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¿Quién era el General Cabrera?

El 27 de diciembre de 1806 nacía en Tortosa, en el seno de una familia acomodada, Ramón Cabrera. De niño ingresó en el seminario en donde realizó sus estudios por deseo de su madre, no obstante no llegaría a ordenarse sacerdote ya que el obispo de su localidad natal consideraba que no tenía vocación religiosa. Abandonando el seminario en 1833 y sumándose al levantamiento carlista de 1833, en favor de Carlos María Isidro.

General Cabrera
General Cabrera por Ferrer Dalmau (http://ferrerdalmaunoticias.blogspot.com.es/)

Dicen que ingresó voluntario en estas filas con la graduación de cabo y un año después era ya coronel, ascendido por méritos de guerra por el propio Carlos de Borbón. En la primavera de 1834, tras su ascenso, organizó por su cuenta un batallón. Estaba a las órdenes del general Carnicer, aunque poco después sería Cabrera el que relevaría a éste del mando, por orden del pretendiente Borbón.

Cabrera mantuvo durante los dos primeros años de guerra una actitud caballerosa y de respeto hacia sus prisioneros de guerra. Todo cambió cuendo el general Espoz y Mina autorizó el fusilamiento de su madre, María Griñó, a la que tenían prisionera desde hacia un año y medio. La guerra se volvió entonces muy sanguinaria y las muestras de caballerosidad se contaron con los dedos de una mano.

General Cabrera
Fusilamiento de la madre de Cabrera. (Fernando Miranda)

El asesinato, en los fosos de Tortosa, en un lugar llamado “La Barbacana”, el día 16 de febrero de 1836, de la madre del general carlista estremecieron a toda España y Europa. Tal como era costumbre en los pasados tiempos, los ciegos la cantaron en coplas y el biógrafo de Cabrera, Ramón Oyarzun, dice haber oído en Tortosa una que decía:

Dicen que han muerto a mi madre, aquella pulida rosa.

¡Cuántas muertes causará

cuando yo llegue a Tortosa!

Los triunfos de Caspe, Bañón, Eljuve, Daroca, Uldecona… y, sobretodo, la expedición que estuvo a punto de hacer entrar a don Carlos en Madrid, en 1837, llegando a combatir en los altos de Vallecas, aumentaron el prestigio de Cabrera.

General Cabrera
Trabuco de chispa del General Cabrera (fondos del Museo del Ejército)

En aquellos años de infinitos combates por toda la península, no en vano fue una de nuestras Guerras Civiles, la gente contaba infinidad de anécdotas y sucesos. Algunas de estas anécdotas referidas a Ramón Cabrera se refieren a su carácter inflexible; aunque otras, para equilibrar, hablan de su generosidad y grandeza. Así, cuando en Almadén de la Plata hizo prisionero al general Flinter, éste le dijo:

-Usted debería fusilarme, pues yo no he capitulado.

Y Cabrera le respondió: -Yo no fusilo a los valientes.

Ganó la Gran Cruz de San Fernando (otorgada por Carlos M. Isidro) en la batalla de Cherta y por la defensa de Morella, contra el general Oraa, es ascendido a Teniente General y nombrado conde de Morella.

General Cabrera
Carga del general Cabrera para romper el cerco de la ciudad de Morella (Augusto Ferrer Dalmau)

Su mayor victoria fue contra el compostelano General Pardiñas al que masacró en Maella. 1,000 muertos, el propio Pardiñas caído y más de 3,000 prisioneros de las tropas liberales.

Tras el “abrazo de Vergara“, entre Espartero y el Estado Mayor del general Maroto. Cabrera sería uno de esos oficiales carlistas que no aceptó el tratado de paz y marchó al exilio a Francia. Estos lo llamaron la Traición de Vergara.

General Cabrera
El abrazo de Vergara

Tiempo después, Carlos de Borbón abdicaría en su hijo las pretensiones a la corona, el conocido como Carlos VI (Carlos Luis de Borbón y de Braganza). Cabrera fue nombrado comandante general de Cataluña, País Vasco, Navarra, Valencia y Aragón; y llamado nuevamente a las armas.

Combatió en la segunda guerra carlista en grandes batallas, como la de Pasteral (sobre el río Ter) en donde, a pesar de ser herido, arrolló a los liberales que tenían fuerzas muy superiores.

En 1849, el 22 de abril concretamente, tomó la decisión de retirarse de la guerra, a la que ya no le veía futuro. Muchos historiadores coinciden en que no veía en Carlos VII la figura de un rey como la vio en su padre. Decepcionado con la deriva del Carlismo emigró a Inglaterra, fijando su residencia en Wentworth, cerca de Londres.

General Cabrera
Vitrina dedicada al General Cabrera en el antiguo Museo del Ejército de Madrid

En 1869, siendo pretendiente carlista el joven Carlos VII, se le propuso estar al frente de una nueva insurrección ante el Sexenio Revolucionario, pero Cabrera rechazó la propuesta. Será nombrado jefe del partido carlista en 1869, renunciando al puesto al año siguiente por desavenencias con Carlos VII, siendo aceptada su decisión.

La llegada al trono de Alfonso XII y la intención pacificadora de este rey, así como su proyecto para el país –asesorado por Antonio Cánovas, el mayor artífice del sistema político de la Restauración– hizo cambiar su opinión y más aún cuando fue visitado por el propio Alfonso en su residencia de Wenworth. Allí debatieron sobre muchos aspectos, resolvieron muchas dudas y encontraron más puntos en común que desacuerdos. Tras la visita, la vieja gloria del carlismo reconoció a Alfonso XII como Rey. 

General Cabrera
Boina de Cabrera en la vitrina que hoy se muestra en el Museo del Ejército de Toledo

El hijo de la reina a la que había combatido devolvió, o más bien legalizó, a Cabrera su graduación y título nobiliario: El Conde de Morella. Aunque no regresará jamás a España, muriendo en Inglaterra.

Fue el terror de sus enemigos, pero también un hombre de honor y valiente. Persona de amplios conocimientos militares adquiridos en el duro camino de la experiencia, considerado por los tratadistas militares como el guerrillero más grande de la historia. De lo único que se apena esa misma historia —la nuestra— es de que Cabrera hubiera luchado contra sus compatriotas. Malditas guerras civiles que fuerzan a los héroes a decidir contra qué hermano apuntar su arma. 

General Cabrera
Estatua del General Cabrera, a los pies del castillo de Morella (Foto de Álex Hermida. https://www.flickr.com/photos/djkase/)

Para saber más:

carlista cabrera

Miguel Ángel Ferreiro

Militar de carrera, autor de "La Segunda Columna" (Ed.Edaf), director de este proyecto e Historiador del Arte (UNED). Entre África y Europa, como el Mediterráneo.
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