica así como en sus relaciones comerciales con el norte de África y el resto de Europa.

Intercambio artístico e intelectual entre al-Ándalus e Italia

Los ejemplos más notables de la influencia indirecta de al-Andalus en Italia serían la introducción del papel en Europa, siendo Játiva (precisamente en el siglo XI) el principal y el primer centro papelero europeo. También llegaron a través de Italia numerosos avances médicos originados en diferentes expediciones botánicas andalusíes a Oriente así como la introducción de instrumentos de laboratorio como los condensadores de alambique. Los científicos de al-Ándalus hicieron importantes contribuciones en el campo de la astronomía y la construcción y uso de instrumentos científicos como el astrolabio, el cuadrante, la esfera armilar y la azafea. Estos conocimientos fueron difundidos por las cortes europeas y las cátedras de astrología en la naciente universidad de Bolonia. Además, los matemáticos andalusíes jugaron un papel crucial en la difusión de la numeración arábiga en Europa, lo que tuvo un impacto significativo en el desarrollo de la ciencia y la tecnología de todo el continente.

En cuanto a la artesanía, desde los alfares andalusíes, se exportaba gran cantidad de loza, alfombras realizadas con la técnica de la alfombra anudada. En el vidrio, tan importante en Italia, la utilización del plomo permitió el soplado a molde, lo que mejoró su transparencia. En cuanto a la cerámica, la principal aportación de al-Ándalus fue la impermeabilización mediante el vidriado y la técnica del reflejo metálico, que se extendió desde Samarra hasta llegar a la península ibérica.


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Miguel Ángel Ferreiro

Militar de carrera, autor de "La Segunda Columna" (Ed.Edaf), director de este proyecto e Historiador del Arte (UNED). Entre África y Europa, como el Mediterráneo.

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