Cuando el coleccionista de antigüedades Stephen Hibberts se encontró en un mercadillo de Avignon un gran óleo de temática cristiana sin marco y por los suelos, lil podía ni imaginarse las vueltas que le haría dar.
La pintura representa a un Cristo resucitado después de su crucifixión en un ‘noli me tangere‘ rodeado de las tres Marías.
Eestaba sobre el puesto del vendedor, sobre una tela en el suelo, con las demás cosas. Cual pieza de mercadillo al huso. Incluso, mientras la estaba mirando, alguien la pisó sin querer.
Se la llevó a casa por 270 libras. Era el año 2005.
Ya en su domicilio y tras limpiar un poco el óleo pudo examinar con más detenimiento la obra. Ahí comenzaron sus sospechas de que podría tratarse de una antigüedad valiosa.
“Lo compré porque me gustó su aspecto gótico y rústico”, dijo Hibberts.
Un amigo, experto de la casa Sotheby le aseguró que para nada pertenecía al siglo XV ni XVI, sino que era una falsificación de época victoriana.
Pero el propietario, que cada vez que miraba el cuadro descubría más indicios de que podría tener más valor, contactó con unos científicos de la Universidad de Bradford para analizar los pigmentos.
El estudio, que se ha publicado hace un par de semanas (31 de octubre), confirma que la composición de los colores coincide con los que utilizaban en las paletas del Renacimiento: bermellón de cinabrio, rojo de hematita, plomo blanco, goethita, acetato de cobre verde (cadenillo) y azurita.
En el análisis de la pintura no se ha encontrado ningún rastro de pigmentos sintéticos en la base. Aunque han aparecido pequeños restos en lo que parecen retoques y restauraciones.
Pero aunque la ciencia puede confirmar y situar, con cierta precisión, el periodo al que puede pertenecer una obra, no tiene capacidad para afirmar -o desmentir- que la obra pertenezca a uno u otro artista.
Tras realizar un análisis espectroscópico (el dueño no ha escatimado en gastos) ha obtenido interesantes “pistas ocultas” que le llevan a pensar en la posible autoría de uno de los grandes maestros del renacimiento: Rafael.
Una de las pistas en la que se basa para afirmar esto es que el pie derecho de Cristo tiene 6 dedos, lo que era una seña identitaria de artistas renacentistas, especialmente de Rafael.
El detalle de los 6 dedos se ha identificado como señal de tener un sexto sentido de carácter místico.
El Cristo coincide morfológicamente con las figuras masculinas de la “Madonna con el niño” de Rafael (1502). Y existen obras, posiblemente, inspiradas en esta de artistas como el flamenco Marten de Vos de 1582.
Aunque todas estas pruebas científicas ubican la pieza en la época del Renacimiento, casi sin error, la ciencia no puede afirmar que al obra pertenezca a la mano de un artista u otro.
Hibberts espera sacar un poco más de luz, a este respecto, cuando consiga reunir los fondos suficientes para restaurar la zona en la que parece haber una firma, ahora cubierta por completo de pintura. Quizás la de Rafael, según cree.
“Para mí ha sido un poco Código da Vinci, cada vez que miro la pintura veo algo que no había visto antes”
Tocará esperar para conocer la respuesta
¿Qué nombre se ocultará tras lo que parece una firma?
