15 Mayo de 1912. La primera columna del diario “La Mañana”, de Luís Silvela, empezaba así:
Otra vez la sangre generosa d e nuestro Ejército ha regado los campos del Rif. En una roja catarata se va despeñando a borbotones desde hace tres años la savia de la pujante juventud española, y ya no hay grieta ni risco donde no se hay a enterrado una gota de sudor, de cansancio y una lágrima furtiva, de esas amargas y cristalinas lágrimas que arranca el recuerdo y que hace resbalar por la mejilla el coraje de los hombres valientes.
¿Quién era Joaquín Accame?
El capitán del Batallón de Cazadores de Cataluña n1, José Joaquín Accame Romero obtuvo la Cruz Laureada de San Fernando por Real Orden de 19 de julio de 1913 (Diario Oficial núm. 159) por sus acciones en las campañas del Kert y, en particular, por el combate del 13 de mayo de 1912.
Nació en Cádiz en 1878, ingresando en 1896 en la Academia de Infantería. En 1897 ascendió a segundo teniente y es destinado al Regimiento de Álava, en Cádiz, ciudad en la que pasará gran parte de su vida militar. En 1902 fue promovido a primer teniente y destinado al Batallón de Cazadores de Tarifa, alcanzando cinco años después el empleo de capitán.
En 1910 solicitó tomar parte en la campaña de Marruecos, siendo destinado al Batallón de Cazadores de Cataluña, con el que prestó servicios de guarnición en las posiciones de Zeluán, Segangan, Ras Medua y Tauriat Zag, distinguiéndose en los combates para la ocupación de Talusit y en las acciones del paso del Kert, así como en la loma de Tikermin, siendo propuesto para el ascenso por méritos de guerra en 1911.
Fue un gran orador, escritor y colaborador habitual en la prensa gaditana, siendo uno de los fundadores de la Asociación de la Prensa en su ciudad natal, publicando artículos en el Diario de Cádiz. Estaba casado con doña Ángeles Amaya Pedreño con la que tenía cuatro hijos.
Por problemas de salud, en el mes de noviembre tuvo que ser hospitalizado en Melilla, volviendo poco después a incorporarse con su batallón en el campamento de Yadumen y salir en una misión de reconocimiento que terminó en emboscada y aceleró una operación organizada por el general Navarro.
El Combate del 13 de mayo, la toma de Haduya
Dijo la prensa: “la jornada ha sido muy dura, pero gloriosa para nuestras tropas”.
Pocos minutos después de salir de Yadumen, el batallón de Cazadores de Cataluña —al mando del coronel García Moreno— que debía proteger un convoy, comenzó a recibir disparos de los pacos parapetados en las alturas. Tras estos francotiradores numerosos harkeños abrían fuego a discreción mientras avanzaban montaña abajo hacia nuestras tropas.
La brigada se desplegó en guerrilla y respondió al fuego. Al oír los disparos, el general Navarro, apresuró su batallón y salió (también de Yadumen) para apoyar el combate. El enemigo se hacía más numeroso, muchos venían de los poblados cercanos con su fusil, cruzaban el Kert y se unían a los moros.
Las baterías españolas ubicadas en Tauriat, Imarufen, Texdrá y El Harcha rompieron fuego cañoneando a los rebeldes en los barrancos. Eran las primeras horas de la mañana y la niebla dificultaba el tiro. Mientras, el general Moltó, con dos batallones de San Fernando, dos de Ceriñola, una batería de montaña y un escuadrón de caballería de Taxdirt, salía de Ishafen. También el general Figueras (desde Ras-Medua), el general Rodríguez (desde Avanzamiento).
El peso del combate, desde las primeras horas del alba, cayó sobre la brigada de Cazadores, en la que estaba el capitán Accame, que en cabeza de la expedición y tras superar los barrancos enemigos, descubrieron que se habían fortificado en varios poblados —pegados unos a otros— de Haduya (o Ulad Ganed) y Taurit Hamed.
Sin más dilación comenzó Cataluña a hostigarlos con ametralladoras, artillería y fusilería, para terminar calando sus bayonetas y cargar cuerpo a cuerpo contra los harkeños parapetados en Taurit Hamed, dejando el otro poblado para la columna de Moltó que llegaba rápida a la zona. El avance estuvo bien cubierto por artillería de Navarro, pero no lo suficiente.
Al poco de comenzar, el capitán del Cataluña, recibió un disparo en el vientre (según algunas fuentes) que lo fue desangrando, pero continuó avanzando al frente de su compañía a la que alentó con su ejemplo y valor, evitando la desarticulación de la columna en medio del asalto a los poblados.
Poco después de comenzar el combate salían los batallones de los generales Moltó, Rodríguez, Aizpuru y Navarro. Las columnas españolas destrozaron al enemigo y volaron los puestos defensivos de los poblados que habían “limpiado” los Cazadores de Cataluña. Para rematar, la Caballería de Taxdirt, haciendo honor a su fama, dio tres magníficas cargas que batió por completo al enemigo huyendo los que pudieron por los barrancos de la zona.
A las 16:00 se ordenó el alto el fuego y el capitán, junto a otros muchos hombres que yacían en el suelo fueron llevados al hospital de sangre de Yadumen. El general Navarro ordenó la destrucción de los dos poblados, y así hicieron los ingenieros. Primero volaron un grupo de 20 casas y luego otro de 10. No vayamos a pensar que volaron las viviendas de unos pobres campesinos moros, no… aquellas casas habían sido tomadas por estos rebeldes y asesinado a las familias que las habitaban, que eran afectos a España y súbditos del sultán.
Las bajas de la batalla (según nota de campaña):
El teniente de Melilla, Alcaina, un cabo y 6 soldados; heridos el coronel Páez Jaramillo, el teniente coronel de Cataluña García Moreno y el teniente Vallespín, leves; el capitán de Cataluña Accame, grave; el comandante Alarcón de San Fernando y el capitán Sanz Arnal, de Guadalajara, con contusiones. De tropa 60 heridos leves.
Cuando sus soldados, que lo tenían en gran estima, fueron la mañana siguiente a verlo, el valiente capitán había fallecido a consecuencia de las heridas recibidas. Sus hombres, Melilla y toda Cádiz lloró su muerte.
El 16 de mayo de 1912, la Asociación Gaditana de la Prensa interesó del Ayuntamiento de Cádiz la colocación de una placa en la casa donde había nacido, que fue instalada el 4 de septiembre siguiente en el número 27 de la calle Adolfo de Castro. La inscripción, en letras capitales emplomadas, decía así:
En esta casa nació, el día 19 de julio de 1878, el heroico capitán del Batallón de Cazadores de Cataluña y brillante escritor D. José Joaquín Accame y Romero, muerto gloriosamente en los campos rifeños el día 14 de mayo de 1912. El Ayuntamiento de Cádiz, a petición de la Asociación de la Prensa, acordó rendirle este tributo.
Los restos del laureado capitán descansan en el cementerio de Melilla, en la parcela 4.
Fuente:
Instituto de Historia y Cultura Militar de Melilla
Memorial de Infantería nº40 (1999)
Hemerotecas Virtuales (Varias)
