Edad ModernaHistoria

Pablo de Olavide, historia de un filósofo desengañado

El hombre que trajo la Ilustración a España

Pablo Antonio José de Olavide nació en Lima, el 25 de enero de 1725, en una rica e influyente familia criolla de origen vasco, su madre era hija del capitán sevillano Antonio de Jáuregui.

Pablo Olavide

¿Quién era Pablo Olavide?

Era un hombre que recibió una educación jesuita desde pequeño hasta ingresar en la Universidad de San Marcos de Lima (la más antigua de América), en donde se doctora en Teología, con 17 años, (1740) y se gradúa en derecho (1742), poco después, con apenas 20 años, es nombrado Juez de la Audiencia de Lima.

Olavide sufrió de lleno el terremoto y posterior maremoto que asoló la ciudad Virreinal. El 28 de octubre de 1746 Lima es arrasada por la naturaleza, 16000 vidas se llevó, incluídas las de sus padres y una hermana. Debido a su posición como Juez no pudo guardar el luto que hubiera querido y se puso a trabajar para reconstruir la ciudad.

Sería tras la reconstrucción de la ciudad cuando Olavide comete un error: quedarse con los objetos de valor encontrados tras la catástrofe, venderlos y construir con ellos una iglesia y un teatro utilizando también materiales de escombro. Y decimos error porque ese mismo año es denunciado por malversación de fondos y es inmediatamente convocado al Consejo de Indias, en España. Aunque no realizará su viaje hasta 1750.

pablo olavide
Pablo de Olavide por M.Carmen Arévalo (Valdearte)

Olavide condenado por malversación

Una vez en España, el Consejo estudia su caso y, en 1754 se ordena prisión, aunque por un espacio breve de tiempo. Aprovecha bien su tiempo en la península y contrae, ese mismo año, matrimonio con una rica viuda. Con ella se dedicó a viajar por Italia, Francia y otras ciudades europeas, conociendo a multitud de filósofos y escritores de avanzadas ideas ilustradas. En esos viajes conoció a Voltaire que dijo de él que era “un español que piensa”; el francés conocía bien a la intelectualidad hispana, su biblioteca estaba repleta de libros españoles como Las “Reflexiones Militares” del Marqués de Santa Cruz del Marcenado, Álvaro de Osorio. Su nueva casa en Madrid se convirtió en punto de reunión de las élites ilustradas en España.

La condena en firme llegará en 1757 con la inhabilitación para ocupar cargos públicos (que poco hemos cambiado en España… justicia lenta, mismos delitos). En 1766, tras los disturbios del Motín de Esquilache, movió unos hilos y pudo reanudar su carrera política.

Regreso a la política

En 1767 fue nombrado director de los Hospicios Reales de San Fernando y Madrid. Ese mismo año es nombrado intendente y corregidor de Sevilla, siendo el encargado de gestionar la construcción de las “Nuevas Poblaciones de Andalucía y Sierra Morena”, ideadas para explotar vastas extensiones de terrenos cultivables, logrando realizar más de 40 nuevos asentamientos.

pablo olavide
Olavide, arrodillado, recibe de Carlos III, en presencia de Campomanes, las órdenes reales para la colonización de Sierra Morena

Como corregidor Sevillano implementó políticas reformistas, mejorando el tesoro municipal, los suministros públicos y fomentando el urbanismo. Ideó un sistema de asistencia social y ordenó una reforma para la Universidad de Sevilla.

En esta época desarrollaría su famosa ley agraria (1768) considerado uno de los escritos fisiocráticos más importantes de España.

Carlos III entregando las tierras a los colonos de Sierra Morena por José Alonso del Rivero, 1805

Sus políticas reformistas provocaron la ira de los más conservadores. Esto, sumado a la negativa de Olavide para que un monje alemán construyera un monasterio en uno de aquellos nuevos poblados andaluces hizo que la Inquisición pusiera sus “santos” ojos sobre el.

Pablo Olavide es denunciado a la Inquisición

El monje alemán, llamado Romauld, declaró ante el Santo Oficio que don Pablo Olavide era parte de una conspiración en contra de la iglesia católica, que leía libros prohibidos y blasfemaba. Las declaraciones del monje llegaron para que sobre el cayeran las acusaciones de “Impiedad y Herejía” y, en 1775, es sacado de sus oficinas sevillanas con Orden de no poder residir en la ciudad hispalense, ni en Madrid ni tan siquiera en su Lima natal. En 1776 ingresa en prisión, de nuevo, y es condenado a 8 años de reclusión en un monasterio. En 1778 algún otro de sus detractores declara que Olavide es “creyente” en las doctrinas de la Encyclopédie y amigo de Voltaire y Rousseau, por lo que fue juzgado.

Este juicio causó gran indignación entre los pensadores ilustrados europeos y especialmente entre los españoles.

Debido a sus problemas de salud se le autorizó a que pudiera acudir a los balnearios para tomar las aguas. En 1780, durante una de estas estancias, desde un balneario muy cercano a la frontera francesa (Caldes de Malavella) huyó a Francia. Se instaló en París, pero sin sin involucrarse en la vida política, quería pasar desapercibido.

Olavide y su decepción ante la Revolución Francesa

Observó la Revolución Francesa desde sus inicios, no era algo que le disgustase, aunque pasado el tiempo su radicalización lo preocupaba. En 1791 se trasladó a un castillo en Meung-sur-Loire, en donde estuvo hasta que fue arrestado, en 1794, como extranjero sospechoso de colaborar con la burguesía, siendo (de nuevo) encarcelado hasta la caída de los Jacobinos.

La experiencia en la prisión francesa debió ser impactante para él, que le hizo dar un giro a su filosofía volviéndose hacia la observancia religiosa incluso escribió una apología del cristianismo, parte autobiográfica parte fantasía, que publicó anónimamente en Valencia en 1797: El Evangelio en Triunfo, o historia de un filósofo desengañado.

Amnistía y regreso a España

El éxito de este libro en la España antirrevolucionaria fue tan grande que en 1798 regresa a España invitado por Carlos IV que le amnistía de todas sus condenas y le concede una pensión. Volvió entonces tras diecisiete años de exilio en Francia, «con el cuerpo desastrado y el alma reconfortada». Sus últimos años los pasó en Baeza. Sus restos mortales se encuentran en la cripta de la iglesia de San Pablo de la villa.

pablo olavide
Placa de bronce dedicada a Pablo de Olavide, asistente de Sevilla que vivió en el Alcázar en el siglo XVIII. La placa, de 2008, tiene los escudos de España, Perú, Sevilla, la Universidad Pablo de Olavide y Lima. Alcázar de Sevilla. Andalucía, España

Aunque Pablo de Olavide hoy está en gran parte olvidado, durante más de cincuenta años, su nombre suscitó un apasionado debate en toda Europa entre seguidores y detractores. Para algunos era un reformador ilustrado y una víctima de la Inquisición; para otros, el contrito hijo de la Iglesia, ansioso por evitar que sus correligionarios se extravíen. La Universidad Pablo de Olavide, en Sevilla, fundada en 1997, lleva su nombre.

Busto de Pablo de Olavide (Guarromán) (foto: applicajaen.com)

Miguel Ángel Ferreiro

Militar de carrera, autor de "La Segunda Columna" (Ed.Edaf), director de este proyecto e Historiador del Arte (UNED). Entre África y Europa, como el Mediterráneo.
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